Cita | parte dos

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Las cosas aquella tarde no resultaron tan terribles como Jisung había temido. Durante su estancia en el auto, había tenido la inseguridad de que aquella cita improvisada fuera a ser un completo fiasco, porque habían más probabilidades de que las cosas entre ellos se basaran en silencios incómodos y algún que otro deseo sexual. 

Pero no fue así.

Para sorpresa de Jisung, la había pasado extrañamente bien en compañía de Minho, sin la necesidad de una mamada, o de una sesión de sexo. 

Fueron a almorzar a un restaurante al aire libre a unas manzanas del parque de diversiones donde irían más darde. Mientras degustaban los deliciosos platillos, conversaban acerca de temas triviales como el instituto, los futuros parciales, sus amigos y algún que otro programa de televisión. Incluso Minho se la pasó haciendo bromas -carentes de gracia, algo bastante habitual en él- y riéndose de los constantes chistes e imitaciones de Jisung. 

Para suerte de Jisung, Minho no había vuelto a tocar el tema del "me gustas Hannie" y las cosas entre ellos aquella tarde habían transcurrido tan naturales como podrían serlo. Se sentía más tranquilo de que Minho no soltara ningún comentario amoroso mientras almorzaban, porque se sentiría tan incómodo y avergonzado como se había estado mostrando en la última semana. Resumiendo, aquello no había parecido una cita en absoluto desde que se bajaron del coche. El nombre "salida de amigos" se ajustaba mejor a lo que habían estado haciendo aquella tarde. 

Okay, salida de amigos estaba bien. No era raro, como lo era salir en una cita con tu folla-amigo

Sin embargo, estaba otra vez esa necesidad que sentía Jisung -y que sentía siempre que estaba con Minho- de tirarse encima de su amigo y comerle la boca a base de necesitados besos, aún cuando estaban en un restaurante, frente a docenas de personas. Quería hacerlo, en serio quería. Ahí estaba el problema de su relación.

A su pesar, le dolía que Minho actuara tan naturalmente, como si eso no fuera más que la salida de un par de amigos. Ellos eran más que eso. Jisung no debería querer que Minho le hiciera en esa cita las cosas melosas y cursis que hacen las parejas, como caminar de la mano, besarse en público, y decir cosas tontas como «me gustas, Hannie». 

Pero lo quería y lo peor, es que no entendía por qué.

Esas mismas cosas cursis había hecho siempre con Felix y nunca le habían particularmente gustado, a decir verdad. Y sin embargo ahora quería que Minho lo besara frente a todo el mundo, y le lamiera el lóbulo de la oreja mientras le decía cuánto Jisung le gustaba. 

Inaceptable. Sencillamente inaceptable. 

—¡Agh! —se quejó Minho mientras estiraba los brazos —Estoy repleto. Con esto no me hace falta comer en dos meses.

Jisung soltó una risita y bajó la mirada.

—No exageres —susurró, en una voz tan dulce que no parecía suya —Conociéndote, estoy seguro que en unas horas ya tendras hambre de nuevo.

Minho bajó las manos otra vez y dejó escapar una carcajada —Mmmh, tal vez —fue lo único que contestó. Cruzaron la calle justo después de haber salido del restaurante y siguieron andando en silencio por la acera de en frente. Iban de camino al parque de diversiones; el sol estaba ocultándose y para cuando llegaran ya sería de noche. 

Jisung concentró su mirada en las manos de Minho que se mantenían a los lados de su cuerpo. Las venas resaltaban en sus fuertes brazos y trazaban un camino desde el dorso de su mano hasta perderse tapadas por las mangas largas de su camisa negra. Mmmh... Quería recorrer ese camino con su lengua. 

Pero, más que eso, quería jodidamente caminar entrelazando esos largos y toscos dedos con los suyos. 

La idea era casi tan ridícula como romántica, pero su subconsciente le seguía repitiendo que era lo que verdaderamente quería. Quería hacer algo romántico, por más que se lo negara a sí mismo. Odiaba a Minho porque no le hubiera dicho ni siquiera una vez en el día un «me gustas, Hannie». Cada centímetro de su cuerpo lo pedía a gritos. Jisung estaba a punto de rogarselo también, aún queriendo bofetearse a sí mismo por ser tan malditamente...

more than sex - minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora