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(Editado)

Voten y comenten mucho xfas

🫀🫀🫀
—L l y r—

-Papi, ¿podemos ir al centro del pueblo? ¡habrán marionetas!- preguntó Melian emocionado, mientras comían el almuerzo.

Llyr le sonrió con ternura al menor, cargándolo sin un solo problema y sentándolo sobre uno de sus muslos, lo abrazó cuidadosamente y posó un pequeño beso sobre el cabello despeinado del menor.

-Lo siento amigo, pero hoy tengo que encontrarme con alguien.-murmuró con pesar, apoyando su mejilla sobre la cabeza de su hijo.

-Oh.-susurró mirando cabizbajo su plato con una pierna de pollo y patatas.

Llyr suspiró, abrazando al menor solo un poco más fuerte.-Lo siento mucho amiguito, pero es... trabajo. Te prometo que a partir de mañana, no, en cuanto regrese de mi reunión, estaremos  juntos todo el día y haremos lo que tu quieras, ¿si?

-¿Cuando te irás?-preguntó en un susurro, moviendo de un lado a otro el tenedor con su pequeño.

-En tres días.-susurró con tristeza.

Odiaba solo poder ver a su hijo unos días cada cuatro meses, si tenía suerte. Pero eso era mejor.

No quería que su hijo lo viera robar cosas, pelear con hombres a muerte, matar sirenas.

Además, en Seikos, Melian se encontraba a salvo, los piratas raramente pasaban una noche ahí, y era una suerte, puesto que esos piratas solamente le vendían esclavos a la realeza o a la corte. Con tanta gente yendo y viniendo por el pueblo, Melian era invisible, ni sus tripulantes ni sus enemigos sabían que tenía un hijo...y los enemigos que lo sabían, estaban seguros de que había encontrado una manera de esconderlo en el reino de  Ilhux, donde ningún pirata podría entrar si no era con cadenas en las manos.

-No quiero que te vayas-murmuró Melian, tallando el dorso de sus manos contra sus llorosos ojos.

A Llyr se le rompía el corazón cada vez que lo veía así, con un suspiro, cargó al pequeño en brazos y caminó hasta la puerta trasera del local, la abrió de forma brusca y la cerró de una ligera patada, caminó hasta el pequeño risco y se sentó sobre la piedra con las piernas cruzadas.

Abrazó con fuerza a su hijo, al mismo tiempo que su mirada se posó sobre una pequeña concha marina de color blanco reluciente sobre la punta de la roca.

-Lo sé...-susurró, Melian escondió su rostro en el cuello de su padre, agarrando su ropa con sus pequeños puños.-Tampoco quiero irme corazón, te extraño mucho cuando me voy,  pero tengo que hacerlo...

-¿Por qué no puedo ir contigo?-susurró entre el llanto.

-Ya hablamos sobre esto, el mar es peligroso para ti, eres un bebé.-susurró, besando una de las húmedas mejillas de Melian.

-Ya no soy un bebé.-dijo con la frente arrugada y un puchero en sus rojizos labios, incluso estando molesto era tierno.-Tengo seis, soy grande.

-Esta bien...niño grande.- rió, levantando a Melian con sus brazos, lo lanzó al aire y lo atrapó sin vacilar, sacándole una infantil y hermosa carcajada al menor.

-Otra vez.-pidió entre risas. Llyr no se negó, continuó lanzándolo al aire para después atraparlo y besar sus mejillas rojizas.

Todo bajo la curiosa mirada de Mavra, que no llegaba a ver sus rostros, pero podía escuchar todo.

—🫀—

Entró al castillo real acompañado de Aeron, Rhys y seis hombres más.

The goddess' heart 🫀 beta versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora