MIJO, ¿QUÉ HABLAI? ↬VAN DIJK

029 | ¿Caminos separados?

Ruel

Algunas horas antes

Miré mi reflejo en el espejo y solté una risita. Me veo patético, pero me gusta y no me quedaba de otra, fue lo único que conseguí a ultima hora.

—¿Qué opinas? —le pregunté a Michelle, mi fotógrafa.

Ella rió también y se encogió de hombros.

—No está tan mal. —dijo con una sonrisa divertida—. Ese nuevo mechón le da el toque.

Si, ese mechón. No sé qué estaba pasando por mi cabeza cuando le pedí a Coco que fuera por el tinte.

—Ahí está la palabra clave. Tan. —bromeé y la señalé, aún frente al espejo. Desde acá pude verla rodar los ojos divertida y darse la vuelta para salir de mi habitación.

Me quedé allí, mirándome fijamente y noté que el brillo en mis ojos ha desaparecido con el pasar de los días. Hace dos fue mi cumpleaños y ya hoy es Halloween.

¿Cómo se supone que disfrute la noche después de lo que pasó?

Mis amigos no paran de preguntar qué está mal conmigo y ya estoy cansado de fingir que no está pasando nada. La extraño. Inmensamente.

Lo más hermoso que pudo haberme pasado fue haberla conocido. De segundo lugar está nuestro primer beso. Y luego la vez que dormimos juntos.

Verla despertar fue magnífico y me atrevería a decir que quiero hacerlo por mucho tiempo más y si no fuera tan apresurado diría que por el resto de mi vida.

La cagué. De verdad sé que la cagué, pero ella también debería entenderme.

Decirle adiós no iba a ser fácil y mucho menos verla llorar por mi partida en aquel aeropuerto. Mi pecho duele de solo pensar en haberla hecho llorar.

Sin embargo tiene razón. No pude evitar hacerle daño, y lo que hice por intentar ahorrarle el dolor nos lo causó a ambos. Lastimosamente mucho peor de lo que imaginé.

—Hombre, solo faltas tú. —Beau me llamó desde la puerta, sacándome de mis pensamientos.

Sacudí la cabeza y luego llevé mi cabello hacia atrás. Miré a mi amigo y con una seña lo saludé.

—Voy en cinco. —hice un amago de sonrisa que resultó ser una mueca.

Asintió, no muy conforme.