Te Odio [TordTom] Temporada #1

Capítulo 31: comunista duro

Mark: Eduardo... abre la puerta, salgamos a divertirnos un rato ¿si?.

... Mark estaba parado delante de una puerta, detrás de la puerta estaba la habitación de Eduardo, y Eduardo acostado en su cama.

¿qué había ocurrido?.

Después del horrible incidente que llevó la horrible muerte de Jon, nada volvió a ser como antes. Para empezar, Eduardo ya no es vecino de Edd. Él y Mark se quedaron en un hotel de la ciudad, Mark quiere arreglar la anterior casa, pero Eduardo ni siquiera puede mostrar señal de querer actuar. Que muriera Jon realmente le dolió.

Mark: Eduardo...

El chico rubio dejó de llamar a la puerta y suspira. Abre sus ojos lentamente y golpea la puerta.

Mark: ¡EDUARDO!.

No se esperaba que Mark se expresara de esa forma, él no era de muchas palabras, siempre era reservado, ya que era vilmente callado por Eduardo, al igual que callaba a Jon constantemente, pero en éstas circunstancias no podía evitar reaccionar como un amigo preocupado.

Mark: ¡abre ya la puerta! *patea la puerta* ¡ahora!.

Era un hotel, pero no podía parar de actuar de la misma forma.

Eduardo: ¡¡CALLAD YA!!.

Mark: ¡No hasta que salgas de allí!.

Eduardo gruñe de fastidio y luego suspira triste, se había rendido... no quería seguir actuando como un pesado ahora... no podía seguir...

"¡oigan!, ¡les pido porfavor silencio!, ¡hay gente que desea hospedarse en un lugar tranqui-"

Mark: cierra el hocico antes de que te saque los dientes con mis puños.

La mirada de Mark era matadora, lo suficientemente intimidante como para hacer que el empleado guardara silencio absoluto.

"H-ha sido reclamado por los demás inquilinos... sin más... m-me retiro".

El empleado se va.

Mark tenía el ceño fruncido, mirando como el desconocido se retiraba del establecimiento, cambió su expresión a una más tranquila y devuelve su atención a la puerta de Eduardo.

Mark: ¿No abrirás?, Eduardo, si no abres, llamaré a un psicólogo o a un consejero.

Eduardo abre la puerta y gruñe, su mirada era de verdadera molestia. A Mark no le dió importancia esa mirada, le sonrió.

Mark: que bueno que hayas salido de allí, Eduardo.

Eduardo: grr... *suspira y vuelve a una expresión de tristeza* ...

Mark: vámonos de aquí, número uno.

...

...

...

Tord: ¡T-Tom!, ¡ah!~, ¡allí!~ ¡¡mmm!!~.

Tom: ya deja de hacer esos ruidos, me incómodas, maldita pasiva.

Tord: ¡tus manos me hacen esto Tom!.

Tom: no debí acceder a hacerte un masaje de espalda *se cruza de brazos*.

Tord: ¡No Tom!, ¡porfavor no pares de hacer eso!.

Tom: y tienes la espalda demasiado tiesa, cargas con mucho estrés.

Tord: ¿¡pero que esperabas eh!?, ¡lo que tocabas eran músculos!.

Tom: ¡cállate Commie! *le da una palmada en la cabeza*.