— ¡No grites Gress! ¡No ves que está Candy aquí!Y era cierto, Candy estaba encogida en su lugar del mueble, sus ojitos estaban cristalizados.
— Candy, nena — me arrodille y ella estaba sentada en el sillón de la sala — ¿quieres que te lleve a la casa de la señora Alicia para que juegues con sus hijas? — Can asintió — en una cartera pones los juguetes que quieres llevar. Corre, nena.
Candy corrió rápido a su cuarto, no quería que pase lo que Candy paso en mi infancia. Can le tenia miedo a los gritos cada vez que le alzaba la voz ella se ponia a temblar y llorar.
— Y-ya estoy papi — en una de sus manitos tenia su cartera, su cabeza estaba agachada. Sabia que tenia miedo, me tenia miedo.
Una vez la vi hablando de eso con Emilio, tenia miedo de que me enojara, y que le valla a levantar la mano.
Nunca le he alzado la mano y nunca lo haría.
— Eso no se queda así Marcos, cuando vuelva vamos hablar.
Cerré la puerta de un portazo.
Candy estaba sosteniendo mi mano fuerte, la casa de Alicia estaba en el mismo vecindario que la mía. Tenia dos hijas: Alesandra y Luciana, Ale era un añor menor que Can pero estaban en la misma aula de kinder y Luciana era una niña dos años menor. También vivían con una abuelita muy agradable.
Siempre nos invitaban a comer o a tomar lonche, cuando tenía problemas con Emilio ellas eran mi hombro para llorar, estoy muy agradecido con esas dos buenas mujeres.
Estabamos ya, en la puerta de su casa. Toque la puerta. Salieron dos perritos de color negro a olfatearme a mi y a Can.
— ¡Joaquin! Hola, Can.
— Hola, Ali.
— Buenas tardes, señora Alicia.
— Alesandra y Luciana están en su cuarto. Si deseas ir a jugar con ellas.
— ¡Yei! Nos vemos, papi — me di un beso en la mejilla y pasó a la casa.
— ¿Qué no te vas a quedar?
— Traje a Can, tengo que resolver problemas con Emilio.
— ¿Ahora que te hizo?
— Cuando vuelva te cuento, Ali.
— Okey. Okey, ve Joaco yo cuido a las niñas mientras juegan.
— Gracias, Ali.
[...]
— ¡Joaquin estaba con mi Es-po-sa! Carajo ¿acaso no lo entiendes, mierda? —gritó
— Si,si, si lo entiendo, joder. — le alze la voz — pero ayer era la exposición de MI hija y no podía faltar.
— Ni que fuera la ultima que hará, Joaquin no hagas tanta pelea. Además si fuiste a verla, no sé porque te andas quejando.
— Ayer tu esposa me mandó hacer todo tu pinche trabajo. Tuve que desvelarme para hacer absolutamente todo.
— ¿Y? Para eso estas para hacer mi trabajo.
— ¿Qué hacían viendo ropa de bebé?
— Aw ¿acaso Joaquin Gress está celoso de que su amante valla a ver ropa con su esposa? — acerco su mano pata acariciarme la mejilla, le pege en su mano — no te preocupes, lindo. Te eres el único que me abre las piernas.
— Yo nunca estaría celoso, de una persona como tú. Emilio.
La palma de su mano cayo en mi mejilla, el idiota me pegó. No era la primera vez que lo hacía pero no me iba a dejar. Rasguñé su rostro.
— Idiota — gimió de dolor.
— No me vuelvas alzar la mano, Emilio, largate no quieto que cuando llegue Candy te vea con el rostro rasguñado.
Iba a subir a mi pieza, pero el rizado me lo impidió agarrándome del brazo.
— No te vas, acaso no ves como me dejaste con el rostro rasguñado. No puedo ir así a mi hogar — "hogar" eso era todo menos un hogar.
— Si puedes. Anda que te valla a curar tu esposa.
— Haz lo soy tu jefe — habló con voz dura y ronca. Dios.
— Eso lo dejaste de ser hace mucho tiempo, desde la primera vez que nos acostamos, Marcos.
— Bien que lo disfrutaste, pendejo.
— Tal vez, no lo sé puede que si o también que no, que solo lo disfrutaba para subirte el ego.
— No me hagas reír, soy un Dios en el sexo, Gress — soltó mi brazo, yo empecé a retroceder mientras él se acercaba.
— Eso es lo que piensas.
— Debemos comprarbarlo — me acorralo en una pared, fingiendo embestidas entre la ropa. Dios mio.
Impacto nuestros labios, era un beso con hambre, un beso donde el dominaba. Sus manos vagaban en mi cuerpo, tocándome entre la fastidiosa ropa. Le desabroche la camisa y baje el cierre de su pantalón. Para meter mi mano y empezar a masturbarlo.
— Ya no puedo mas — me cargo haciendo que mis piernas rodearan su cadera y subió escalón por escalón hasta llegar al cuarto donde tantas veces tuvimos sexo.
Esta tarde será muy larga.
***
No hice smutt porque soy mala para eso, sorry.
Tienen alguna duda o teoría:
No se olviden que les amo, nos vemos<3
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Siempre Seré El Otro - Emiliaco
FanfictionUna niña que quería saber porque su papi Mailo nunca dormía en su casa. Y siempre aparecía en los periódicos besando a otra mujer que nunca llego a ser su papi