El Legendario Samurai de las Sombras

7- Solo un dios puede prevalecer en este mundo

[ Por volverse raza semidios se le asignarán 20 puntos extra a cada estadística (sin contar la suerte)

Eso era algo bueno ya que al aumentar esos 20 puntos en cada nivel calificaría como casi un aumento de 12 niveles

Kei por un momento deja de lado todas las notificaciones del sistema y mira hacia delante para observar al dios de la muerte. Entonces se da cuenta de que no hay nadie allí.

- Eh, no está. ¿Ya se fue?

Pero entonces ve una gran lápida de piedra donde antes estaba el dios de la muerte y tenía algo escrito en ella. Allí decía:

“Solo un dios puede prevalecer en este mundo.”

Esas palabras hicieron arder de emoción a Takashi Kei. El creía que el significado de esas palabras era que lo estaba retando, que le decía que se convirtiera en un dios y que peleara contra él. Que solo uno de los dos quedaría en este mundo y no estaba equivocado.

- Bien. Solo te diré esto, no se que rayos seas o si de verdad eres un dios o cualquier otra cosa. ¡QUIERO QUE SEPAS QUE NO TE LO VOY A AGRADECER, NO SE SI ME ELEGISTE A MI O FUE SOLO LA CASUALIDAD DE QUE NO TENÍA ELEMENTO Y PUDE ENTRAR AQUÍ PERO QUIERO QUE SEPAS QUE YO, TU SUPUESTO HEREDERO, NO ESPERARÉ PACIENTEMENTE A QUE MUERAS! ¡ SÉ LO QUE DESEAS, COMO DIOS DE LA MUERTE, DESEAS EXPERIMENTAR LO QUE ES LA MUERTE, POR ESO ELEGISTE UN SUCESOR HEREDERO, PARA QUE EXISTA ALGUIEN QUE PUEDA PELEAR CONTIGO Y HACERTE VER LA MUERTE! ¡ PELEARÉ, PELEARÉ HASTA TRANSFORMARME DE SEMIDIOS EN DIOS Y ASESINARTE. YA QUE SOLO UNO DE NOSOTROS PUEDE PREVALECER EN ESTE MUNDO!

Kei gritó esas palabras con todas sus fuerzas. Aún sabiendo que puede que no las haya escuchado.

En alguna parte del universo…

Habían cuatro persosonas reunidas, estas estaban sentadas. A simpre vista se veían que no eran simples personas normales, de ellos emanaba un aura de grandeza y poder. Esta ya era la tercera vez que se reunían.

- Maldición. ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar? - dijo con un poco de enojo mientras golpeaba la mesa.

El que habló parecía tener una edad de 30 años.. Era musculoso, notándose aún por encima de su camisa blanca ajustada. Usaba pantalón corto apretado de color marrón, sus ojos de igual color que el pantalón. Tenía el pelo corto del mismo color que sus ojos.

- Cálmate. Aunque nosotros triunfamos rápido no significa que ellos lo vayan a hacer también.

La que habló fue una chica, esta se veía de apróximadamente 20 años, una joven hermosa. Sus grandes pechos, su ancha cadera y su bello rostro resaltaban sobre todo. Usaba un bello vestido blanco con adornos color turquesa. Sus ojos y pelo con el mismo color que los adornos de su vestido le daban un toque más de belleza.

- Y ahora ha aparecido un semidios en ese lugar.

La que dijo esas palabras era una chica que parecía tener 25 años, aunque no era ni una pizca de menos bella que la anterior. Su cuerpo era similar a la anterior, grandes pechos, cadera ancha y un bello rostro. Su ropa también era blanca con adornos azul celeste. Sus ojos de color azul y su pelo negro ondeando. Su cara cubierta por un velo casi transparente de color azul claro (ese velo es como el de los chinos que es desde bajo sus ojos hasta bajo su mandíbula.)

- ¿Y qué pasa con eso?

Dijo un chico que parecía entre los 16 y 18 años. Tenía una cara atractiva, sus ojos azules y cabellera rubia solo le hacían aún más díficil de ignorar, seguramente muchas chicas se rendirían a sus pies solo con verlo, pero las mencionadas anteriormente no estaban en ese grupo. El chico que parecía sereno mientras tenía una taza de té en su mano que la aproximaba a su boca. Su ropa consistía en una camisa blanca con líneas amarillas verticales y en un pantalón amarillo con una línea blanca vertical en la parte derecha e izquiera de sus piernas y muslos.