FRIENDS || RYEJI

10

Si somos amigas, no hay nada que yo pueda hacer.

Ignorar el fuerte latir de su corazón, el temblor de sus manos, y en ocasiones, la presión en su pecho, se había vuelto normal para Ryujin en este ultimo mes, tambíen para Yeji aunque ella no se diese cuenta. 

Este ultimo mes las mejores amigas habían vuelto a su rutina no tan rutinaria, salir de repente a cualquier lado, ver películas, bailar a mitad de la noche y por supuesto, convencer a Chaeryeong para que cambiara de habitación con la pelinegra algunas noches, lo que no sabían, era que la chica solo les pedía favores sin pensar, a ella no le molestaba pasar tiempo con Yuna y era gracioso ver a sus amigas hacer tonterías con tal de que Ryujin pasara la noche con Yeji.

—Ya duerme. —la voz de la pequeña pelinegra, asustó a la castaña.

—Dios, Ryujin, creí que estabas dormida —susurró alejándose de la morena, pues no podía ver su cara ya que estaba acurrucada en su pecho—. Estoy nerviosa.

—Todo saldrá bien, te dirá que si. —habló rápidamente, no quería entablar una conversación sobre Jisu ahora, y menos con Yeji.

—¿En serio crees eso?

—Yo te diría que si...

—¿Eh? —Ryujin había hablado muy bajito.

—Nada —bostezó volviendo a abrazar a la mayor—. Si no vas a dormir me iré a mi habitación.

Mentira, sabía perfectamente que no iba a irse, no podía. No quería.

—Bien bien. 

Volvieron  a la posición en la que estaban, Ryujin en el hueco del cuello de la mayor y esta ultima con la cabeza demasiado arriba, puede que suene incómodo pero cuando se trata de Shin Ryujin lo incómodo se vuelve muy cómodo, al menos para Yeji.

—Entiendo que estés triste, pero el puré no tiene la culpa. —habló Yuna al ver como Ryujin desquitaba lo que sentía aplastando aún más aquel puré de papas con una cuchara.

—No estoy triste, Yuna.

—¿Celosa?, ¿Molesta? Aún así el puré no tiene la culpa, y yo tampoco —regañó por como le había hablado—. No sé quien es más idiota, si Yeji por no darse cuenta o tu por no decirle —la morena iba a protestar pero la menor la calló levantando un dedo—, tu la perdonaste por algo que no hizo y encima no le dices nada de tus sentimientos, acepta las consecuencias.

A la mayor no le quedó más que hablar entre dientes, Yuna tenía razón. Yeji llevaba semanas hablándoles de lo mucho que Jisu le gustaba y de como tenía pensado invitarla a salir, hoy era el día.

—¿Consecuencias de que? —interrumpió Yeji sentandose a un lado de Ryujin, la más pequeña casi se atraganta con su comida del susto.

—¡¿Quieres que muera?! —dramatizó la menor dándose golpes en el pecho, haciendo reir a sus dos amigas.

—Lo siento, lo siento —habló la mayor entre risas, apoyando su cabeza en el hombro de Yuna—. ¿De que hablaban?

—De nada. —contestaron ambas al mismo tiempo.

Antes de que la castaña volviera a preguntar algo, Chaeryeong apareció a su lado, junto a Jisu.

—¡Jisu! —gritaron Yeji y Yuna, ambas se vieron rápidamente— ¿La conoces?—repitieron.

—Supongo que no hace falta preguntar si puede sentarse aquí. —comentó Chaeryeong tomando asiento al lado de Ryujin— Ven, Jisu.

—No quiero molestar, solo venía a hablar con Yeji.

—¿Conmigo? —la chica delante de la mesa asintió, se sintió algo tonta por preguntar eso. No había otra Yeji ahí.

La castaña se puso de pie, alejándose de la mesa junto a la chica algunos metros.
Ryujin pasó su jugo junto con el nudo que empezaba a formarse en su garganta, probablemente le esté pidiendo salir.

—¡Ryujin! —la voz de Chaeryeong hizo que levantara la cabeza—. Mira lo que puedo hacer.

La chica colocó lo que parecía ser una aceituna en su frente equilibrandola, desgraciadamente no duró mucho y termino rodando hasta su ojo, el grito de su amiga las hizo reír más que asustarlas. Yeji ya no estaba ahí, en algún momento debió salir de la cafetería acompañada de Jisu, pero Ryujin estaba muy ocupada intentando hacer lo mismo que Chaeryeong y riendo como para darse cuenta.

No sé que estoy haciendo, solo sé que ya quiero acabar esto.

Gracias por leer ♡.