Changkyun bajó de su auto mientras se restregaba el ojo izquierdo a causa del sueño. No había podido dormir en toda la noche, y no pudo conseguir café porque ya estaba llegando tarde. Caminó por el largo estacionamiento y, antes de entrar al edificio, buscó el ya conocido auto rojo. Y allí estaba, estacionado a unos metros de la entrada. Suspiró, pidiendo en su interior poder encontrar al desconocido que tanto estaba buscando. Colocó su tarjeta de acceso sobre el lector que había en la puerta, y entró al lugar luego de que esta se abriera.
Tomó el ascensor en la planta baja y tocó el botón del piso 6, en dónde él trabajaba. Mientras esperaba, se observó en el espejo. Se veía peor que nunca. Intentó arreglarse un poco, pero nada funcionó, así que se dió por vencido. Cuando se abrieron las puertas metálicas, salió. Caminó unos cuantos metros hasta llegar a su escritorio. Evitó mirar a sus compañeros de trabajo, quienes siempre lo observaban con disgusto y susurraban cosas entre ellos. Changkyun ya se había acostumbrado a que siempre lo critiquen, así que no les prestó atención alguna.
Dejó su bolso en su silla, y se quitó la bufanda. La guardó dentro de la mochila y luego se quitó el abrigo, que lo colgó en el respaldo de la silla. Dejó su bolso en el suelo, y se sentó en la silla. Cuando observó su escritorio, casi se cae de la silla. Una taza de café se encontraba delante de él. Era la misma taza de café desechable que una vez había recibido de parte del desconocido. Su mirada recorrió todo el piso, rogando por volver a ver al pelinegro. Cuando su mirada llegó hasta el ascensor en dónde había estado hace unos segundos, pudo verlo.
El pelinegro estaba en él, mirando hacia el suelo. Changkyun se levantó y corrió hasta el ascensor, pero debido a varios compañeros, sillas y escritorios, se le dificultó llegar con rapidez. Finalmente, llegó al ascensor, pero éste ya había cerrado sus puertas. Suspiró y varios insultos salieron de sus labios. De repente, una idea se le ocurrió. Observó la pequeña pantalla que estaba arriba del elevador, que indicaba el piso en el que éste frenaba. Una sonrisa se formó en sus labios al ver que frenó en el piso 9. Sin esperar un segundo más, corrió hacia las escaleras.
Subió hasta el piso 9, al cuál llegó sin respiración. Entró al piso, y observó todo el lugar, buscando la cabellera negra. Caminó entre los escritorios, llevándose varias miradas. Al llegar al final del piso, suspiró. El pelinegro no estaba allí. Siguió recorriendo el piso durante unos minutos, esperando a que mágicamente apareciera el muchacho. Sin embargo, se rindió. Volvió a su piso, y se sentó en su escritorio, a disfrutar del café que tanto le gustaba.

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𝙰 𝚜𝚘𝚗𝚐 𝚏𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞//𝙹𝚘𝚘𝚔𝚢𝚞𝚗
Fiksi PenggemarHistoria donde Lee Jooheon le da notas a Im Changkyun, en dónde le dedica canciones al final de cada una. ✴No hacer adaptaciones sin permiso.