more than sex - minsung

Departamento

Miró una vez más el lujoso departamento que él mismo había comprado. Y pensar que en parte, aquel departamento había ayudado a terminar con su relación.

Minho estaba en silencio y Jisung agradecía eternamente eso. Aún las lágrimas inundaban su rostro y el mayor solo se limitó a acariciar suavemente su brazo, en modo de consuelo.

-No tienes que contarme nada si no quieres. Y recuerda que estoy aquí como tu amigo. Puedes llorar todo lo que quieras. -le había dicho Minho, cuando habían llegado.

A Jisung siempre le sorprendía que ese Minho amable que le estaba consolado, fuera el mismo Minho agresivo que le jodia el culo durante las noches.

Trató de calmarse suspirando hondo. Las lágrimas habían disminuido un poco, al menos ya no sollozaba tanto al hablar.

-Minho... -le susurró -Felix lo sabe...

Minho lo miró confuso, y pestañeo unas cuantas veces, antes de preguntar nada. No sabía exactamente qué había querido decir Jisung con aquello. El menor mantenía el rostro escondido en sus manos.

-¿Qué?

-Felix lo sabe... -soltó un pequeño sollozo -Sabe de... Nosotros...

Entonces lo entendió. Sabía a lo que se refería. Apartó la mirada, y dejó sus ojos fijos en la pared, para no incomodar a Jisung. Escogió bien una pregunta para hacerle, de todas las que tenía en la cabeza.

-¿Te dejó por eso? -le preguntó Minho al fin, aún sin mirarle. En seguida se arrepintió de sus palabras, al darse cuenta de que su pregunta había estado un poco fuera de lugar -Quiero decir... ¿Cómo lo supo?

Jisung dio un suspiro buscando paciencia. Era eso lo que necesitaba en aquel momento para poder contarle todo a Minho sin empezar a llorar de nuevo.

Entonces le habló de todo lo que había pasado. Desde la primera discusión de pareja que habían tenido, hacía dos años ya, hasta lo que había ocurrido aquella tarde, cuando Felix le había mostrado esas jodidas fotos y le había dejado en aquel maldito estacionamiento que no conocía para nada.

Esto se terminó, Han Jisung.

Aquellas palabras aún sonaban como un eco en su cabeza.

Sus ojos aún estaban cristalizados e hinchados por las lágrimas, pero ya no estaba llorando. Al menos eso lograba tranquilizar un poco a Minho.

-¿Qué pasaba conmigo? -susurró Jisung casi para sí mismo -Yo le quería.

-Le querías... -repitió Minho sin pensar -Ya no le quieres. Por eso te acuestas conmigo.

Jisung le miró con el ceño fruncido y Minho abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que había dicho.

-¿Qué? -la voz de Jisung sonaba molesta. -Minho, por favor, no empecemos. Le quería y aún le quiero. Si no no estuviera llorando porque acaba de romper conmigo.

Minho le dedicó una mirada de decepción, con las cejas fruncidas. Al parecer él y Felix no eran los únicos que se la pasaban peleando, porque por lo visto Minho y Jisung iban por el mismo camino.

-No. Estás llorando porque te echaron en cara la forma sucia con la que juegas. Estás llorando porque te das cuenta de cómo se siente Felix al haber sido engañado. -hizo una pequeña pausa, dando un suspiro y devolviendo la mirada hacia la nada -Pero no, Jisung. No estás llorando porque le quieres. Si le quisieras no te acostaras conmigo. No me pagaras para hacerte lo que él no te hace. ¿O a caso crees que yo estoy contento? Estoy en el medio de una relación, que como te dije ayer, no tiene ningún futuro. O mejor dicho, no tenía ningún futuro. Porque ya Felix te lo dejó bien claro. Se terminó, Han Jisung.

El nombrado se jaló de los cabellos castaños, dando un grito de frustración y se levantó del sofá, camino a la cocina. Abrió el refrigerador y tomó un vaso de agua rápidamente, sin detenerse a respirar.