Ian toda la vida fue un ejemplo a seguir, el mejor alumno de su clase, el chico que nunca le dió un dolor de cabeza a su padre, estudio idiomas, piano y era bueno en deportes.
Pero a pesar de eso nunca logro que su padre le dijera que estaba orgullo...
El joven sentía la boca seca, su pulso acelerado y estaba seguro que jamás en la vida volvería a tener a semejante mujer . Samantha llevo las manos del joven a su busto, para que él pudiera sentir la textura de su sostén, tomo con ambas manos sus mejillas y lo beso. Al principio fue un beso tímido, pero lentamente la pasión se apoderó de los jóvenes, Samantha se recostó sobre la cama con Ian sobre ella, mientras ambos se besaban ella aprovecho de tocar el caliente trasero del joven haciéndolo gemir. Samantha: quieres tomar leche bebé.- le dijo al momentos que desabrochaba su sostén. Ian: si mamá.- contesto el joven antes de posar sus labios en el pezón derecho de la chicas, con su lengua dio círculos al rededor de su pezón para después succionar el pecho de la joven, provocando un gemido de parte de la joven. Ian no supo cuánto tiempo estuvo lamiendo el pecho de la chica, solo sabía que estaba en el cielo , un chico como él, que siempre se dedicó a sus estudios, para obtener el reconocimiento de sus padres, jamás había estado con una chica, era la primera vez en su vida, es cierto que varias veces se había masturbado, es algo absolutamente normal en adolescentes, y más teniendo un amigo adicto al porno. Samantha: ¿en qué piensas bebé? Ian: en lo hermosa que eres y lo afortunado que soy de estar ahora contigo. Samantha: quieres llevar esto a un paso más adelante. Ian la miro, sospechando a lo que la joven se refería. Samantha se acercó a él y lo beso, al principio de una manera suave, pero la exitacion era más fuerte, el joven sintió como su miembro se estaba erectando, le estaba pidiendo con urgencia que la joven le permitiera entrar a su intimidad. Samantha separó las piernas y las rodeo an la cadera del joven.
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permitiendo con esto que el joven acomodara su intimidad con la de ella. Ian: ¿está segura que quiere esto? Samantha: solo hazlo, quiero sentirte dentro de mi. Ian con mucho cuido empezó a penetrarla, mientras ella se esforzaba por no gemir. Ian: si quieres gemir de placer hazlo, me encantara escucharte hacerlo, sobretodo por qué sé que yo soy, el que está haciendo que está hermosa mujer experimente placer. Dicho esto Samantha no se contuvo más, y de sus labios empezaron a salir los gemidos de placer, gemidos que inundaron la habitación del joven, y como el dijo, escucharla gemir fue el sonido más increíble que habías escuchado en su vida. Estuvieron entregándose el uno al otro por varios minutos, hasta que el joven no aguanto más y termino dentro de la joven, quien no se preocupo por qué el depositara su semilla en su anterior, después de todo era una mujer adulta, que trabajaba en un lugar para adultos, cuyos clientes estaban dispuestos a gastar unos dólares extras por alguien servios adicional, generalmente ese servicio consistía en cambiar de rol con ellos y dejarse azotar o dejarse hacer sexo anal por ellos. Es por eso que Samantha siempre llevaba cosas como lubricante a base de agua y preservativo en caso que se le diera la.opoetinidad de obtener unos dólares extras. También por un desorden hormonal estaba consumiendo anticonceptivos, una linda inyección mensual, así que no había riesgo que embarazo y el niño se notaba sanito, muy inexperto en el sexo, lo que significaba, que las probabilidades de una ITS era muy baja. Ian: lo siento no quería.. Samantha: no pasa nada, me encantó recibir tu semen, pero si esto se repite, usarás preservativo, los niños buenos no andan dejando su semilla en cualquier chica. Ian: si mami. Samantha: cariño, después de esto ya no puedo seguir siendo tu mami. Ian: pero... Samantha: Samantha, ese es mi nombre, y desde hoy ya no irás más al internado. Ian no podía lo que escuchaba, esa hermosa mujer le había dicho su nombre, le había dicho que no sería más su mami, y que no fuera más al internado. Ian: pero... Samantha: cariño, desde hoy en adelante, nuestros encuentros serán fuera de mi trabajo, por qué si se enteran que te voy un trato preferencial me pueden despedir. Ian: entiendo Samantha: te daré mi número de teléfono y también mi dirección. Ian: entonces quiere que vaya a tu casa. Samantha: quiero que vayas a mi casa, ahí te puedo castigar si has sido un niño malo o premiar si has sido un niño bueno. Ian: soy Ian, es mejor que lo sepas, por qué si me vas a castigar, tendrás que llamarme por mi nombre, si me dices bebé o cariño pierdes autoridad. Samantha volvió a besar los labios de ese hombre que la estaba volviendo loca. Samantha: que dices cariño, quieres repetir la experiencia. Ian: por supuesto. Y fue así como una vez más se entregaron a la lojuria.
