Detrás de Cámaras

26. Los juicios

26. Los juicios

De los admiradores

Iida suspiró con frustración—. Naruto y Midoriya se metieron en este problema ¿por qué tenemos que salvarlos nosotros? —preguntó molesto.

—¡Shh! No digas sus nombres aquí —replicó Neji mirando a su alrededor—. Mejor busca algo para poder sacarlos.

Iida miró a su alrededor, la ventaba de la casa estaba a unos cuantos metros de la barda que no debía medir más de dos metros y medio pero la ventana estaba demasiado lejos para hacer un salto directo—. ¿Qué tal eso? —preguntó Iida señalando una larga madera arrumbada entre viejos y olvidados materiales de construcción.

Neji examinó el tablón—. Servirá para sostener a tu compañero porque es pequeño pero el mío caerá como una vaca —Iida rio ligeramente—. Sin embargo, parece que no hay mejor opción.

Neji tomó su celular—. Siempre carga un celular desechable... por si debes hacer una llamada anónima.

Iida frunció el ceño—. ¿Eso es un celular desechable?

Neji negó—. No, es mío... es mi propio consejo que no sigo.

—¿A quién llamas? —preguntó Iida.

—A la distracción. Guarda silencio —respondió el actor experimentado.

Iida observó a Neji convencido más que nunca que el joven que alguna vez había sido su héroe no era más que un criminal clandestino con aires de grandeza. ¡Que poco sabía de él y cuánto se había equivocado!

—¿Sí, hola, sí? —dijo Neji al teléfono, Iida no logró esconder su sorpresa al escuchar a Neji imitar perfectamente la voz de una anciana—. Me gustaría ordenar una pizza mjm mjm para mis nietos... peperoni, por supuesto, muchas gracias —Neji dio la dirección—. Hijo, toca varias veces... mis oídos ya no son lo mismo que en el 44... Gracias, gracias... aquí los espero —Neji colgó el teléfono.

—¿A esperar? —preguntó Iida y Neji asintió.

—¿Esto es lo que hacen normalmente? —preguntó Iida con molestia—. ¿Entrar a casas ajenas y salir como ladrones?

Neji lo miro, primero molesto y luego ligeramente divertido—. No siempre, algunos días solo vamos por un café o al boliche. Nos gusta jugar boliche... aunque hace tiempo que no vamos.

Iida retiró la vista—. ¿Ellos harían los mismo por ti?

Neji asintió—. Por supuesto.

—¿Incluso Shika... tu amigo con el que estas enojado?

Neji rio—. Claro, y estoy seguro de que él tendría un plan mucho más brillante... no me encanta decírselos, pero, son buenos amigos, eso hacen los amigos.

—¿Son buenos amigos? —preguntó Iida con curiosidad. Él nunca había tenido gente a quien llamar "amigo".

—Lo son —suspiró—, No estamos pasando un buen momento, pero eso no puede borrar todas las cosas que hemos pasado juntos —Neji miró la casa—. Él no esta ahí por idiota, está ahí porque quiere reparar... algunos errores, sin involucrarnos, porque él es un excelente amigo.

Iida observó la casa también—. No lo entiendo.

—Así es mejor —respondió Neji justo cuando escuchaban una motocicleta detenerse frente a la puerta—. Empieza la acción, chico.

Neji fue rápidamente hacia la tabla en el momento exacto en el que Naruto abría la ventana.

Manejando la delgada tabla con tanta destreza como le fue posible pasaron la tabla por encima de la barda hasta la ventana y segundos después Midoriya comenzó a bajar. Iida se apresuró a cargarlo los últimos metros de la tabla y Midoriya le sonrió con complicidad. Por primera vez, Iida observó genuina gratitud en la mirada de alguien, genuina complicidad que podría convertirse en amistad.