Sandra como siempre me volvía completamente loca, su olor era tan especial, como florar y sé que me tardaría décadas en describir todo lo que me hace sentir. Solo pensaba en mi cabeza cuanto me gustaría abrazarla por mucho tiempo y confesar lo que siento por ella pero no, sería muy arriesgado. Todos se había ido de vacaciones por 3 meses, era un largo receso y yo no tenía a donde ir.
Pasaban los días y solo veía como entraban y salían de aquí, ni rastros de Sandra, la extrañaba tanto. Una noche se me ocurrió ir a ver su oficina, extrañaba su olor y su carita. Me quede viendo unas fotos que estaban alrededor del escritorio de ella. Encontré un post-it con un correo, parecía ser de la directora, lo anoté rápidamente en otro papel y salí de su oficina. ya que aún estaban quienes limpiaban este lugar entonces no podían verme en ese lugar.
Pase toda la noche viendo el correo y pensando que hacer, si hablarle o no hablarle, era muy impulsivo de mi parte. Además ni siquiera sabía si tenía esposo o hijo o quizás realmente no lo quería creer.
Pensaba en todo lo que podría hacerle, Dios mío porque soy tan caliente. Me encantaría tocarle sus labios y pasar mi mano por su cara, bajar hasta su cuello y respirarle en el oído para que ella me responda con un gemido leve pero demasiado excitante. No aguante más y lleve mi mano hacia abajo de mis bragas y me empecé a masturbar, que rico se sentía pensar en ella, en cómo sus dedos dentro de mi causaban tanto placer que gritar era poco comparado con lo que estaba sintiendo en ese momento. Paré y decidí escribirle un correo.
CORREO
Buenas noche, Sandra. No he pasado de pensar en ti, me tienes vuelta loca, perdóname lo directa, solo quiero que sepas lo mucho que me atraes.Después de un rato, me di cuenta que era la idea más absurda que había tenido. Necesitaba calmarme o acabar pensando en ella. Opte por la segunda y grite como nunca tu nombre.
A la mañana siguiente, desperté encima de mi computador, con mucho frío y dolor de espalda. Me propuse a abrí el correo y borrar lo que había escrito la noche anterior pero me di cuenta que no estaba ni en la pantalla ni en borradores. Oh, oh, oh !!!!SE HABÍA ENVIADO!!!!!!
Entré en colapso al ver que el correo no estaba, quizás soñé que lo escribía pero mis sorpresa fue cuando fui a ver ENVIADOS y ahí estaba. No podía ser posible, ¿cómo pasó? ¿Qué pasó?.
Impacientemente estuve todo el día esperando alguna respuesta, no comí y tampoco logré dormir, estuve con mis ojos pegados al computador a ver si respondía, lo ignoraba o se perdía entre tantos mail que le mandan diario a la señora. Después de casi muchas horas de espera no aguantaba más el sueño y me quede dormida sobre el escritorio nuevamente. No recuerdo cuánto tiempo dormí, solo se que amaneció y me olvide por completo del Mail, si no había contestado ayer, quien dice que lo hará hoy?
Me puse hacer mis trabajos pendientes de las clases, ya que por el tema de mi padre, me dejaron cerrar el semestre dos semanas después y enviarlo por correo a los profesores. Después comencé a decorar un poco más mi habitación, me cree Tinder, nada bueno dentro de eso, creo que estaba cegada por Sandra, es que es inexplicable lo que siento por ella, ahora vive u me atormenta mi mente y no se nada más que pensar en ella. Así pasaron los días, como 5 más o menos y naaaah, me empecé a aburrir aquí, aún quedaban meses para que iniciaran las clases.
Al rato después, decidí escribirle a mis amigas, para matar el aburrimiento y saber al menos algo entretenido de ellas. Prendí el computador y vi un correo en la bandeja de entrada, me alarmé pero vi que era Alondra, fue de paseo por NY con Analy, me contaron lo mucho que se estaban divirtiendo y que si necesitaba algo que contará con ellas. Más abajo habían correos de aprobación al semestre por parte de mis profesores, pero luego para mi sorpresa, había uno sin leer más abajo, era de Sandra, no podía creerlo, mi cara se puso pálida, mis nervios a flor de piel y las ganas de vomitar no paraban, abrí el correo.
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SERENDIPIA, no se brilla sin oscuridad.
Dla nastolatkówAndrea Anacleto, una joven de 17 años, quién es internada en un colegio católico en la Ciudad de Hergueta, Estados Unidos. Ahí conoce a la persona que cambiaría su vida para siempre. Le enseñará a surgir, sufrir, pero también reír y amar. Por otro l...