5

1K 111 76
                                    

Deberías saber que los amigos duermen en otra cama.

La castaña había aprendido dos cosas nuevas en las dos últimas semanas. Uno, no puedes acostarte con Ryujin por más de media hora o se dormirá. Dos, Ryujin tomaba un trozo de cáscara de mandarina en su mano y lo dejaba en el pequeñito espacio entre su rostro y el cuello de la mayor. ¿Por qué? Porque según la menor, el cuello de Yeji era calientito, y todo se volvía mejor si olía a mandarina.

—¿También haces esto con Yuna? —preguntó la castaña de repente.

—Lo hago con todas las chicas.

—Entonces ya no quiero que lo hagas conmigo —Ryujin rió—. ¿Qué?

—Estás celosa.

—Claro que lo estoy —alzó la voz quitando el trozo de cáscara de su cuello haciendo que un puchero se formará en la boca de la morena—. Eres mi mejor amiga, deberías hacer ciertas cosas solo conmigo.

—¿Cómo esto?

Al igual que las últimas veces que se encontraban solas, Ryujin subió un poco su cabeza, tomo el rostro de Yeji y comenzó a besarla. Ambas habían descubierto lo diferentes que eran al besar, la mayor lo hacía lento, demasiado algunas veces, mientras que la menor metía la lengua de buenas a primeras en la boca de la contraria.

—¡Ryujin-ah! —rió en medio del beso, separándola— ¿Qué haces?

—¿De qué hablas? —su mirada se tornó de una confundida a una asustada—. ¿No te gusta?

—Claro que me gusta, pero es mejor si lo haces un poquito más lento —explicó usando una voz aguda al momento de decir "poquito", alargando la letra "i". La menor solo la veía con ojos entrecerrados tratando de entender—. Ven —suspiró, ahora ella fue quien tomó el rostro de Ryujin—, no vayas a meterme la lengua hasta que yo te lo diga, ¿De acuerdo? —la morena sonrió moviendo sus cejas juguetonamente. Yeji se sonrojó— ¡En la boca idiota, hablo de la boca!

Ryujin no soportó y estalló en risas mientras que la castaña golpeaba su hombro y se cubría el rostro, a veces se preguntaba si en verdad Yeji era mayor que ella, algunas veces podría ser una chica de su misma edad y otras parecía su hermana mayor.

—Ya no te enseñaré.

—¡No no! —se quejó con un puchero—. Ya no dije nada, ni siquiera me estoy riendo —la mayor mantenía una mirada seria—. ¡Por favor!, ¿Qué voy a hacer si algún día beso mal a la persona que me gusta?

—¿Te gusta alguien? —Yeji de repente había olvidado lo que había pasado, prestando total atención a Ryujin.

—No —contestó honestamente—, pero, algún día alguien me gustará, ¿Verdad? —Yeji asintió.

—Pero no te enseñaré para que beses a alguien más igual que a mi —Ryujin volvió a reir— ¡¿Ahora que?!

—¡Celosa! —tarareo la menor con voz aguda volviendo a abrazarse a Yeji—. No besaré a nadie como a ti tonta, eres mi mejor amiga, los demás solo son...los demás.

—Las amigas no suelen estar siempre en la misma cama, ¿Sabías? —la pelinegra negó en su cuello, haciendole cosquillas con la nariz.

—No somos como las demas.

Y tenía razón, no lo eran.

—Yeji —volvió a hablar Ryujin después de unos minutos, recibió una palmada en el trasero que la hizo reir—, Yeji unnie —se corrigió. ¿Si?, recibió como respuesta—, ¿Puedes besarme cómo yo lo hago?

La castaña en ningún momento apartó la vista del techo, pues sentía como la menor la estaba mirando— ¿A que te refieres? —preguntó sintiendo como Ryujin se movía, ahora la estaba mirando, ya no podía seguir mirando hacia arriba porque el rostro de la pequeña estaba frente a ella.

—Tu jamás, ya sabes, metes la lengua, siempre lo hago yo —explicó acercándose a sus labios—. Por una vez, quiero sentir como lo haces tu primero —ninguna dejaba de llevar sus miradas de sus ojos a sus labios—. ¿Por favor? —susurró rozando sus labios.

El ambiente ahora era pesado, el olor a mandarinas se había ido, el sonido de los pasillos desapareció, al igual que una de las manos de Yeji debajo del cabello de Ryujin atrayendola para al fin besarla. De nuevo, fue lento, aunque solo por unos segundos. La mano libre de Yeji tomó de la cadera a Ryujin para que terminara de estar encima de ella, la castaña no era muy fuerte como para cargar alguien, pero en este momento pesaban más las respiraciones que la misma Ryujin.

La menor no perdió el tiempo y empezó a acariciar los costados del cuello de la contraria con ambas manos, incitándola a al menos rozar su lengua con sus labios, pero aún no pasaba. Yeji mordió su labio de una forma malditamente suave y lenta llevándolo hacia atrás, en ese momento ambas abrieron los ojos cruzando miradas y manteniéndolas, la mayor le guiño, en otro momento, la morena se hubiese reído ya que Yeji apenas y puede guiñar, de no ser por lo sexy que fue.

Volvieron a unir sus bocas, las manos de Ryujin seguían en el mismo lugar, pero las de la contraria estaban en su cadera, tratando de encontrar el final de aquella camiseta que la pequeña usaba. La menor hizo un movimiento hacia atrás con la intención de reclamarle, la castaña apenas sintió como se separaba subió una de sus manos a su nuca acercándola de nuevo, metió la otra debajo de la camiseta apretando levemente la piel de ahí y metió la lengua en su boca. Todo esto pasando al mismo tiempo hizo gemir a Ryujin, y a la mayor separarse sorprendida.

—¿Acabas de-

—¿Yeji, estás dentro? Olvidé mi llave. —golpes en la puerta interrumpieron.

—Es Chaeryeong, espera aquí y finge dormir por si acaso.

Ryujin obedeció quitándose de encima de Yeji, está última tomó un pañuelo y limpio su boca. Caminó rápido hacia la puerta y abrió.

—¡Chaer! —saludó sonriente hasta que noto a la chica que venía con ella—, y amiga de Chaer.

—Se llama Jisu —habló la contraria pasando por un suéter, un grito salió de ella cuando vió a Ryujin dormida— ¡Dios, podrías avisar que está aquí!

—Lo siento, estábamos jugando y se quedó dormida.

—Bien, nos vamos, ¡Adiós unnie! —se despidió la más pequeña de las castañas. Jisu se despidió agitando su mano.

¡Eso fue asombroso! Quiero hacerlo siempre con Yeji. Pensó Ryujin.

Jisu, que lindo nombre. Pensó Yeji.

 Pensó Yeji

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
FRIENDS || RYEJIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora