꧁𝐷𝑖𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖꧂KookV

Capítulo Cuatro

Cuando llego en realidad no tenía ganas de estar ahí, no quería ver al omega, se sentía mejor, pero algo dentro de él aún arañaba con dolor.

Por lo que cuando vio sentado a su próximo excompañero solo pudo sentir una pequeña punzada.

—Buenos días, Jungkook.

—Buenos días.

Se sentó un asiento lejos del omega, su olor de alguna manera era algo molesto.

—ahora llegue primero.

—Si es lo que veo.

—Yo creo que ya casi nos toca pasar.

—...

—¿Cómo te sientes?

—¿Estas intentando tener una conversación conmigo?

—Si, no quiero que terminemos mal.

—Escucha, no tienes por qué hacer esto, tú y yo ni siquiera tenemos que terminar bien o mal.

El omega sentía como un nudo se formaba en su garganta, sabía que Jungkook tenía razón, pero dolía.

—¿Por qué eres tan grosero? Lo único que trato de hacer arreglar las cosas.

—Es que no tienes que hacerlo, solo decidiste ser feliz, no fuerces las cosas porque lo único que me haces sentir es que me tienes lástima.

El Alfa sabía que Taehyung no tenía la culpa, pero aun así su lobo se sentía traicionado.

—Yo no siento lástima por ti.

—Ya no trates de arreglar nada, tampoco te sientas culpable.

—Es que no puedo evitarlo.

Instintivamente el omega se acercó al grande cuerpo de su Alfa para poder sentir su cuerpo. Quería el confort y seguridad que le daba.

—...

Jeon pensó en alejarlo, quería hacerlo, pero por alguna extraña razón no podía.

—Solo cinco segundos por favor.

No saben cuánto tiempo pasó, pero fue más de lo que el omega pidió. La calidez los abrazaba a ambos, tanto que Taehyung casi estaba ronroneando encima del fuerte pecho que lo recibía.

—Chicos es su turno.

Avisó la recepcionista sacándolos de su ensoñación, ambos se separaron con rapidez y evitaron mirarse solo caminaron hacia el consultorio.

—Buenos días, siéntense.

—Hola —Saludo Jungkook dándole una tierna sonrisa al omega de bata— ¿sabes? Ayer se acabó tu comida.

—No me sorprende, apuesto a que nunca habían probado algo tan delicioso.

—En realidad no, todos te estaban elogiando, te hubieras quedado a comer.

—Tenía que visitar más pacientes, pero quizá en otra ocasión.

Alfa y omega estaban muy concentrados hablando que no se dieron cuenta como el ceño de Taehyung se frunció.

—Claro, eres bienvenido cuando quieras.

—Si, pero no me gustaría llegar de sorpresa como ayer ¿Quieres que te pase mi número de teléfono?

—Estaría bien... —No pudo terminar de hablar pues sintió como un pequeño cuerpo se subía al suyo y lo abrazaba llenándolo de olor a cereza— ¿Pasa algo Taehyung?