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Desde la perspectiva de ChanYeol, su jefe era un poco gruñón, tan solo un poco.

- No entiendo que estás haciendo, niñita - le dijo KyungSoo a la modelo - ¿ponerte a dieta? ¡pero si ya eres un hueso!

La chica tenía la cabeza gacha, y él podía jurar que estaba por llorar. El estómago le dio un revuelco, sintiendo al instante pena por ella.

- E-Estoy comiendo Do Oppa... -

- Pues no parece, ya oíste a la doctora: ¡ni un kilo has subido! ¿Cómo esperas hacer el comercial que estamos grabamos? Tendré que reemplazarte - soltó, leyendo unas hojas en su carpeta.

- ¡No Oppa! ¡por favor! -

- Mira, niña - dijo, frunciendo el ceño - si para el martes de la próxima semana que son las pruebas no estás con el peso que pedimos, quedarás despedida, ¿me oíste?

La chica asintió, y se podía notar el nerviosismo mientras enterraba sus uñas en su piel para evitar derramar lágrimas.

- Bien, ¡aquí no ha pasado nada¡ - exclamó, haciendo respingar a todos - bien, ¡Seulgi, ChanYeol! Nos vamos.

Ambos nombrados lo siguieron a través de los pasillos, sin decir una sola palabra. Todos se abrían paso para dejarlos pasar: le tenían tanto miedo al más bajo.

Llegaron a la oficina asignada, y este se giró, con la mirada más fría que ambos podían haber recibido.

- Seulgi, tráeme los últimos diseños de este año: necesitamos revisar en qué hay que mejorar. ChanYeol, busca en tu cabeza diseños que combinen con invierno, cristal y ropa negra. ¡Ahora!

Así como dijero al instante, desparecieron de su vista y corrieron a buscar lo que necesitaban.

Park se encontró con un fastidiado YiFan, que llevaba una montaña de carpetas en sus brazos junto a Matthew.

- ¿Qué hacen? - preguntó, extrañado.

- Mi jefe es un amor, casi como el tuyo - escupió Wu - me mandó a traer muestras para el fondo de la modelo Irene.

- La mía igual, es una gruñona - suspiró - hay otro chico ahí, no sé como la aguanta.

- El mío me envió a buscar cosas en cambio para todo el marco de la foto. Estoy yendo para edición en el piso tres a ver si me prestan algunas fotos - sonrió - ánimo muchachos, nos vemos a la hora del almuerzo.

- Esta bien, cuidate Chan -

Desde el otro lado, BaekHyun terminaba de arreglar unos informes cuando su jefe llegó.

- ¡JongIn! - sonrió - buenos días, ¿cómo estas?

- Muy bien - le respondió el gesto - ¿desde qué hora estas aquí?

- Temprano - comentó, místico - vengo con unos amigos, no te preocupes.

- ¿Y Hendery? ¿Cómo está el pequeño? -

- Muy bien, se quedó en su guardería - explicó - si tiene amigos, si es lo que preguntas.

- Me alegra que sea así - se inclinó levemente - quiero verlo, ¿puedo?

- Claro... - lo observó - ¿cuándo?

- En la noche, suban a mi departamento - rió - le tengo una sorpresa.

- No tenías porqué-

- No es una molestia, si es lo que insinuas - recalcó - tengo sobrinos, y es una costumbre mía.

- Pero... -

- Nada de peros - se alejó - paso a mi oficina.

- Su café está sobre la mesa - señaló, tranquilo.

š™‹š™–š™„š™ž! - š˜¾š™š™–š™£š˜½š™–š™šš™ Donde viven las historias. DescĆŗbrelo ahora