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00. Un comienzo.

—¿Ya comenzó?

—No, llegaste a tiempo.

—Genial, no me gusta perderme estos eventos.

—Lo sé, todos son tan elegantes.

—Todos ellos se creen mejores a nosotros.

—¡William!

—Es la verdad.

Los pequeños de ojos azules rodaron los ojos ante lo dicho por el niño y alzaron sus cabezas para ver a través de la rejilla de la ventila que daba justo al frente de la gran pista de baile que estaba en el salón principal del edificio posicionado justo frente al hotel Dream Place.

—Mira ese vestido, es tan primoroso—admiró la niña con ojos brillantes de entusiasmo a la mujer de vestido color crema y decoraciones de encaje blanco, un sombrero con bastantes decoraciones que combinaba con su bolso, todo dando un porte de elegancia y mostrando lo adinerada que esa mujer era.

—El sombrero de ese señor es muy bonito—elogió el pequeño niño mientras aferraba sus manos a la orilla de la ventana para no perder el equilibrio.

Ambos pequeños se encontraban sobre un par de cajones de madera de las frutas que descargaron ese día en el edificio, los habían robado especialmente para observar la inauguración de ese mismo edificio.

Aquel día era en el que iban a oficializar la apertura de los nuevos departamentos de Dream Place abiertos en un nuevo proyecto llamado Dreaming Place. Todas las personas de la alta sociedad en Inglaterra estaban presentes en sus visiblemente costosos trajes de gala entre otras personas igual o más adineradas que ellos, todos bebiendo de copas de plata pulida y comiendo en platos de fina porcelana China con los mejores diseños, manteles blancos sobre las mesas y centros de mesa con candelabros de oro donde descansaban velas para ambientar de manera elegante el ambiente.

Louis y Daisy chillaban bajo de la emoción al ver cada conjunto de cada persona que pasaba al lado de la pista, elogiando en voz baja cada prenda que vestían y acción que ejecutaban, alucinando viéndose a ellos mismos algún día entre ellos.

William, técnicamente el mayor de los tres, solo bufaba ante los elogios que sus hermanos susurraban señalando a los desconocidos, él no mostraba el más mínimo interés en siquiera asomarse a mirar a las personas al otro lado de la rejilla, se mantenía de brazos cruzados recargado en la pared contraria del pasillo subterráneo por el cual él sabía que transportaban la basura para sacarla del edificio.

El motivo por el que se encontraba ahí era para cuidar que nada les pasara a sus hermanos, sabía que si los atrapaban espiando la carga la llevaría su madre y ella de verdad necesitaba el empleo para sacar adelante a sus siete hijos. Tenía la obstinada decisión de enviarlo a él y a Louis a la universidad y que obtuvieran una mejor vida a la que tenían actualmente, entre las sobras de los más adinerados.

—Atención, atención—anunció un hombre notable edad reflejada en su cabello blanco bajo el sombrero de copa y bigote del mismo color, golpeando un cubierto con la copa de plata en sus manos.

Todos los presentes en el salón giraron sus cabezas para darle su atención al hombre, este carraspeó frente al micrófono, preparándose para hablar.

—Buenas noches a todos los presentes, es de mi agrado encontrarlos a todos aquí, celebrando uno más de los éxitos que el tan amado apellido Styles ha brindado para ustedes—todos los presentes comenzaron una breve intervención de aplausos que el hombre apaciguó moviendo las manos de arriba abajo, pidiendo calma—. Hoy, es el día en el que finalmente podremos ver, ante nuestros propios ojos, la apertura de la nueva sección de nuestro bello Dream Place, la nueva sección de departamentos para todos aquellos que no deseen irse jamás de nuestro bello edificio—nuevamente los aplausos comienzan, entre ellos los de Louis y Daisy provocando que el mayor de los gemelos rodara los ojos en su lugar—. Pero esto jamás pudo haber sido posible sin el apoyo de un increíble y admirable socio y amigo, más que un amigo, mi hijo y heredero de nuestro legado, Desmond Styles—señaló con su mano extendida al igual que su brazo a la mesa que estaba junto al escenario.

Dreaming Place » l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora