Capítulo 14

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Continúo acercándome, mientras más cerca estoy más grande es su sonrisa. Estaba en un trance que no podía despertar, pensaba en ir a abrazar a mi madre. Pensaba que la había perdido para siempre, pero ahí estaba ella, esperándome con los brazos abiertos.


Por algún motivo comenzó a reírse, no una risa agradable y tierna. Sino una que hace que se te ericen los vellos del cuerpo. Una macabra y loca risa.

Sus ojos brillaban con intensidad, su color había cambiado a un rojo sangre.


Cuando estoy llegando a ella me detengo. ¿Qué estoy haciendo? Me pregunto. Ella ya no es mi madre, es una infectada.


Al parecer notó mi cambio de actitud y comenzó a acercarse a mí.


-Vamos Matí ¿O ya no quieres a tu mami?- Me dijo invitándome a un abrazo. Ya estaba muy cerca cuando intente correr.


Me salto encima y logro derribarme al suelo, comenzamos a rodar pero termino arriba mío. Era más fuerte de lo que recordaba. Su boca está muy cerca de mi cuello, quiere desgarrarlo, alimentarse de sangre de su sangre. Puedo imaginarme sus dientes perforando mi carne, arrancado trozos de ella. Sé que no sería su primera vez, su boca hiede a sangre, como si hubiera comido hace poco y su apetito nunca se llenara.


-Vamos a jugar jajajajaja- Dijo mi madre mientras intentaba morderme. Decido tomarla del cuello, lamentablemente mis dedos se hunden en su carne. Y ella no grita, no siente nada más que un hambre insaciable.


Intento arrancarle pedazos de carne pero no funciona, no tengo la fuerza mental para poder hacerlo. Veo a mi madre desangrarse aunque sé que de esa manera ella no morirá.


-¿Alguna vez creíste que te amaba? Pues déjame decirte algo, por tu culpa tu padre nos dejo, por tu culpa quise suicidarme. Debería haberte abortado- Me dijo y comencé a llorar se que era mentira, pero las palabras duelen. A veces mucho más que los actos.


Repare en que le costó decir todas esas palabras juntas, era algo muy avanzado para los infectados hacer frases largas. Eso fue lo que me despertó. Mi madre siempre tuvo la facilidad de hablar mucho y rápidamente.


-Déjame en paz- Grité con todas mis fuerzas, en ese momento llegaron Kiara y Gemma.


-Toma la pistola- Ambas me gritaron. Al ver que la pistola se acercaba hacia mí, di vuelta a mi madre. Y le apunte a su cabeza.


-¿Vas a matarme? Jajajajajajjaja- Me dijo


Tuve que cerrar mis ojos para poder hacerlo. Apreté una de mis rodillas en su cuello para que no pudiera morderme, apoyé el arma en su frente. Y dispare. En un segundo ella dejo de retorcerse. Sé que murió mirándome a los ojos, con una mirada que no le pertenecía. Decido bajarle los parpados.


Al levantarme Gemma y Kiara se me acercaron y me dieron un cálido abrazo.


Caminamos por 10 minutos hasta que llegamos a la camioneta, pero algo no estaba bien. Esta se encontraba volcada, con los vidrios rotos y mucha sangre alrededor.

Algunos infectados estaban muertos en el suelo y a otros les faltaba la mitad del cuerpo pero intentaban agarrarnos.


Nos tuvimos que agachar para acercarnos a las ventanas. Adentro Mateo y Lucia estaban inconscientes. Y Brian estaba muerto, su cuello se encontraba en una extraña posición y además tenía muchas mordidas y le faltaban pedazos de carne.

InfectadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora