Capítulo 42

2K 116 44
                                    

Holisss jaja
Y por fin llegó el último cap de la historia de nuestra Tessy-bu :(
Les voy a ser sinceras, no quise escribirlo porque no quiero despedirme de ella pero me obligue hacerlo porque la historia de Jude y Kara tienen que conocerla si o si y me lo prometí

Por otro lado en Argentina las vacunas para la gente de mi edad ya son libres asi que....

¡Ya estoy vacunada y la semana que viene me dan la segunda dosis jajaja! así que estuve ocupada yendo con todos mis amigos a vacunarnos y de la emoción de que todos lo estemos ya pospuse un montón este capitulo. Tomemos la responsabilidad de irnos a vacunar así podemos salir pronto para la nueva normalidad, ¡vacunarse salva vidas!

Les prometo que antes del miércoles tienen el epílogo y el capitulo 2 de mi nueva historia qUE TIENEN QUE IR A DARLE UN POQUITO DE AMOR. GRACIAS. CHAU. LAS DEJO CON EL CAP <3



Mi tranquilidad duro una semana.

Phoebe me recomendó no ir al instituto, tampoco salir mucho porque en los medios todavía estaba fresca la noticia de mi escape. Las encuestas se habían disparado desfavoreciendo a mi padre en un inicio, pero luego de que haya salido a decir que me perdí por mi cuenta, las cosas se habían calmado un poco. Me hablaron los diarios más importantes del país y de la unión europea para que pueda contar mi versión. Mi padre no me presionó, no me recomendó qué decir. Me dio la confianza que tanto quería, me dio la libertad que anhelaba y me dijo que podía contar la verdad o no. Se lo agradecí en silencio y luego inventé que me había perdido tomando el tren, porque quería ir a la casa de mis abuelos.

Estuvieron satisfechos con mi testimonio y nuevamente mi padre subió en las encuestas. Dentro de 2 meses serían las elecciones y los números estaban a su favor. Nuestra relación estaba creciendo, ya no había esos silencios incomodos cuando nos quedábamos solos y, para mi felicidad, asistimos a una sesión de terapia con Esme. En ella, descubrí que mi padre tiene muchos miedos, más grandes de los que creía. Uno de ellos era el dejarme sola a mí.

Esme, en privado, me explico que las actitudes que él tomaba conmigo se debían a un exceso de miedo injustificado. Mi padre tenía miedo de lo que el mundo tenía preparado para mí. Tenía miedo de lo que la gente llegara a hacerme y, de una manera no muy sana, me sobreprotegía de todo y de todos.  La manera en que él quería
de cierta forma, protegerme, no hacía nada más que alejarme de su lado y llenándome la cabeza de pensamientos negativos. Cuando contrato a Jayden fue la gota que derramo el vaso y él lo supo, por eso busco a Esme.

James, en cambio, luego de tantas sugerencias, acepto ir a terapia. Venía a desayunar conmigo, también con Aaron, como cuando éramos niños y nos reuníamos en mi habitación para ver películas y comer chatarra hasta reventar. Phoebe fue la indicada para él, siempre lo supe, y cuando tuvo su primera sesión, vino corriendo a contármelo todo y, casi llorando, por fin hablo de mi madre y me pidió perdón. A diferencia mía, James tenía mucho odio dentro suyo. Yo podría estar rota, pero nunca iba a odiarlo porque nunca se me paso por la cabeza descargar mis problemas con él. Estaba feliz que lo haya entendido y, además, aliviada de tener otra vez a mi hermano.

Aaron y yo… estábamos a otro nivel. Nunca se me paso por la cabeza que alguien me amara tanto. A parte de mi madre, siempre pensé que los sentimientos que recibía eran simplemente reacciones que venían adquiridas con el parentesco, con la sangre que compartíamos y lo creí por mucho tiempo. El amar era algo que creía perdido, algo que no podía sentir a pesar de que lo expresaba con acciones. Tuve que aprender a amarme primero para aceptar que amaba a Aaron. Una parte de mí sabia, muy profundamente, que además de no ser digna de él, tampoco se sentía lista para confesar lo que de verdad sentía.

Iba a cenar con él y su familia toda la semana. Sus padres, al igual que el mío, no se sorprendieron cuando le contamos sobre nuestra relación. Nadie de nuestra familia en realidad.

Todas las veces que nunca me amasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora