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Taehyung como siempre, había llegado demasiado temprano a la universidad

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Taehyung como siempre, había llegado demasiado temprano a la universidad. Ya era Lunes nuevamente y decir que su fin de semana no fue una montaña rusa de emociones no sería exagerar. Por un lado estaba su lobo, quien le pedía entre aullidos lastimeros que aceptara el cortejo de su alfa, por otro estaba su parte racional, quien se negaba aceptar a Jeon Jungkook como su alfa destinado, y por ultimo estaba el alfa, con quien platicó todo el fin de semana por mensajes. Jungkook era muy atento y lindo, pero no bajaría la guardia.

Volviendo al presente, se encontraba muy concentrado guardando unos libros en su casillero, una vez terminó cerro la puerta de este y pego un brinquito del susto al ver a Jungkook mirándolo fijamente.

—Buenos días, miel.

Taehyung gruño tiernamente ante el apodo que el alfa tan insistente le ponía.

—Buenos días y ya te dije que no me llames así —dijo entre dientes, haciendo al alfa sonreír de ternura, pues de verdad en vez de verse intimidante se veía como la cosita más tierna y sensible del mundo, Jungkook solo deseaba abrazarlo y llenarlo de besitos y mimos por horas enteras.

—Te traje esto —esta vez le tendió una cajita con muchas fresas. Todo el enojo que el omega sentía se esfumo y abrió su boquita y ojitos en total emoción.

Agarro la cajita de fresas y dio saltitos emocionado.

—Tienes el permiso de decirme bonito por todo el día —concedió el omega, sacándole una escandalosa risa al alfa.

—Vamos a las canchas —dijo él mayor, Taehyung asintió y Jungkook rápidamente le quito su maleta para cargarla él.

El peligris parecía estar en otro mundo, pues solo se dedicaba a admirar sus ricas fresas como si de un tesoro se tratara. Así que Jungkook aprovechando esto, tomo disimuladamente la pequeña manita del omega y este no pareció inmutarse en ello, pues al contrario de enojarse, afianzó el agarre. Jungkook quiso pegar un grito emocionado ante eso.

Caminaron por los largos pasillos sin decir palabra alguna, solo Jungkook con su corazón latiendo a mil por hora al estar sosteniendo la pequeñita y suave mano de su omega mientras este estaba embelesado admirando sus fresas.

Llegaron a las solitarias canchas y fueron a tomar asiento en las gradas, Taehyung inmediatamente rompió el contacto de sus manos para abrir la cajita y comenzar a degustar las fresas. Hizo soniditos de satisfacción mientras tenía sus mejillitas llenas de la rica fruta.

—Bonito —llamó el pelinegro al menor, el cual hizo un sonido para decirle que tenía su atención—. ¿Quieres ir al centro comercial hoy? —preguntó, fue entonces que Taehyung dejo sus fresas de lado y masticaba lentamente la fresa que yacía en su boquita hasta pasarla por completo.

—¿Qué pretendes Jungkook? —cuestiono, mirándolo acusadoramente. Él alfa levanto sus manos en señal de que él era inocente.

—Nada, solo quiero estar contigo —respondió y las regordetas mejillas del omega se pintaron de un lindo color carmín.

this is not my alpha ✧ kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora