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El amplio jardín de la mansión Idomani mantenía a los trabajadores ocupados, las mujeres asignadas como nanas, cuidaban de los niños en el área verde mientras que ellos jugaban sin temor o preocupación alguna

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El amplio jardín de la mansión Idomani mantenía a los trabajadores ocupados, las mujeres asignadas como nanas, cuidaban de los niños en el área verde mientras que ellos jugaban sin temor o preocupación alguna.

Cuando se pertenecía a la clase alta de Stohess el problema más grande era qué tipo de carne se comería en la cena.

La mansión era de las mas nuevas en la Ciudad, apenas se había construido hace dos años ya que la fortuna de la familia Idomani comenzó a descarrilarse hace solo unos años atrás, antes de tener a la primera hija Idomani.

Los tres niños jugando tomaron un descanso en las escaleras de mármol de la entrada de la mansión, seguidos por las tres señoras que cuidaban de ellos. Se acercaron para ofrecerles bebidas y aperitivos que gustosos tomaron.

El niño de cabello corto y gris fue el primero en tomar algo y de inmediato disculparse por lo que hizo, los otros dos rieron por su acción.

—Lo lamento. —susurró apenado de inmediato mientras regresaba lo que había tomado.

La única niña entre ellos se lo regresó, comenzó a darle más de los aperitivos, él la miró con sorpresa y pena pues no quería que creyeran que era un muerto de hambre como los adultos en la calle solían llamarlo.

—No tienes que disculparte de nada, Alfie. —habló la niña de castaño cabello mientras sonreía después de casi entregarle la charola completa de aperitivos—A mí me gusta que tú comas. —dijo con una sonrisa disfrutando de la comida en su boca.

—Gra... gracias Alice. —contestó Alfie con un rostro rojo gracias a la vergüenza que su amiga le provocó, comenzó a comer junto a sus amigos—Pero esto es mucho. ¿Quieres algo de esto, Nate?

El de cabello plata volteó hacia su rubio amigo de cabello corto, Nathan lo miró y asintió tomando lo que Alfie le ofrecía.

—Gracias Alf. —agradeció el rubio y giró hacia su amiga—Alice, ¿ahora a que jugaremos? —preguntó tomando su vaso de jugo.

Alice dejó su vaso medio lleno en un escalón de su casa, se levantó de su lugar, se colocó frente a sus amigos y sonrío.

—¿A qué vamos a jugar? —preguntó Nathan nuevamente mirando a su amiga de piel color chocolate.

—¡Vamos a jugar a los titanes! —gritó con emoción la morena.

Alfie cubrió sus orejas ante su grito y Alice se lanzó contra Nathan tirándole el jugo encima al rubio.

—¡Alice! —gritó Nate molesto.

Alfie los observaba con una pequeña sonrisa sosteniendo su vaso lejos de ellos, la niña de cabello castaño reía encima del rubio y él solo se quejaba.

El pequeño percance entre Alice y Nate fue interrumpido por el resonar de las campanas de la Iglesia al Culto de las murallas.

Alfie fue el primero en levantarse de su lugar y correr a la reja de la mansión para saber qué era lo que pasaba. Alice se alejó de Nathan y persiguió a su amigo de cabello plata, mientras que dos de las nanas se quedaban con Nathan para limpiar la ropa que Alice manchó, la tercera de ellas acompañó a los dos niños que observaban curiosos la calle.

Don't Let Me Go - [ LEVI ] - [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora