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Se sentía demasiado cálido.
Las sábanas se deslizaban por su cuerpo y lo sentía claramente...demasiado. Aunque también le dolía la cabeza, ¿qué había pasado?

- ¿Se siente mejor, hyung? - oyó a su lado.

Giro levemente su cabeza, sorprendiendose al encontrar a una figura femenina a su lado: su cara se le hacía levemente conocida. Pero no sabía de donde exactamente.

- Hola - saludó, con voz tenue - solo me duele la cabeza y estoy algo mareado, ¿sabes que me sucedió?

- Me llamo Seulgi - dijo la chica, sonriendo de lado - soy asistente del señor Do. Lo que le pasó fue que...ayer en medio de la fiesta se le adelantó su celo, y ChanYeol lo ayudó. Estuvo cuidándolo dentro del baño hasta que llegué con supresores.

BaekHyun se quedó quieto inevitablemente, analizando la pequeña historia que hace cinco minutos había escuchado: ¿se había...adelantado su celo?

- Yo...no recuerdo mucho -

- Debe ser: cuando el señor Kim lo recogió, estaba desmayado, y su olor se habia ido -

- ¿Mí...olor? -

- Sí, su olor había desaparecido inexplicabmemente -

Al mencionar ese detalle, su mente se removió en recuerdos más que borrosos, y él restregarse contra ChanYeol lo escandalizó a tal punto de soltar un chillido leve.

- ¡Esto no puede ser! ¡y-yo...! ¡no se me pudo adelantar! - exclamó, totalmente avergonzado - ¡es que...! ¡¿y ChanYeol!?

- Hyung, calmese - dijo Seulgi, intentando no reírse - Chan esta bien, solo estaba preocupado por usted. Dijo que tenía temperatura y deliraba. Seguramente por eso le duele la cabeza.

- Me siento realmente mal - dijo, titándose nuevamente a la cama - ¿segura que no hice mada indebido?

- No, solo se colgó en los brazos de Kai hyung y ya - comentó - ChanYeol tampoco a comentado nada

- Debería hablar con él - aclaró, nervioso - oh Dios, seguramente hice algo malo.

- Que va hyung, solo fue el susto - objetó - aunque debería esperar para hablar con Chan.

- ¿Por qué? -

- Salió de cita con Soo hyung - le guiñó el ojo - si le digo la verdad, Do parecía más emocionada que mi amigo. Aunque seguramente es porque no durmió bien, cosas de gigantes.

- Uhm...ya veo -

Su lobo lo rasguñó y soltó un quejido lastimero. Cada vez entendía menos a su animal interior, ¿qué le pasaba? ¿Acaso no debía estar feliz por su dongsaeng? ¿No debía preguntar por su pareja?

Suspiró, sintiéndose un inútil.

- Por cierto, llamó su hermano - comentó - puede devolverle la llamada.

- Gracias Seulgi, eres una gran chica - agradeció - gracias por cuidarme.

- No es nada - le regaló una dulce sonrisa - a usted, por defender a Wendy ese día. Por cierto, el señor Kim iba a una reunión; volverá para el almuerzo. Descanse, eso le recomendó el doctor.

Y sin dejarlo responder, la muchacha desapareció de la habitación, dejándolo más desconcertado.
La verdad es que queria remover su caset de recuerdos, pero su cerebro se negaba una y otra vez.
Temía haber hecho algo tan malo que el menor se alejara.

«¡Pero si restregarte contra él ya es lo sufucientemente grave como para que no te hable nunca más!» le reprochó una vocecita en su cabeza.

š™‹š™–š™„š™ž! - š˜¾š™š™–š™£š˜½š™–š™šš™ Donde viven las historias. DescĆŗbrelo ahora