Séptima narración

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Changkyun golpeó tres veces la puerta del departamento de Jooheon. No dejaba de moverse en su lugar, estaba demasiado nervioso. Temía que le haya pasado algo grave. La puerta se abrió de repente, dejando ver a un indescifrable Jooheon. Se veía bien y eso hizo confundir aún más a Changkyun. El pelinegro dudó en dejarlo pasar o no pero, finalmente, lo permitió.

—¿Estás bien? – Fue lo primero que Changkyun preguntó cuando ambos estuvieron parados en la sala.

El otro asintió lentamente. —Necesito saber porqué no respondías.

Changkyun estaba desesperado. Llevaba días pensando en cada posible razón y cada una era peor que la otra. Si seguía así, podría volverse loco. En verdad esperaba obtener una respuesta coherente.

—¿No pensaste que quizás no respondo porque no quiero hablar contigo?

—¿Y por qué no quieres? – Volvió a preguntar, a pesar del fuerte dolor que sentía en el pecho.

—Porque no puedes irte a una ciudad lejana, ignorarme por meses, volver con una pareja nueva, aparecer otra vez pero borracho con Minhyuk, decirme todas las cursilerías que me dijiste, besarme y luego actuar con normalidad.

Changkyun lo miró con el ceño fruncido, sin entender nada de lo que estaba diciendo. Jooheon lo notó y rodó los ojos con molestia.

—No puedo actuar como si todo estuviera bien entre nosotros, porque no lo está.

—Creí que sí lo estaba – Dijo Changkyun en un susurro.

—Exacto, tú crees eso. Crees que con venir, decirme tres frases amorosas y besarme ya has arreglado todo, pero no hiciste una mierda. Sigo sintiéndome como un idiota por todo lo que te escribí y por todas las noches en las que lloré por ti.

Los ojos de Jooheon estaban llenos de lágrimas y Changkyun deseó con todas sus fuerzas poder abrazarlo. Pero no podía. Él jamás se lo iba a permitir. Estaba dolido y Changkyun lo entendía. Sabía el daño que había hecho.

—Tienes razón – Asintió Changkyun mientras se pasaba las manos por el rostro.

Su mente trataba de encontrar una solución para arreglar todo el daño causado, pero no podía encontrar ninguna. Lo único que podía hacer es explicar todo lo que había hecho.

—Necesitaba tiempo para mí, para saber que era lo que quería en un futuro. Me habían despedido de un gran trabajo y debía conseguir otro empleo igual o mejor. En la ciudad a la que me fui tenía más chances de conseguirlo que aquí, y me venía bien para pensar alejado de todos. Alejado de ti.

Jooheon se sentó en uno de los sofás, mientras que Changkyun aún seguía de pie en la otra punta.

—Obtuve un buen empleo, y allí conocí a Alison. Ella era tan enérgica y ocurrente, nos llevamos muy bien enseguida. Poco tiempo después, descubrí que ella me amaba y a mí me gustaba. Decidí salir con ella porque necesitaba a alguien a mi lado, a alguien tan especial como ella.

Changkyun se detuvo y tragó saliva al ver a Jooheon limpiándose una solitaria lágrima que cayó de su ojo. Sabía que hablar de Alison lastimaba al pelinegro, pero era necesario explicar todo.

—Creí que ella iba a hacerme bien, que ella me haría sentir lo mismo que sentía contigo. Pero no fue así. La quería y la sigo queriendo pero ella no es tú. Lo intenté con todas mis fuerzas, pero nunca pude quererla con la misma intensidad que a ti. Esa es la razón por la que volví. Noté que nadie me va a hacer feliz como tú lo haces. No obstante, soy consciente de que te lastimé y sé que no hay forma de remediar eso. Terminé en un horrible bar tomando todo lo que vendían allí. No quería que me veas en ese estado después de tanto tiempo y lamento que haya sido así.

Un silencio profundo se formó luego de que el rubio dejara de hablar. Ninguno de los dos se miraba pero tampoco se atrevían a decir algo.

—No puedo arreglar lo que he hecho en el pasado pero puedo hacer las cosas mejor ahora. Quiero estar contigo, Jooheon.

Changkyun logró que Jooheon lo mirara por primera vez desde que había empezado a hablar. Su rostro tenía tantas emociones juntas y sus ojos brillaban de una forma diferente a la habitual. Sus labios temblaban débilmente y sus mejillas estaban sonrojadas. Se veía tan vulnerable que lo único que el rubio quería hacer es rodearlo con sus brazos y jamás soltarlo.

—Debes irte, Changkyun – Soltó de repente.

El nombrado lo miró durante unos segundos. Le dolía tener que irse sin más, pero podía entender lo que Jooheon sentía. Asintió y se dirigió hacia la salida. Abrió la puerta y salió afuera. Volteó y se encontró con el pelinegro en la puerta, observándolo.

Quiero que demuestres que en verdad quieres estar conmigo, porque yo ya te lo he demostrado demasiado.

Y la puerta se cerró delante de él.

𝙰 𝚜𝚘𝚗𝚐 𝚏𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞//𝙹𝚘𝚘𝚔𝚢𝚞𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora