Capítulo 34

1.7K 126 57
                                    

Los señores Etheling se despiden sin antes prometernos que íbamos a juntarnos nuevamente, mencionan, además, de que esteraban verme en el club para jugar polo. Les miento diciendo que sí, esperaba nunca más ir a jugar, iba a pisar ese lugar solo para visitar a Agatha, nada más. Harper me guiña un ojo, risueña y me da un abrazo como despedida. Su hermano, no deja de verme con los ojos brillantes y me da un beso que dura una eternidad en la mejilla. Se separa por un carraspeo de parte de mi padre.

James me fulmina con la mirada antes de desaparecer, mi padre y Esme vuelven a la sala de estar, según ella, para descansar un poco más. Cuando decido ir a mi habitación, Aaron se para frente mío, interrumpiendo mi paso, y me toma de la mano para conducirme al jardín trasero. Ahí, se para y me mira, directamente a los ojos y trago saliva.

—¿Por qué lo hiciste?

—¿Qué cosa?

—¿Por qué estuviste con ese idiota, Tessandra? —ah, aquí vamos otra vez —. ¿Por qué te entregaste a ese idiota

—¿Sera porque quise? —arqueo una ceja —. Aaron, quería hacerlo y lo disfrute, yo…

—¡Cállate! —me interrumpe —. No quiero que me cuentes nada, simplemente no me entra en la cabeza en porque haz hecho eso con un desconocido.

Aprieto los dientes con fuerza. ¿Cómo le daba la cara para decirme aquello? Era el menos indicado para aconsejar en temas así, ni siquiera sabía si había perdido su virginidad con una chica que conocía.

—Quise hacerlo, Jayden me gustaba y la verdad no tengo porque estar justificándome contigo —chasqueo la lengua —. Es mi vida, es mi cuerpo y siquiera entregárselo a cualquier idiota que me pase por enfrente, lo hare.

—No, tu no —hace una mueca —. Eres Tessy, mi Tessy. Nunca harías eso porque…

—Porque alguien como yo no hace esas cosas, claro —ruedo los ojos. —Deja de suponer cosas que no son —lo interrumpo, confundida —. Nunca te dije nada cuando entraste a mi habitación para acostarte con una chica. Ni siquiera te frene, como lo haz echo tu ahora, para pedirte explicaciones.

—Esa vez estaba borracho —traga saliva —. Y había tomado otras cosas…

—¿Estabas drogado? —abro los ojos, sorprendida.

Aaron aparece arrepentido porque aparta la vista de golpe, y a mí se me prende una lamparita en la cabeza y la voz de Jude se reproduce de manera inmediata también.

No es la primera vez que tu casa fue un punto, Tess. Hubo veces en las que fue 4 noches seguidas.

Oh, rayos.

—Había sido una pastilla, luego fue el alcohol. No estaba en mis sentidos —se lamenta, avergonzado.

—¿Quién te la dio? —pregunto, tratando de no sonar desesperada.

—No recuerdo… yo —suspira — no recuerdo nada de esa noche. Es por eso que al día siguiente no entendía porque no querías hablar conmigo.

Trago saliva mientras lo miro. Pensé que no quería verme, pensé que me tenía rechazo por haber vuelto.

—No quería hacerlo por esa razón —trago saliva, sin poder decirle lo que de verdad quería decirle y preguntarle, casi de rodillas, por qué había dicho que me tenía lastima —. Eso no lo justifica, ¿Por qué te drogaste? Nunca lo hiciste.

—Recién habías llegado, no me buscaste ese día y no me hablaste en los 3 meses que te fuiste —aparto la mirada —. Me moría de curiosidad por saber de ti, no tenía ninguna noticia tuya y estaba preocupado…

Todas las veces que nunca me amasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora