Los hermanos Hauffman

Capítulo 11

Richard POV

Esto del baile me está comenzando a parecer estúpido. ¡No estamos en la secundaria!

Comprar un traje, unos zapatos nuevos, una camisa y una corbata que combine no es más que una pérdida de dinero y tiempo.

Dinero y tiempo. Tiempo y dinero. Es curioso como un orden específico en las palabras puede cambiar las prioridades de uno. Ah, como pasa.

Además, eso de que Camile quiere que vaya con ella...tal vez quiera ir con otra chica. Tal vez con alguien diferente, alguien que deje de preocuparse solo por si misma y le empieze a importar yo.

-Richard, ven ayúdame con esto.

Mi padre me llamó a su lado. Estábamos arreglando una patineta vieja para guardarla en "El Sótano de Los Recuerdos".

Esa patineta había pasado de ser mía a ser de Paul porque me fracture una pierna. Y todo el mundo sabe que no se puede manejar una patineta con un yeso, ¿verdad?

-Sostenlo-. Debía sostener una rueda. La patineta estaba completamente sucia y rota, pero a mis padres les recordaba como me deshice del apego a las cosas y le entregué la patineta a Paul. (El había sido el culpable de que me caiga en primer lugar, pero mis padres nunca lo supieron. No quería que se molestaran con Paul).

-Bien, Richard-. Dijo mi padre sacudiendose el polvo y la tierra del mandil que traía puesto-. Ahora solo una capa de pintura y listo.

-Bien. Iré a comprar el spray a Manschester's.

-Date una ducha y ve con tu auto.

-Esta bien.

Maia POV

-¡MAIA!-. Gritó Nicole.

-¡¿QUÉ PASA!?-. Corrí desesperadamente hacia donde estaba ella, asustada por lo que le habría pasado.

-Se rompió el lavabo... Bueno...una parte, pequeña pero...una parte.

-¡Casi me matas del susto, idiota!

-Ya, tranquilízate-. Dijo mientras se acercaba a su bolso, sacó su billetera y me entregó un billete.

-¿Entras con tu bolso al baño?

-Claro que sí, pensé que ya lo sabías.

Ay, Nicole.

-Bueno, ve a comprar pegamento.

-¡¿Pegamento?! ¡¿A esta hora?!

-Manschester's está abierto a todas horas. Ya sabes lo que dicen; Manschester's...A todas horas...Abierto está.

-Te acabas de poner a cantar en el baño-. Me burlé-. Bien. Vuelvo en un minuto, floja.

-¡Estoy con el periodo! No querrás ver a tu mejor amiga manchada mientras compra pegamento de cerámica.

Bufé.

Fui hacia la salida de mi departamento, tomé las llaves de mi auto y del mismo departamento, que estaban colgadas y salí.

Me introduje en el auto y lo encendí después de bajar las escaleras y llegar al sótano.

Tomé la carretera hacia el sur, y conduje hasta la tienda.

.

.

.

Llegué.

Bajé del auto. Entré a la tienda y fui hacia el pasillo 5 donde estaban los pegamentos y...otras cosas.

Pasillo 1.

2.

3.

Richard.

4...

¿Richard?

Volví al tercer pasillo y me acerqué a "Richard".

-Em...¿hola?

"Richard" volteó y me miró.

-Hola-se rascó la nuca-. ¿Qué tal?

-Mmm...bien-. Miré hacia sus manos-. Dos latas de pintura en spray.

-No se cual escoger, ¿sabes? Antes era más sencillo decidir por un color. Negro o rojo.

-Mmm...yo diría azul-. Agarré la lata de pintura azul y se la mostré...bueno..la agite en su cara-. Azul, azul, azul.

-Jaja. Como nuestros ojos-. Miró mis ojos-, los mios y los de Paul.

Reí entre dientes.

-Cierto.

Me miró. Lo miré. Miró la lata azul. Miré la lata y se la tendí. La tomó.

-Bueno...te veo el jueves-. Me alejé.

-Gracias-. Dijo a mi cuarto paso.

-Fue un placer.

Al parecer Richard era de pocas palabras fuera del EAM. Parece como una persona totalmente diferente.

Agarré el pegamento del quinto pasillo, fui a la caja y pagué.

.

.

.
-Maia, no hay nada más aburrido que comer pizza sin una película o una maratón de episodios de mi serie favorita-. Nicole se quejaba como por cuarta vez. Ella quería pizza y le traje su pizza. ¡Nunca mencionó películas!

-Ay Nicole, no iré por una película a las 11 de la noche. ¡Conformate por una vez!

-Podrías llamar a tu noviecito para que nos traiga una romántica.

-¿En serio crees que Casaer tenga una romántica en su colección de ciencia ficción?

-Bueno...uno nunca sabe.

Tenía razón.

Desbloquee la pantalla de mi celular y llamé a Casaer.

-Hola inútil -le dije apenas entró la llamada. A veces pensaba que trataba a Casaer más como un mejor amigo que como un novio, es decir, era mi mejor amigo pero... los mejores amigos no pasan besándose cada vez que pueden, ¿o si?-, ¿tienes alguna película romanticona?

-Hola preciosa-y la manera en la que él me respondía, me recordaba que éramos novios-, no creo.

-Podrías fijarte...

-Maia...¿lo que quieres es que vaya a ver una película romántica a tu casa a media noche?-¿¡QUÉ?! ¡No! ¿¡Qué clase de incinuación es esa?!

-No tarado-respondí de inmediato-Nicole esta conmigo...

-Tengo para las dos...

-¿Has tomado verdad imbécil? Sobrio nunca hubieses dicho eso.

-Pues...digamos que Micah vino con una botella de ron, una de pisco y otra de vodka.

-Cojudo. No vayas a tocar el coche.

-Amo cuando te preocupas por mi. En realidad no he tomado absolutamente ni una gota de alcohol. Así que no tienes de qué preocuparte.

-Me alegra bestia. Entonces, ¿seguro que no tienes ninguna película romántica?

-Totalmente.

-Bueno, chau. Hablamos luego.

-Bien preciosa, mañana te recojo para que vayas al EAM.

-Bien.