Viridian: La guía verde

Cap. 112: Final

Shouto trató de no mirar si Dabi estaba de vuelta en las gradas, pero terminó mirando hacia donde estaban sentados Fuyumi y Natsuo antes de que pudiera evitarlo. Él no estaba allí, así que se había hecho matar, arrestar o distraer y a Shouto no podía importarle menos cuál. Obviamente. ¿Por qué debería preocuparse por lo que le sucedió al hermano perdido hace mucho tiempo que ni siquiera se molestó en acercarse e inmediatamente no hizo nada más que molestar tan pronto como regresó a sus vidas? Aún así, Fuyumi y Natsuo no lo tomarían bien si él muriera, así que con suerte se aburrió y volvió a donde estaba sentado originalmente. Sólo por el bien de ellos, no por el de él. Obviamente.

Kaminari no había pasado casi nada de tiempo con la clase desde la segunda ronda, así que si había pasado todo ese tiempo corriendo, ya debía estar cansado. No es que Shouto pensara que necesitaría esa ventaja para vencerlo, pero no podía doler. Kaminari era uno de los estudiantes más fuertes de su clase, por lo que no sería prudente subestimarlo.

Midnight había vuelto a supervisar los partidos ahora, y restalló su látigo cuando llamó al comienzo del partido "Quiero verlos a ambos mostrando el potencial de la juventud en esta ronda, ¿está claro? ¡Comiencen!"

De buenas a primeras, Shouto comenzó con un ataque de hielo, pero Kaminari rápidamente se derritió con solo el calor de su electricidad. Esta tenía que ser una pelea a distancia y Shouto no era un idiota, así que se aseguró de no llevar ningún metal cuando salió al campo, quitando cualquier oportunidad que Kaminari pudiera usar con su magnetismo para llevarlo a corta distancia. La fuerza de Shouto era la lucha a larga distancia, así que esta era su lucha y la iba a ganar sin usar el fuego de su padre.

Shouto siguió lanzando paredes de hielo mientras Kaminari intentaba acercarse, pero seguía derritiéndolas tan rápido como Shouto podía hacerlo. Gracias a las paredes de hielo, Kaminari no se había acercado más de unos pocos pies a él, pero no parecía apresurado en absoluto y estaba despistando a Shouto. Debería querer terminar la pelea rápidamente, ¿no? Cuanto más duraba la pelea, más se cansaba y era más probable que el hielo de Shouto lo congelara. Entonces, ¿por qué no parecía preocupado?

"¿Estás seguro de que quieres seguir haciendo esto, hombre?" Gritó Kaminari. "No se necesita mucha electricidad para generar un calor como este, así que estoy bien para hacer esto todo el día. Vas a alcanzar el límite de tu peculiaridad mucho antes que yo si seguimos así y quiero una pelea justa, amigo, si te da lo mismo".

Shouto se congeló. Así que por eso no tenía prisa. Estaba planeando ir hasta que Shouto se desmayara por la hipotermia, lo que sucedería mucho antes de que Kaminari generara suficiente electricidad para sobrecargar su cerebro, a menos que... Shouto sacudió el pensamiento de su cabeza y endureció su determinación. No iba a usar la peculiaridad de su viejo. No importaba que el bastardo estuviera muerto, Shouto podía hacer esto solo con el poder de su madre, pero tendría que mejorarlo un poco. 

Hizo un glaciar tan grande como pudo sin exagerar. Su aliento salió en una gran nube blanca, pero valdría la pena si hubiera atrapado a Kaminari... lo cual aparentemente no había hecho, considerando que su oponente lo estaba saludando desde la cima de la montaña. acababa de crear. 

"¡Eso fue realmente genial!" Kaminari sonrió. "No estaba seguro de poder mantenerme dentro de los límites si usaba el estadio como un ancla magnética, pero tenía que intentarlo, cierto, especialmente con un movimiento increíble que acabas de hacer. Tu peculiaridad es súper poderosa, amigo".

Shouto sintió una breve sensación de orgullo hasta que se le ocurrió algo. No era su peculiaridad, era su madre... a menos que su fuego no fuera su padre. Tal como había dicho Dabi, el bastardo estaba muerto y no había visto a su madre en años. Estaba tan alejado de sus padres que ninguna peculiaridad tenía nada que ver con ellos, y no podía decir que su hielo era su peculiaridad sin decir que su fuego también lo era. ¿Por qué seguía dejando que esos fantasmas lo detuvieran?