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Coloqué la silla de mi caballo sobre su lomo, no pude dormir en toda la noche y estaba alterada por lo que venía; mi posición, las órdenes que el capitán me había dado

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Coloqué la silla de mi caballo sobre su lomo, no pude dormir en toda la noche y estaba alterada por lo que venía; mi posición, las órdenes que el capitán me había dado.

Observé a lo lejos la larga cabellera rubia de mi amigo, venía hacia mí.

—No pudiste dormir, ¿eh? —dijo él del otro lado ayudándome con la silla de mi caballo.

No era fácil ocultar mis gestos, yo asentí levemente. Alcé mi mirada a él, notó mi preocupación y como el buen amigo que es, intentó calmarme.

—Tranquila Alice, todo saldrá bien. —dijo él dando la vuelta al caballo.

Se colocó frente a mí, sujetó mi mano y la alzó hacia sus labios besándola suavemente. Sonreí.

—Estoy segura que sí, Nate. —susurré y me lancé a él.

Lo abracé con todas las fuerzas que tenía, el intenso olor a canela me invadió, olía tan bien que incluso logró calmarme.

Volteé mi rostro hacia la entrada del cuartel. Mis ojos se toparon con los azules del capitán Levi. Nos observaba con una mirada seria, sin entendernos, sus cejas caían sobre su mirada.

Me separé de Nate y sujeté sus manos devuelta. Él me sonrió.

—Volveremos los dos. —dije viendo a sus ojos claros.

—Lo haremos. —me contestó besando mis nudillos nuevamente con una sonrisa en sus labios.

Mi posición de salida era a la derecha de Eren, una vez que el comandante Erwin diera la señal eventualmente cambiaría. Así lo había acordado con el Capitán Levi, desconozco la razón de porqué yo era la única que no tenía que permanecer cerca de nuestro escuadrón.

Nathan se encontraba a algunos soldados detrás de mí, estaba nerviosa por lo que se aproximaba. Observé a la gente de las calles desde mi caballo, todos nos veían con esperanza, aún la había, sonreí y al fin el comandante Smith dio la señal, íbamos hacia hacia María.

Los primeros minutos fueron demasiado intensos, sujetaba con fuerza las riendas de mi caballo. Un titán anormal apareció a nuestra izquierda, aquellos que aparecieran cerca de Rose no eran nuestro trabajo. El equipo de soporte se encargó de él con alguna dificultad, observé asombrada como se columpiaban entre los edificios y terminaban con el titán.

—¡Idomani concéntrate! —me llamó Erd, volteé mi vista hacia el camino.

Salíamos del pueblo cerca de Rose, ahora solo éramos nosotros, sin ayuda, solo la Legión de Reconocimiento.

El comandante estiró su brazo, señalando que la formación iniciaría y con eso la orden directa que recibí del capitán también. La legión se empezó a dispersar en sus distintas posiciones, yo aún me mantenía cerca de Eren, el capitán estaba frente a nosotros, yo a la espera de su orden.

Don't Let Me Go - [ LEVI ] - [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora