Ian toda la vida fue un ejemplo a seguir, el mejor alumno de su clase, el chico que nunca le dió un dolor de cabeza a su padre, estudio idiomas, piano y era bueno en deportes.
Pero a pesar de eso nunca logro que su padre le dijera que estaba orgullo...
Me encontraba de cara la pared, con las manos atrás de mi cabeza, y mi "mamá" furiosa regañándome. Samantha: Eres un niño muy travieso, te dije que debía descansar no masturbarte, ahora como castigo te voy a dar 40 azotes con un cinturón te quedo claro. Ian: si mami. Samantha: bien ahora te quiero en 4 sobre la cama y las piernas abiertas. Samantha: te dejo solo 5 minutos y te portas mal. Ian: lo siento mami. Samantha: claro que lo vas a sentir. Ian: si mamá. Samantha levantó su mano y dejó caer fuertemente el cinturón, en el trasero del joven. Zas Samantha: los niños malos, merecen ser castigados. Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas Ian: ay, ay mamá, lo siento. Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas. Samantha: con esto aprenderás a no desobedecer. Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas. Ian: mami, lo siento, no lo vuelvo hacer. El joven estaba llegando a su límite, lloraba como un niño pequeño cuya madre estaba dándole una tunda, lo que hasta cierto punto así era, solo que la mujer no era su mamá biología, pero si ella lo hubiera sido, el joven estaba seguro que toda la vida esta mujer lo abría castigado de esa manera. Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas, Zas. Ian: aaaaaaahhh. Samantha: con esto termino tu castigo, espero no tener que volver a castigarte otra ves hoy. Ian: no mamá, seré bueno, lo prometo. Samantha: escúchame muy bien, te quedarás en el rincón, volveré en unos minutos, si te has portado bien, te daré un premio si no ya sabes lo que va a pasar. Ian: si mamá, seré bueno, se lo prometo. Samantha ayudó al "niño" a levantarse de la cama y llevarlo al rincón, después salió a ponerse algo más cómodo, que tenía en su auto. 20 minutos más tarde, Samantha entro en la habitación y sonrió al ver al niño en el mismo lugar donde lo había dejado. Samantha: ya que te portaste bien, te mereces un premio, mirame. Ian: si mami Ian se giró para ver a la mujer frente de el pero no espero verla vestida de esa manera. Samantha vestia una bata de color verde.
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Samanta se desabotonó el camisón, dejando ver su lencería.
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Se deshizo de la camisa y se sentó en la cama.
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Samantha: ven cariño, te daré un premio, no todo puede ser castigos en la vida. Ian se acercó a ella con la mirada fija en su busto, su boca estaba seca y su pulso acelerado. Samantha lo ayudo a sentarse en sus piernas y le dijo que estaba dispuesta a cambiar su papel por esos momentos, que tantos azotes la habían excitado y si el estaba dispuesto podrían tener un poco de sexo casual.
