III

845 160 42
                                    

Los dias pasaban como de costumbre pero mi mente estaba rondando lo mismo una y otra vez, ¿qué o como me sentía ahora mismo? Ni siquiera yo éra lo suficientemente valiente como para definir lo que mi mente y mi cuerpo sentían ahora.

-Me voy, mamá.

Ahora me dirigía al parque donde me iba a encontrar con Reki, ni siquiera miré atrás y cerré la puerta. Salí a toda velocidad de mi casa y me monté encima de la tabla. Podía sentir el leve viento rozando con mis pómulos y alzando los mechones de mi pelo.

-¡Oi Langa!

-Buenos días, Reki.

-¿Te has enterado de la fiesta que va a montar "S"? ¡Debemos ir!

Pensé para mis adentros, ¿una fiesta? no es que me entusiasmaran las fiestas, pues nunca había ido a una, asi que supongo que iba a ser la primera vez.

-Claro, vayámos.

El pelirrojo me dedicó una sonrisa de oreja a oreja y se abalanzó a mí con mucha velocidad, haciendonos casi caer a ambos al suelo, siempre con su misma energía. Sonreí de vuelta y me incorporé, retandole a una carrera para ver quien llegaba antes a las rampas como de costumbre, a los dos nos gustaba competir entre nosotros.
Se notaba en mi rostro como admiraba al chico de la bandana, pues mis pupilas se dilataban al verle hacer trucos en el aire y manejar en skate tan bien.
Yo realmente no era menos, Reki me había enseñado prácticamente todo lo que sabía en menos de un mes y le entusiasmaba que lo pusiera en práctica.

El sol ya se estaba poniendo, pero aún brillaba en el metal, entonces me impulsé lo mas fuerte que pude y cogiendo aire me deslicé sobre la rampa, saltando a una distancia notoria del suelo y cayendo de una forma prácticamente perfecta, no podía creer que por fin lo había logrado en tierra lo que anteriormente hacía sobre la nieve.
Mi primer reflejo fue voltearme a ver a Reki, el cual estaba prácticamente perplejo y con la boca abierta. Se veía como un niño pequeño al que le acaban de comprar su juguete favorito, el brillo de sus ojos se hizo presente y apostaría lo que fuera que si no hubiera nadie mas por la zona ya habría gritado.

-De verdad que me impresionas Langa, algún dia haré eso yo también.

Ambos nos reímos gentilmente, mientras nos dirigíamos juntos hasta nuestras respectivas casas, pues la fiesta de S iba a comenzar en breves.

Apenas salí de la ducha y Reki ya me había mandado más de doscientos mensajes seguidos, ¿de donde se sacaba tanta energía este chico? nunca lo sabría. Me había mandado una ubicación que supuse que iba a ser donde nos encontraríamos, asi que me dirigí hasta allá.

Después de unos siete minutos llegué al lugar, era una especie de colina donde estando abajo ya se podía oir la música retumbar. Reki estaba allí, iba vestido con unos vaqueros negros con pequeños agujeros en la rodilla y muslos, una camiseta blanca y una chupa negra que iba a juego con lo que llevaba, se veía genial.

-No te asustes, es por aquí. No es que te quiera secuestrar ni nada, o sea, sé que es un poco peculiar este lugar pero la gente de arriba es la bomba.

Solté una carcajada y le impulsé el hombro haciendo que comenzara a subir la pequeña montaña, hasta que por fin llegamos.
Nunca había estado en un lugar como ese, había gente de todo tipo de las cuales podía diferenciar a Miya, a Joe ligando con Cherry mientras Adam les hacía fotos riendose del pelirosa, y a pocas personas mas que conocía de vista. Había barriles llenos de lo que suponía que era alcohol y incluso rampas gigantes donde había gente patinando. Los focos de luz te cegaban si los miraban fijamente y podría jurar que la música me estaba perforando los tímpanos.

-Solo déjate llevar, no te sientas presionado aquí, estás en tu casa.

Shadow me agarró por el hombro al ver que alomejor estaba un poco tenso, pues todo esto era nuevo para mí y quería dar una buena imagen a otros patinadores.
Nos ofreció dos vasos a mi y a Reki, los dos nos miramos y yo dudé hasta que él asintió, así que lo tomé tambien.

-Tranquilo, estás a salvo aquí, estoy yo.

Sus palabras me trajeron confianza y calma a la vez, así que le hice caso. Creo que puedo prometer que después de oir eso todo se hizo mas fácil de llevar, las personas estaban haciendo sus propias vidas allí, todos hacían cosas diferentes.

La música cada vez era mas aleatoria, yo ya empezaba a sentir calor por culpa de la bebida y Reki ya estaba en a saber donde. Parece que el ambiente se había calmado un poco, Cherry incluso había accedido a Joe y ahora solo podía ver como se besaban a lo lejos, ¿no se les acababa el aire? en fin, ahora el problema era encontrar a Reki.

I can dim the lights and sing you songs full of sad things...

Comenzó a sonar una canción característica, Reki me la enseñó cuando nos conocimos, por eso significaba tanto para mí.

I can serenade and gently play on your heart strings...

La calma me invadió cuando ví como el pelirrojo se tambaleaba a lo lejos mientras sonreía y se acercaba hacia donde estaba yo, a escasos metros de mí comenzó a balbucear palabras indescifrables hasta que por fin entendí lo que decía.

-Ooh, love, ooh, loverboy~

Solo hice una mueca con mi cara y me acerqué a ayudarlo, pensaba que se iba a caer, pero él seguía cantando entre una sonrisa.

-What're you doin' tonight, hey boy?

Me limité a sonreír. Estaba presenciando una escena prácticamente imposible de creer si no la hubiera visto.

-¿Reki te encuentras bien? ¿Quieres que te lleve a cas-

Entonces me interrumpió, y me cogió de las mejillas acercando su frente con la mía, teniendonos a los dos apenas a centímetros. Nuestras respiraciones iban en compás y podía notar su fuerte olor a alcohol y lo poco cuerdo que se encontraba, mi corazón latía con fuerza, pensaba que se me iba a salir.
Mientras la canción de fondo seguía, él no había dicho ni una palabra mas, solo se limitaba a observar cada detalle de mi cara con los ojos adormecidos, hasta que volvió a hablar.

-I'd like for you and I to go romancing..

¿Me la estaba cantando a mí? No, no creo. Un muy obvio sonrojo apareció en sus mejillas y apenas cantar ese fragmento de canción se quedó dormido en mis brazos, mi pulso se aceleraba por momentos aunque yo tampoco iba en perfectas condiciones que digamos, mis parpados en breves se iban a cerrar, pero debía cuidar de mi amigo y eso es lo que me mantenía despierto.

Me senté incorporando mi espalda en la pared, tenía a Reki dormido en mi pecho y susurraba cosas que dios sabe que serían. Sin pensarlo dos veces coloqué mi mano en su cabeza pidiendo por favor que mañana no se acordara de esto y entrelazando mis dedos en su pelo y acariciando su cabeza.
Mi cabeza se tambaleaba, apenas salía aliento de mi boca, pero pocas palabras fueron las que salieron antes de caer rendido.

-Say the word, your wish is my command..

endless nights | langa & reki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora