Capítulo Quince

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—¿A dónde vas?

El omega preguntó mientras se secaba el cabello, en su trabajo le habían dado una incapacidad por su estado grave, por lo que ahora tenía que pasar la mayoría de su tiempo descansando.

—Tengo una Junta de Trabajo Taehyung.

El Alfa se sintió mal al mentirle pero Jin había dicho que era estrictamente necesario que Taehyung no se enterara de la naturaleza de su relación.

—En el tiempo que he estado aquí no has ido a trabajar.

—Al igual que a ti me dieron una incapacidad por el rompimiento del lazo.

El omega se mordió un poco el labio para intentar callar sus palabras, pero no pudo.

—Entiendo, pero ya es de noche y me preocupa que salgas.

Jungkook suspiro con cansancio, no quería hacer esperar a Jin, pero tampoco quería dejar a Taehyung tan alterado.

—No me va a pasar nada, lo prometo.

—Jungkook, por favor, no vayas.

Con prisa Taehyung se levantó del sillón y acercó su cuerpo al del Alfa quedando a centímetros de él mientras lo veía con una mirada suplicante.

—¿Por qué no quieres que me vaya?

Jungkook se sintió hechizado por los bellos ojos cafés que lo miraban con súplica.

—Quiero estar contigo, no has pasado mucho tiempo con nosotros.

—¿Nosotros?

—Conmigo y el cachorro.

El miedo inundó al Alfa cuando Taehyung tomó sus manos y las colocó sobre su vientre, aún no sabía que quería sentir por aquel cachorro, pero tenía algo muy claro, era incómodo.

Iba a retirar sus manos lentamente, pero recordó lo que Jin le dijo, que el cachorro tenía el tamaño de una uva.

Entonces por primera vez se permitió admirar el vientre de Taehyung y sonrió, para después agacharse y pegar su oído contra el estómago del omega.

Quería escuchar algo, pero solo escuchaba agua corriendo, aunque se sorprendió cuando escuchó el corazón de Taehyung latir y Junto con él, latidos más calmados.

—¿Sabías que ahora es del tamaño de una uva?

Jungkook sonrió con ternura al imaginarse que el bebé cabría en su mano y comenzó a mirar el estómago de Taehyung, se miraba más hinchado.

—¿Enserio?

Taehyung no pudo evitar llevar una de sus manos al cabello del Alfa para empezar a acariciarlo.

—Si, es muy pequeñito aún.

Ambos se sonrieron, había algo en aquel momento que hizo que su lazo se fortaleciera.

Y que el Lobo de Jungkook intentará mirar con curiosidad al cachorro que aún estaba en el vientre.

—Jungkookie quiero uvas.

El Alfa se levantó mientras negaba con la cabeza y caminaba hacia el refrigerador.

—Pon una película en la televisión mientras busco tus uvas, por cierto, que sea una de súper héroes.

—¿No te irás?

—No, escuche que acaba de salir una película muy buena y quiero verla.

Ninguno de los dos dijo nada, quizá y solo quizá ambos querían ese tiempo a solas.

꧁𝐷𝑖𝑘𝑎𝑙𝑙𝑖꧂KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora