Thorki - V

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Gladiador - Parte 5

Loki me dijo que la única forma de que me liberara de su dominio era la muerte.

Fui gravemente herido en una de mis múltiples peleas, esta vez con esclavos venidos de las tierras del este. Ellos eran robustos y sanguinarios, no vacilaban a la hora de atacar. Me enfrentaron con tres de ellos al mismo tiempo, por petición del público que ansiaba sangre. No creo que aquellos que tanto gritaban mi nombre desearan mi ida de este mundo, pero realmente querían una batalla sangrienta. Pude matar a dos de los otros gladiadores con facilidad pero el tercero me atacó por la espalda y casi me rebana el cuello.

Los guardias que custodiaban mi celda me dieron un paño para que me taponara la herida. La sangre caía casi como un riachuelo por mi pecho hasta caer a la arena ardiente, formando un barro cobrizo. Cuando por fin llegué a mis "aposentos", intenté por todos los medios a mi disposición que la hemorragia cesara. La verdad es que por muy asustado que estuviese, mi semblante se mantuvo frío y calculador.

Vi llegar a una muchacha vestida con una túnica blanca, sin ninguna decoración, que pidió a los guardas que me sacaran.
- Por favor, joven gladiador, sígame. El amo quiere verle... - dijo casi en un susurro.
Hasta en su forma de caminar podía verse que ella era insegura. Andaba torpemente, casi sin sensualidad, mientras se mordía los dedos con nerviosismo. Recuerdo que al observarla pensé que el amo tenía más facetas de mujer que ella.

Nos adentramos en una parte del palacio que nunca había visto. Bueno, siendo sinceros nunca había visto nada del interior blanco y pulcro de aquella enorme mansión.
- Espera aquí, por favor... - me dijo de nuevo hablando muy bajito mientras nos deteniamos frente a una pesada puerta de madera con decoraciones con forma de serpiente. Ella entró y habló con alguien. Por el tono que usaba, ni siquiera podía entenderla.

Esperé durante un minuto o dos, mientras me presionaba la herida que seguía supurando el líquido rojo que me daba vida. Tuve la oportunidad de marcharme en ese momento, de salir corriendo hacia la libertad que nunca volvería a tener, puesto que aquel pasillo de mármol estaba tan frío y desierto como un bosque después de una ventisca. Pero no lo hice. Algo me impulsó a quedarme.

La puerta se volvió a abrir con un chirrido. Allí estaba él. Impecable como siempre. Con gesto perspicaz me invitó a entrar.
- Dominus... Si estos son sus aposentos yo... Debería irme, no soy digno de estar aquí...
- Calla - ordenó en cuanto titubee al hablar - Siéntate... Ella te curará...
Se dirigió al palco que tenía las vistas hacia el patio interior, desde donde nos vigilaba en los entrenamientos. Como siempre, portaba en su mano una copa de vino y hablaba con fingida amabilidad y modestia.
- Una noche preciosa... ¿No crees?
- Sí, dominus... Muy bonita... - la muchacha que me había traído hasta ese lugar me estaba limpiando la herida ahora. Parecía tener miedo cada vez que Loki se giraba para observarla, lo que me hizo pensar que no llevaría con él demasiado tiempo.
- Ella es Nona... Era la sirviente de mi hermana... Pero supongo que un cambio de amo le vendrá bien para dejar de pensar en tonterías... - bebió de su copa
- Sí, amo Loki... - dijo ella mientras me vendaba con bastante eficiencia.
- La verdad es que lo que has hecho hoy en la arena ha sido increíble... Casi pensé que te perdía... - suspiró al terminar la frase. Era algo que solía hacer, intentar seducir a los hombres con voz melosa y suave. Yo pensaba que para él tener a toda la parte aristócrata masculina de Grecia a sus pies era símbolo de poder. Pero cada vez que intentaba eso mismo conmigo me confundía. No sabía si era una forma de dominarme o una arma real de seducción.
- Ya ve que sigo aquí, Dominus... Listo para servirle - mis palabras dibujaron una frívola sonrisa en su cara.
- Contaba con ello... Nona, ¿Has terminado? - miró a la muchacha y al ver que seguía curandome sus ojos verdes centellearon de rojo - ¿Cómo puedes ser tan lenta? - se acercó peligrosamente a ella, tanto que la hizo tropezar y caer - ¿Es que no te enseñaron a servir como es debido?
- Dominus... - por la mirada que me dedico, casi me arrepentí al instante de interrumpirle. Pero la acción ya estaba hecha y tenía que seguir - Lo ha hecho bien... Por favor, no la culpe a ella... Yo le he dificultado el trabajo al moverme para verle, señor. - eso era mentira. Jamás me interpondría en el trabajo de alguien bajo las órdenes de aquel príncipe caprichoso, porque sabía lo cruel que podía llegar a ser en sus castigos.
- Está bien... - se irguió y trató de calmarse inútilmente. Después, soltó una risilla amarga y le señaló a la joven la puerta con gesto elegante, forzadamente elegante diría yo. - No sé qué me pasa contigo... pero soy incapaz de enfadarme cuando me dirijo a ti... - se sentó en el banco que había justo delante de mí. Este era blanco un un cojín rectangular rojo del mismo largo del banco. Se recostó colocando sus delicados pies sobre el cojín mientras aun sostenía su copa de vino.

Me fijé en él durante demasiado tiempo... Lo analicé de la cabeza a los pies. Tenía una figura tan delicada, y sin embargo tan imponente. La seguridad y maldad que emanaba te hacía desear que no estuviera demasiado cerca. Pero, sin embargo, esa delicadeza suya, parecía puro, virgen. Casi podía entender a los hombres y mujeres que mendigaban su cariño como perros sin dueño. Y casi podía entender la diversión que podría provocar jugar con ellos; confundirlos hasta rechazarlos y que quedaran con el corazón roto. Porque eso es lo que él hacía.

- Estás muy callado... Más de lo normal... - comentó tratando de ser divertido, pero la frialdad en su voz era más que notable. Supuse que le molestaba que no estuviera suplicando caricias y favores.
- Iba a decirle exactamente lo mismo...
- Eres un insolente... - se rió de nuevo de forma pausada - Podría matarte... No cuentas nada en esta pirámide de peones bajo mi mando... - se estiró un poco y jugueteó con los flecos dorados del cojín debajo suyo, con la copa plateada aún sostenida en el aire. - Sin embargo... me estas haciendo ganar mucho dinero... Casi podría decirse que... mereces una recompensa en lugar de un castigo...

🖤🖤🖤
Lamento haber estado mucho tiempo sin escribir, pero simplemente no me sentía inspirada.

Espero que os guste esta nueva parte 😊
shipperqueen55

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2021 ⏰

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