OUR FREEDOM, eren j. [snk]

🎯ᬄ* 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗖𝗨𝗔𝗧𝗥𝗢.

❝ꓸ᭄ꦿ⃔𝐎𝐔𝐑 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌 ━━━━ 𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫.
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ: ɢʀᴇᴄɪᴀ. 
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AÑO 852

La legión de reconocimiento llevaba casi una semana completa navegando y trasladandose de lugar a lugar para por fin llegar a Grecia, donde se encontraban las murallas de Caria y su enorme poblado. Artemisia estaba completamente nerviosa desde que tomaron rumbo a Caria, no sabía cómo los iban a recibir a pesar de tener a Olympia con ellos de la mano.

Eren al percatarse de la situación, siempre estuvo cerca de su amada, dándole cariños en el trayecto y la animaba a cómo él podía, pues sus memorias no le permitían estar muy feliz que digamos.

— Tranquila, amor. —Eren la atrajo a él de un leve jalón, le dio un beso en la cabeza y la recostó en su regazo.

— Gracias, Eren... —sonrió enternecida—. ¿Tú crees que no me querrán matar?

— No..., y si lo intentan tendrán que pasar sobre mí antes. —jugó con sus cabellos cortos—. Todo estará bien, debes conocer tus raíces.

— Tienes razón. —lo observó. Eren había cambiado tanto física como mentalmente, ahora era más alto, su rostro ya no lucía tan infantil como antes, y su cabello era más alargado, este último Artemisia se encargaba de cuidarselo a Eren, pues a él no le interesaba arreglarselo.

— ¿Cuánto falta para llegar? ¡Siento que mi piel hierve en medio de este desierto! —chilló Sasha en contra de la madera del carruaje.

— ¡Shh! ¡Cuando lleguemos nos darán mucha comida! —Connie le jaló las mejillas.

Eren y Artemisia rieron en bajo aún abrazados en sus asientos. Últimamente se la habían estado pasando bien juntos, nada ni nadie los separaba en todo el día.

— Sí... Esto es un infierno. —Hanji se abanicaba la cara con la mano de Levi, el cuál estaba inmóvil en su lugar.

— Callense, no falta nada. —el capitán entre cerró los ojos.

— El capitán tiene la razón, en unos minutos ya estaremos viendo las murallas de Caria. —avisó Olympia al frente con las manos sosteniendo un mapa—. Orlando hace excelente trabajo montando, seguro llegamos antes de tiempo.

— Sí, bueno... Necesitaré que me paguen por escoltarlos cuando lleguemos. Siento que moriré en camino por esta tipa que no para de hablar. —se quejó en burla de Olympia, ella hizo un gesto de enojo y lo golpeó en la nuca—. ¡Maldita loca!

— Chicos... —Armin estaba igual de acalorado—. No es momento de pelear.

— ¿Qué más da, Armin? Ver a ese par es lo único divertido que he visto en días. —Jean se subió el sombrero para ver mejor a sus compañeros.