Viridian: La guía verde

Cap. 7: ¡Armas!

Izuku nunca antes había estado en una ferretería. Probablemente tuvo algo que ver con crecer sin un padre, pero mamá siempre contrataba a un personal de mantenimiento para cualquier cosa que necesitara ser reparada en la casa y ese tipo siempre traía sus propios materiales, por lo que Izuku nunca había tenido ninguna razón para caminar dentro de una tienda como esta antes, razón por la cual estaba parado congelado en la entrada, sin saber por dónde empezar.

Algunos de los empleados estaban comenzando a mirarlo de manera extraña, probablemente preguntándose por qué un niño con uniforme de escuela secundaria estaba mirando su tienda como si fuera una especie de laberinto que lo iba a comer vivo, por lo que Izuku obligó a sus pies a moverse y comenzó a vagar sin rumbo fijo mientras trataba de mirar discretamente las señales. ¡No era culpa suya que la tienda fuera tan grande e intimidante!

Muy bien, tenía un objetivo cuando entró aquí, ¿no es así? Oh, claro, armas. Después de la pelea con esos villanos drogados la semana pasada, había decidido que necesitaba ... afinar su selección de armas. Los tacos habían funcionado muy bien durante los primeros segundos, pero se rompían con demasiada facilidad y el hecho de que mamá no se hubiera dado cuenta de que faltaban en el armario no significaba que pudiera seguir tomándolos hasta que se fueran. ¿¡Y si mamá quisiera usarlos para otro proyecto !?

Entonces, de todos modos, es de esperar que la tubería no se rompa tan fácilmente y no debería ser tan difícil de comprar, ¿verdad? Pero, ¿en qué sección se suponía que debía ...? La plomería parecía prometedora. Fontanería usaba tuberías, ¿no? Izuku luchó por no ponerse cara a cara con su propia estupidez, ya que no necesitaba dar más razones al personal para cuestionar su cordura. Por supuesto, la plomería usaba tuberías, realmente era tan estúpido como dijo Kacchan, ¿no?

Se volvió por el pasillo y empezó a mirar alrededor mientras trataba desesperadamente de fingir que sabía lo que estaba haciendo. ¿Por qué había tantas tuberías? ¿Y por qué estuvieron todos tan largos? No estaba buscando un bastón, ¡quería algo que pudiera caber en su bolsillo! Finalmente encontró una tubería de cobre que parecía lo suficientemente corta como para ser prometedora. Cogió un trozo y empezó a pasárselo entre las manos. Era ligero, pero se sentía lo suficientemente cómodo ...

"¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?"

Izuku gritó y dejó caer la tubería cuando rebotó en el suelo. Izuku sintió que su rostro se enardecía y se volvió hacia el empleado que lo miraba con disculpa. El niño tenía más o menos su edad y tenía el pelo amarillo que era casi tan brillante como el delantal rojo de su uniforme de tienda.

"Lo siento, amigo." Dijo el empleado. "Se supone que debemos ofrecer ayuda y experiencia a las personas que ingresan. No es que yo tenga mucha experiencia, solo soy un trabajador a tiempo parcial, pero podría ayudarlo a encontrar a alguien que sea un experto si lo desea".

"Um ..." Izuku no pensó que ninguno de los empleados fuera experto en vigilantismo, "No, gracias, sólo estoy vagando".

"Si me dice cuál es su proyecto, probablemente podría indicarle la dirección correcta". Ofreció el chico.

"Es, um, es solo un pasatiempo ..." Izuku miró hacia la tubería de cobre, que todavía estaba olvidada en el suelo. Parecía demasiado llamativo, como si fuera un recordatorio físico de lo inútil que era. No solo no sabía qué tipo de pipa comprar, sino que también se las había arreglado para dejar caer una en voz alta a los pocos minutos de llegar a la tienda. Realmente era un idiota, ¿no?

El empleado siguió su mirada hacia abajo y sonrió tímidamente, "Lo siento, amigo, normalmente lo agarraría y se lo guardaría, pero", se rió entre dientes con torpeza, "Realmente se supone que no debo manejar ningún material conductor".