Detrás de Cámaras

33. Un final

33. Un final

Un final

Hinata tomó aire y Naruto apretó su mano—. Vamos —dijo sonriendo y ambos bajaron del auto con el paso más decidido y confianza que pudieron actuar.

Gaara y Sasuke bajaron del auto rojo del primer chico vistiendo trajes negros elegidos por Matsuri para la especial ocasión.

La camioneta azul de Neji estacionó detrás del auto gris de Naruto y de ella bajaron Neji y Tenten vistiendo trajes a juego de color azul marino. Se miraron un segundo, disfrutando del momento por el que habían luchado tanto y continuaron su camino a la entrada del edifico.

Justo detrás de ellos la camioneta de Shikamaru, conducida por Erwin, se detuvo. El joven occidental abrió la puerta y Shikamaru caminó detrás de Neji mientras que Temari y Erwin permanecieron junto a la camioneta y los miraron alejarse.

Kiba fue el último en llegar a la puerta del edificio. Sabía que el ruido de la motocicleta alertaría a Eiji así que pisó el acelerador para avisarle que habían llegado. Se quitó el casco y bajo de la motocicleta vistiendo su mejor chaqueta de cuero.

Nadie les cerró el paso en su camino a la oficina superior de LOVE. Era claro que lo estaban esperando.

Neji era incapaz de reprimir su sonrisa. Naruto se sentía un poco menos optimista, pero confiaba en la estrategia armada por Shikamaru y Neji, como siempre.

Cuando llegaron, la puerta de la oficina de Eiji estaba abierta.

El joven empresario los miraba sentado detrás del escritorio, su madre Hisa-san se encontraba detrás de su hijo con los brazos cruzados.

Neji, Tenten y Shikamaru se sentaron frente al escritorio. Kiba, Naruto y Hinata tomaron asiento en el sofá mientras que Gaara y Sasuke se quedaron parados junto a la puerta y la cerraron antes de comenzar la conversación.

—¿Trajiste a todos a ver el espectáculo, he? —dijo Eiji a Neji—. ¿Cómo esta tu bebé?

—Se encuentra bien, gracias por preguntar —respondió Neji sin inmutarse.

—No hay dicha más grande que traer un hijo al mundo —dijo Hisa—, seguro que ahora lo comprendes Tenten... harías lo que fuera para proteger a tu hija.

Tenten asintió mientras cruzaba las piernas—. Sin duda.

—¿Qué vamos a negociar esta vez? —preguntó Eiji entrelazando los dedos sobre la mesa.

—Queremos que vendas tus acciones de SHIPPUDEN a Ivy, todas —dijo Shikamaru.

Hisa sonrió—. ¿Por qué haríamos tal cosa? Las ganancias de Shippuden son un excelente impulso a LOVE.

Shikamaru asintió—. Por que de lo contrario tendremos que quitarles las acciones de una manera poco agradable —dijo.

Hisa sonrió—. Hemos indemnizado a todos los afectados por las cremas —miró a Neji—, excelente jugada quemarte la cara para exponernos, ni yo pude haberlo hecho mejor. Pero utilizaste esa carta muy pronto, Neji y nosotros aún tenemos la nuestra —agregó mirando a Naruto.

Naruto se encogió de hombros—. Hazlo, revela lo que hice —sonrió—. Atrévete Hisa. Hazlo Eiji.

Eiji dejó salir una carcajada—. ¿Vas a exponer a todos? Si lo haces las acciones de SHIPPUDEN terminarán valiendo menos de un dólar —sonrió—, entonces si podría venderles las acciones ¿ese es su plan?

Naruto se encogió de hombros—. Eso no importa —eso era una mentira, pero no podía revelar su nerviosismo ahora—, dile al mundo lo que le hice a Dai.