06

49 3 3
                                        

06. El Rider

—...feliz cumpleaños a ti—terminó de recitar el grupo de personas a la pequeña niña y esta apagó la vela de su pastel y todos aplaudieron mientras aludían a la pequeña niña, quien cumplía tres años de edad. La niña sonrió ampliamente mientras observaba a todos a su alrededor, sus coletas sacudiéndose mientras reía contagiada por el armonioso ambiente.

—¿Qué deseo pediste, Lina? —preguntó Louis despegando su espalda del sofá de su sala para colocar sus codos sobre sus rodillas, prestando atención a las palabras que fuera a decir la pequeña niña.

—¡Tramposo Loui! —apuntó al mayor con su dedo mientras reía—. Mami dijo que no se dicen los deseos—el mencionado colocó una mano sobre su pecho pareciendo ofendido y miró a la mujer que estaba al lado de Kiled.

—¿Tú le dijiste eso? —preguntó con falsa indignación Louis antes de colocarse en cuclillas frente a la pequeña, anivelando sus rostros—. No es trampa si me lo dices a mí—le murmuró a la niña y esta cubrió su boca para ocultar una risita.

Tomó a Louis de las mejillas y volteó su rostro para susurrarle al oído su deseo.

—Una hermanita—susurró antes de cubrir su boca con ambas manos y reía bajo estas, Louis exageró un rostro sorprendido al escucharlo y la miró.

—¿En serio? —preguntó recibiendo un asentimiento de cabeza por respuestas.

—¿No hablas? —preguntó colocando sus dos manitas sobre los hombros del castaño.

—Soy una tumba—confirmó Louis antes de besar sonoramente su mejilla y levantarse para comer un poco de pastel.

El chico observó a su alrededor con una sonrisa, su familia y amigos se encontraban ahí, aquellos que conocía desde hace años y a los que no hace mucho se unieron a su familia no biológica: aquella que unos eligen por confianza y lealtad.

Sus hermanas entablaban una conversación con las hermanas de Zayn y su morocho amigo jugaba con los niños pequeños a tener una lucha, fingiendo ser más débil, los niños reían mientras saltaban sobre Zayn usando espadas de aire para simular un enfrentamiento. Michael conversaba con Luke y su madre, aunque no estaba seguro de que podría ser un tema de conversación en común para aquellos tres. Personas por cada rincón de su departamento manteniendo conversaciones amenas y agradables con unas cuantas carcajadas resonando por aquí y por allá.

Rio un poco al ver a su gemelo siendo molestado por uno de los niños, William estaba sentado en el sofá del que él se había levantado antes y movía sus manos alrededor de su cara como si quisiera espantar moscas mientras el niño picaba su rostro con un dedo haciendo demasiadas preguntas, el rostro de Will podía expresar todo el fastidio que sentía de no poder deshacerse del niño.

—¿Cómo te llamas?

—Ya te lo dije. William.

—¿Cuántos pisos tiene este edificio?

—Nueve.

—¿A los cuantos años seré un hombre?

—¿Yo que sé? A los dieciocho.

—¿Por qué no tienes novia? —Louis no pudo evitar soltar una carcajada al escucharlo.

—¡Los padres de este niño! —gritó alzando la cabeza, esperando a que alguien respondiera, pero nadie atendió a su llamado. Gruñó con frustración.

—¿Por qué tus ojos son azules?

—Louis—se quejó William cuando logró tomar de las muñecas al pequeño niño morocho, quien no detuvo su interrogatorio. Louis se encogió de hombros sonriendo.

Dreaming Place » l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora