niño bueno, se merece un castigo

gripe parte dos

Ian P.O.V.

La alarma de mi celular empezó a sonar, indicando que una hora debería estar en El Internado para mi cita.
Me sentía mejor, ya el dolor de cabeza había bajo pero no me sentía tan bien como para manejar, podría haber cancelado la cita, pero hay que hacer con  24 horas de anticipación, y si no asisto noble van a pagar a la linda chica que hace el rol de mi mamá, y ella no tiene la culpa que yo me sienta mal.
Me arregle, me tomé un analgésico y pedí un taxi, la idea es que me deje a unas cuadras del lugar, no quiero que sepan a donde voy y a la vuelta tomare otro que me traiga, el plan era perfecto, después de todo mis padres no volverían hasta mañana.
Ya era la hora de mi cita, me acerque a la recepción, di mi nombre ficticio, pague por la cita y me entregaron como siempre mi uniforme de colegio y mi carpeta roja.
Fui al vestidor donde cambiar mi ropa, me pondría mi uniforme y guardaría mis pertenencias.
Una vez listo salí del vestidor y me dirigí a mi habitación, donde ya debería estar mi "mamá".
Toque la puerta y esperaré escuchar un adelante.
Entre lentamente, la verdad es que estaba mareado y mi cabeza estaba doliendo otra vez, además que ahora me estaba costando respirar.

Samantha P.O.V

Hoy ha sido mi día de suerte, me entregaron el resultados de un examen y aprobé con éxito, en mi cuenta había saldo suficiente para ir al supermercado, incluso pude comprar algunos dulces, además de pasar a la tienda de ropa interior y comprarme ese conjunto lila que hace días quería, y para sellar mi día con broche de oro, en la noche volvería a ver a mi cliente favorito.
Esa noche vestiría un pantalón azul rey, y una blusa negra, unos zapatos de tacón, no muy alto,y mi maquillarse será sobrio, sólo un poco de rubor, labial rosado mate y algo de dinero.
Llegue 10 minutos antes de cita, estacione mi auto, y me dirigí a esa hermosa habitación a esperar a mi niño travieso.
A la 21 horas escuché como golpeaban la puerta de la habitación y supe que había llegado la hora de ser mamá.
Adelante.- dije con voz autoritaria.
Estaba ansiosa por verlo pero no esperaba verlo tan mal, estaba ojeroso, sus ojos brillantes, sus mejillas rojas y su frente perlada en sudor.
Samantha: estás bien
Ian: si mamá
Me acerque a él y puse mi mano sobre su frente la cual ardía.
Samantha: estás con fiebre.
Ian: estoy bien
Samantha: ven, debes descansar.
Lo tome y lo lleve a la cama.
Ian: estoy bien
Samantha: si estabas enfermo, por qué no cancelaste la cita.
Ian: por qué se cancela con 24 horas.
Samantha: debes ir a tu casa.
Ian: estoy solo, acá estoy contigo.
Samantha: debo tener algo para la fiebre en mi bolso.
Efectivamente tenía algunas cosas para la fiebre.
Samantha: cariño tengo algo para bajarte la fiebre, le di una pastilla y lo deje descanso en la cama, tomé un pañuelo que tenía en mi cartera, lo remoje y lo puse sobre su frente.
Lo dejaré dormir y después me encargaré que mandarlo en un taxi a su casa.