8- Guardianes

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Actualmente, en una mazmorra se encontraba un chico. Ese chico se llama Takashi Kei y desde ese día a ese chico se le otorgó el título soberano de las sombras. No sabe su es una fortuna o una desgracia pero lo que si sabe es que ahora que tiene un elemento, debe ocultarlo del resto del mundo. Actualmente se encuentra en el mismo lugar en que recibió sus habilidades para invocar a sus guardianes.

- Bien, hagámoslo. Invocar guardianes.

Activó la habilidad y tras sus palabras tres sombras empezaron a emerger del suelo y tras un momento las sombras desaparecen dejando atrás a tres personas. Eran dos mujeres y un hombre. Pero espera, ¡¿No eran cuatro?! Y el sistema como si le leyera la mente o… ¿quién sabe? Tal vez si la leyó… hizo una alerta.

[ El guardián faltante es el necromancer Noriyuki Asano ya que no puede ser revivido por el anfitrión. El causante de ello es que después de su muerte los humanos guardaron sus restos con un sello y los mantienen bajo estricta vigilancia para que nadie o algo lo reviva ya que causó un gran desastre para los humanos. Si desea recuperar a este sirviente deberá recuperarlo en el imperio Bram ]

Las personas frente a Kei se miraron un momento, luego miraron a la persona frente a él y su cara de confusión se fueron al intante y se arrodillaron.

- Agradecemos al maestro por elegirnos a nosotros.

Esas palabras las dijo el hombre. El hombre tenía un cuerpo atlético, aunqje estaba arrodillado se notaba que su altura era un poco más alta del promedio, debería ser alrededor de 1.80 y 1.85 metros. Vestía un traje formal, unos pantalones largos de color negro al igual que la chaqueta de mangas largas colocada sobre una camisa blanca y la corbata negra. Su pelo era gris, al igual que sus ojos.

- Le juramos lealtad eterna a nuestro maestro.

Esta vez habló una de las chicas. Por sus orejas largas y puntiagudas se podía adivinar fácilmente que era la elfa nocturna. Usaba unos pantalones cortos de color marrón claro y una camisa corta que dejaba ver su abdomen. Sus ojos eran marrones al igual que su pelo atado en una cola de caballo  y su piel era un poco oscura. En su cuerpo destacaba sus voluminosos pechos y cadera ancha.

- Esperamos que nos use para lo que necesite. Incluso el más pequeño de los problemas y trabajos.

La que habló ahora, ya sea por descarte o por verla se sabe que es la reina vampiro. Vestía una ropa elegante de las damas en la edad media ( de esos que eran apretados de cintura y anchos en la parte de los pies si no me explico bien ) de color rojo principalmente y varios adornos y contornos de color negro. Su piel era bien blanca, un poco pálida y unos ojos rojos. Su cabello era blanco con un adorno de cabello color rojo. Tenía unos pechos normales.

- Yo, el primer rey demonio, Fenrir.

- Yo, la primera reina elfa nocturna, Indrela Tedran.

- Y yo, la primera reina vampiro, Elena Drabeky.

- Le juramos lealtad eterna a nuestro señor. Juramos servirle hasta el fin de nuestras vidas y cumplir cada orden que nuestro señor tenga - dijeron los tres al unísono mientras levantaban sus miradas hacia su nuevo señor.

Kei entendió perfectamente lo que dijeron. Ellos le hicieron un juramento, pero hubo algo que lo desconcertó bastante y fue lo primero que dijeron, lo que dijo Fenrir. ¡¿Cómo que gracias por elegirlos?! El no los eligió, incluso pensó en detener lo que estaban diciendo para preguntarle. ¿De qué rayos hablas? Pero nuevamente como si le leyera la mente el sistema le notificó.

[ Las palabras de Fenrir no fueron incorrectas. En realidad el anfitrióm debería elegir sus guardianes (algo que nadie en este mundo puede) pero como el anfitrión no sabe nada de este mundo elegí a sus guardianes temiendo que eligiera algunos guardianes inservibles.]

El Legendario Samurai de las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora