Octava narración

100 14 16
                                    

Jooheon aún seguía pensando en si había tomado la decisión correcta. Se encontraba en un banco de madera en el centro de un parque. Luego de varios días, le pidió a Changkyun para verse en ese lugar. Estaba cansado de pensar, de las ideas y vueltas. Necesitaba decidir de una vez cuál sería su futuro y si éste podría ser junto a Changkyun. No era mentira que un lado suyo estaba ilusionado en ser su pareja, pero con el tiempo había cambiado. Aprendió a respetarse a sí mismo y sabía que lo que el rubio le había hecho no era sano. Pero muy dentro suyo quería que perdonarlo y estar junto a él.

—Hola – Escuchó el pelinegro a su lado.

Volteó a ver a Changkyun y asintió en forma de saludo. Se movió hacia uno de los lados del banco y este se sentó en la otra punta. Jooheon no dejaba de morderse la piel de los labios a causa de la ansiedad que tenía. Ninguno de los dos se miraba y ninguno tenía la intención de hablar primero.

—¿Vas a perdonarme? – Preguntó Changkyun con una timidez que lo avergonzaba.

—Dime porqué debo hacerlo – Pidió Jooheon, evitando responder la anterior pregunta con una gran afirmación.

Changkyun asintió varias veces, pensando en que decir. No era fácil expresar todo lo que sentía en unas simples y monótonas palabras. Sus sentimientos no parecían tener límites cuando se trataba del pelinegro.

—Por primera vez, me sentí amado por alguien. Cada vez que veía las notas amarillas o escuchaba las canciones me rodeaba una sensación increíble. Recuerdo que una vez me dijiste que yo solo quería sentirme amado y por mucho tiempo creí que era así. Pero luego de varios meses saliendo con Alison, me dí cuenta que estaba equivocado. Yo quiero sentirme amado sólo por ti.

Ahora no dejaban de observarse a los ojos. Por alguna razón, toda la timidez y toda la ansiedad habían desaparecido. Jooheon intentaba con todas sus fuerzas no levantar su mano y acariciar el suave rostro del rubio. Podía oír el arrepentimiento en su voz y en verdad deseaba que fuera cierto.

—Sé que parece que utilizo tu amor para sentirme bien pero prometo que no es así. No soy egoísta al querer tenerte a mi lado, porque sé que yo también te hago bien a ti.

—No sé si me haces bien – Confesó Jooheon, volviendo a desviar la mirada. Odiaba estar mal por tener dudas, por no poder decidirse entre seguir a su corazón o a su cabeza.

Mientras tanto, Changkyun sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. No era una persona que lloraba con facilidad pero saber que estaba perdiendo a Jooheon lo destruía. Ya lo había perdido una vez, no podía permitirlo de nuevo.

—¿No vas a decir nada? – Volvió a mirarlo el mayor.

—Con cada palabra que digo me siento más avergonzado. No tuve que dejarte ir en un principio y eso es lo que más me molesta.

—Es lo mismo que yo sentía cada vez que te enviaba un email.

Changkyun asintió, aceptando que no importara lo que hiciera, Jooheon no podría olvidarse de lo sucedido.

—Creo que es mejor que terminemos con esto de una vez.

Jooheon quiso decir que sí pero su boca no reaccionó. Su corazón latía con fuerza, sabía que este momento podía ser la última vez que vería a Changkyun. ¿Qué pasaría si ignoraba a su cabeza tan solo por un día? El rubio se levantó del banco pero no se alejó. No tenía idea de como despedirse. "¿Hasta nunca?", "¿Ojalá te vaya bien?", "¿Nos vemos pronto?" o un "¿Te amo?".

Por otro lado, Jooheon no tenía idea de que hacer tampoco. Su cabeza pensaba en millones de palabras que podría decir, pero ninguna era lo suficientemente concreta. Quería perdonarlo pero temía volver a sufrir por su culpa.

Ambos pensamientos fueron interrumpidos por un gran relámpago y, de repente, una fuerte llovizna comenzó. Changkyun suspiró y pensó que era la única cosa que faltaba para que esto pareciera una escena triste de una película. Observó a Jooheon y sonrió levemente al ver como este corría para buscar refugio debajo de un árbol. Él se quedó parado allí, junto al banco, sin saber a donde ir. Aunque la lluvia le gustaba mucho así que no tenía problema en quedarse unos minutos debajo de ella. A pesar del pesado ruido de las gotas chocando contra el suelo, el rubio pudo escuchar como alguien gritaba su nombre. Inmediatamente, supo que era Jooheon. Volteó y vió como este le hacía señas para que fuera debajo del árbol también. Corrió hasta allí y se refugió bajo las hojas verdes.

Jooheon intentaba decirle algo pero estaba hablando en voz muy baja como para que Changkyun lo oyera. Lo próximo que sucedió es que el rubio acercó su rostro al de él, en un intento para escucharlo. El mayor se quedó sin palabras.

—¿Qué decías? - Le preguntó a tan solo centímetros de su rostro.

—Que podría haberte caído un rayo ahí parado — Respondió con seriedad.

Changkyun lo observó por unos segundos para ver si estaba bromeando. Entonces, empezó a reírse a carcajadas. Jooheon lo miró confundido y, segundos después, rió también.

—¿Si sabes que debajo de un árbol hay mas probabilidades de que nos caiga uno?

Recién en ese momento Jooheon notó lo estúpido que era lo que había hecho y dicho y rió con más fuerza. Cuando ambos dejaron de reír, el pelinegro habló primero:

—Quizás estamos a solo segundos de que nos caiga un rayo.

Changkyun sonrió: —Entonces mejor hacer esto ahora que nunca.

Sus manos tomaron la cintura de Jooheon y lo apretó contra su cuerpo. Casi inconscientemente, las manos de este terminaron en el cuello de Changkyun. Sus labios se unieron con intensidad, como si fuera el fin del mundo y la única forma de salvarse era besándose. Poco faltó para que sus lenguas se unieran también. Se separaron porque el aire les comenzaba a faltar. Apenas sus cuerpos dejaron de sentir la calidez del otro, empezaron a temblar por la fría ventisca que la lluvia había arrastrado con ella. Jooheon pensó unos segundos y ofreció que fueran a su departamento. Claramente, ese beso había eliminado todas sus dudas. Tomó la mano de Changkyun y ambos comenzaron a correr hacía su edificio. De repente, dejaron de sentir el frío y la humedad que ambos tenían y su mente no dejaba de dar vueltas en la unión de sus dedos arrugados por la lluvia.

𝙰 𝚜𝚘𝚗𝚐 𝚏𝚘𝚛 𝚢𝚘𝚞//𝙹𝚘𝚘𝚔𝚢𝚞𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora