Capítulo 1

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Mi nombre es Matías, tengo 16 años y mi madre es Rebeca ella tiene 38 años, nos despertamos en una ambulancia que estaba casi destruida. Los vidrios estaban rotos y la luz tintineaba además había charcos de sangre. No siento mis músculos, no puedo moverme.


A mi lado se encuentra mi madre todavía aturdida. Es una gran mujer siempre me dio todo lo que pudo, con mucho esfuerzo aunque no tuviéramos mucha plata. Se puso muy sobre protectora desde que mi padre nos abandono.


Ella comienza a despertar lentamente haciendo ruidos de dolor, la ayudo a levantarse ya que su pierna esta atorada en uno de los asientos.


Me  asomo a la ventana y lo que veo me impacta, mi ciudad está destruida, los edificios se están cayendo y otros en llamas, no hay rastros de vida. Bajamos de la ambulancia rengueando, luego de estar cinco minutos esperando una persona aparece


Una mujer que ahora esta demacrada pero aun se nota su belleza pasada. Toda su ropa está rota y cubierta de sangre, su mirada está perdida como si no fuera ella misma. Creo que tuvo un accidente y decido acercarme, ella apresura el paso aunque no va muy rápido.


-Señora ¿se encuentra bien?- No me responde solo hace un sonido extraño, como si tuviera la boca seca desde hace mucho tiempo.


La mujer llega hasta donde estoy, intenta morderme pero logro evadirlo, escucho a mi madre acercándose. Ella toma un palo y comienza a pegarle mientras que yo intento sostenerle la cabeza. Siento que mis manos perforan su carne putrefacta y logro sacarle pedazos. Al sacarlos se me revuelve el estomago, es carne podrida con gusanos retorciéndose. Es increíble como la mujer logra soportar esos golpes y lo digo porque mi madre era militar y sabe defenderse muy bien.


La sangre brotaba de todos lados, una sangre espesa y rojiza que me caía en la cara. Finalmente mi madre se da cuenta que golpearla no va a funcionar. Ella no deja de intentar morderme, sé que no está razonando pero no puedo evitar sentir odio por aquella extraña mujer. Finalmente mi madre logra clavarle el palo en la cabeza de la cual le empieza a salir sangre a montones y con un suspiro deja de moverse. Al sacar el palo, la mujer cae sin vida al suelo sucio y frío. Donde las ratas que estaban escondidas la empiezan a devorar.


Mas gente como ella sale detrás de los edificios todos igualmente demacrados, ahora puedo verlos mejor su piel es pálida como los muertos, sus ojos parecen estar inyectados con sangre, caminan tambaleándose y no dejan de hacer ese extraño sonido. A algunos les faltan partes del cuerpo, otros las tienen colgando.


-Vamos corre hacia la ambulancia- Me dice mi madre y me saca del aturdimiento


-Mamá ¿qué está pasando? ¿Por qué nos atacan?- Le digo todavía petrificado, aunque quiero moverme mi cuerpo no me lo permite.


-Hijo escúchame bien, tendría que habértelo dicho antes. Tu padre trabajaba en un laboratorio donde se estaban haciendo pruebas para curar el cáncer, pero algo salió muy mal - Me dice mientras toma mi mano y comenzamos a correr hacia la ambulancia.


-Al poco tiempo mutaciones comenzaron a mostrarse, la gente perdía la capacidad de razonar como seres humanos y actuaban de manera agresiva. Se creó un virus altamente infeccioso que domina al cuerpo humano. Este virus, tiene dos principales fines: alimentar su nuevo cuerpo y auto reproducirse con una mordida. Los llamaron infectados con el paso del tiempo se vuelven rápidos, hábiles, capaces de saltar, correr y con una velocidad de reacción bastante superior a la de nosotros.

InfectadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora