Final completamente NUEVO. Si leíste el final anterior, puedes volver hacerlo ya que ya no es el mismo.
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Taehyung llegó como siempre muy temprano a la universidad, esperando encontrar a su alfa como todos los días para por fin poder confesarle sus sentimientos.
Su corazón latía con frenesí, pues no había dejado de pensar en las palabras de SoMin "Tiene algo importante que decirte". Eso lo tenía muy confundido, ¿Su alfa le tenía algo que decir? ¿Después de haberlo dejado solo? ¿Y si lo dijo solo por qué estaba borracho? Muchos pensamientos pasaban por su cabeza, haciéndolo un total desastre.
Caminó por todos los lugares, comenzando a desilusionarse cuando veía que Jungkook no estaba por ningún lado, no quería perderlo por sus inseguridades. Lo amaba y estaba seguro de eso, quería aceptar su cortejo y todo lo que venga después de ello.
Bufo triste e hizo un puchero cuando no veía a su alfa por ningún lugar, su lobo aullando triste al pensar que lo habían perdido. Ya se estaba acercándo la hora de entrada, poco a poco los estudiantes comenzaban a llegar, pero Jungkook no aparecía.
—Kookie... por favor, ven —susurró para si mismo.
Camino hacia la entrada del plantel educativo, y se dijo a si mismo que se quedaría allí hasta ver que su alfa llegara.
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Taehyung quería llorar.
Ya estaba en su tercer clase, el receso comenzaría pronto y Jungkook hasta ese momento jamás se apareció por el lugar.
Su aroma a tristeza inundaba todo el salón, haciendo que sus compañeros y maestro hiciesen una mueca de disgusto ante como el rico aroma a manzanilla y miel se tornaba agrio.
No había prestado atención en ninguna clase y realmente eso no le importaba ahora, quería a su alfa, a su Kookie, quería pedirle perdón y confesarle cuanto lo amaba, no soportaba un segundo más tener que retener sus sentimientos.
La campana sono, anunciando el final de la clase y el comienzo del receso.
Los estudiantes comenzaron abandonar el salón hasta que este quedo totalmente vacío a excepción del omega deprimido y Jimin. Él omega mayor -por meses- se acercó a él con una mueca preocupada, y comenzó a dar caricias en su espalda.
