Capítulo 21

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Silvia.

A Gabriel le dieron una semana para decidir. Él no tiene opción y la verdad no quiero que pierda gran parte de su dinero por romper un contrato que falta muy poco para que termine. Entonces decidí hablar con él presidente de la empresa. Él y yo tendremos una reunión larga. Germán es un hombre mayor y sin familia. Su esposa falleció y no tiene hijos.
Voy a su oficina, él me espera sentado mientras entro golpeando apenas la puerta. El quiere ponerse de pie pero lo detengo.
Silvia- no se moleste.
Germán- siéntate Silvia.
Silvia- No quiero hacer largo todo esto. Estoy totalmente agradecida con usted, me dió la oportunidad de empezar a ganar dinero para mis estudios y me trató tan bien que hasta conocí a su esposa.
Germán- gracias a ti falleció feliz, no sé cómo hacías pero llegabas y ella reía. Reía tanto, cantaba, bailaba y también me hiciste feliz por eso a mí.
Silvia- Yo los Quiero a los dos. La extraño tanto, me costó pensar que ya no la vería más.
Germán- recuerdo tu reacción al darte la notícia. No sabía todo el cariño que le tenías. Ella te veía como esa hija que jamás tuvimos.
Silvia- ¿Usted está bien?
Digo alcanzando su mano através de la mesa del escritorio. El mira nuestras manos unidas y asiente.
Germán- estaré bien... Estoy orgulloso de todo tu evolución, empezaste aquí limpiando y mírate ahora.
Silvia- todo gracias a usted.
Germán- no. Todo gracias a tu dedicación, a tus estudios y esa actitud tuya. Todo es resultado de tu esfuerzo.
Silvia- sin embargo tengo que decirle que no podré seguir... Vengo a dejar disponible mi renuncia en caso de que no puedan esperarme... Aunque no pretendo eso porque no sé si...
Germán- No puedes renunciar.
Silvia- es que Gabriel y yo nos vamos a Brasil. Nos casaremos y nos iremos.
Germán- Sé que se debe ir pero... Escucha Silvia. Quería que habláramos porque quiero que leas este papel.
El me entrego un papel, leí pacientemente cada párrafo y cada vez me sorprendía más.
Silvia- ¿Yo?... ¿Por qué?
Germán- Eres como una hija para mí y lo fuiste para mí esposa. Yo ya no creo que pueda hacerme cargo completamente de todo y por eso te nombré mi heredera universal.
Silvia- pero es que yo... No entiendo.
Germán- esta empresa es lo que es gracias a ti.
Silvia- los dos trabajamos juntos, fue gracias a los dos. Ambos pasamos horas sin descansar.
Germán- pero yo ya no necesito esto. Vi el esfuerzo que le pones a cada proyecto. Esto es tuyo, no cuando me muera sino cuando firmes ese papel.
Silvia- pero... ¿Yo?
Germán- si... Tú.
Silvia- Es que yo ya decidí ir con Gabriel a Brasil. Además... Estoy embarazada y para que Gabriel no se pierda ni un minuto de cómo va creciendo su hijo decidí ir con el.
Germán- ¿Tendrán un hijo?... Te felicito Silvia.
Silvia- muchas gracias... Es el primero que lo sabe luego de Gabriel.
Germán- tendré un nietito o una nietita.
Los ojos de Germán se iluminaron. Su sonrisa apareció luego de mucho tiempo sin poder hacerlo. Camine rodeando su escritorio y lo abracé.
Silvia- va a ser el mejor abuelo del mundo. Prométeme que irás a la boda y estarás cuando presente a mi bebé.
Germán- obvio que si... Te felicito de corazón. Mereces cosas bonitas en tu vida.
Me pongo de pie frente a él, observa mi vientre de apenas dos mes, aún no se nota nada.
Silvia- lamento hacer esto ahora. Pero no sé cuánto tiempo este en Brasil, puede ser más de un año.
Germán- No voy a aceptar tu renuncia, trabajarás por internet. Y solo vendrás cuando sea muy necesario. Mientras yo me encargaré de algunas cosas.
Silvia- no puedo aceptarlo.
Germán- firma porque sino sabré que no me quieres.
Silvia- No me haga esto... Eso se llama chantaje... ¿Y si le fallo?
Germán- ¿Silvia Navarro insegura?
Silvia- es que tengo miedo. Primero de ser una mala esposa, una mala madre y también ser mala en mi trabajo.
Germán- eres la mejor, conoces a la perfección a cada empleado y cada movimiento de la empresa. Con respecto a lo otro serás la mejor madre y una buena esposa.
Silvia- no sé.
Germán- trabajé mucho para esto y sé que en tus manos todo estará bien.
Silvia- ¿Está seguro?
Germán- muy seguro.
*

Voy de camino a casa de mis padres, Gabriel y yo daremos varias noticias. Pienso en lo que Germán me propuso y es razonable... Solo que podré viajar cuando ya tenga a mi bebé en mis brazos. Ojalá pueda llegar a eso.
Germán y yo nos conocemos mucho. Pasamos horas de trabajo y comidas en medio de tantos papeles que debíamos leer y trabajar sobre ello. Por supuesto lo quería como un padre, incluso llegué a pasar más tiempo con el y su esposa que con mis padres.
Firmé los papeles y al finalizar él me miró con ese brillo en sus ojos que se le hace cada vez que está feliz y emocionado. Agradezco cruzarme con una persona como él. Voy a seguir mi trabajo pero online, será más difícil pero siempre estaré al pendiente.
Llego a casa de mis padres, ellos me reciben con el cariño de siempre. Esperamos hasta que Gabriel llega, cenamos y llegó la hora de decir todo.
Silvia- Familia tengo algo que decirles.
Julia- dinos.
Silvia- Gabriel y yo somos novios... Y no solo eso.
Gabriel- Le pedí a Silvia que nos casaramos.
Silvia- y yo dije que sí.
Leandro- ¿van a casarse?
Silvia- si... ¿Por qué no?
Leandro- tú no querías casarte.
Silvia- ahora sí.
Mi papá se levantó a abrazarme y decirme lo feliz que está. También mi madre hizo lo mismo.
Silvia- pero aquí no termina todo. (Tomo la mano de Gabriel) papá, mamá, Leandro... Estoy embarazada.
Los tres hicieron el mismo gesto de asombro pero con una sonrisa amplia.
Silvia- solo son dos meses pero queríamos decirles antes de...
Leandro- ¿antes de que?... ¿Hay otra notícia?... Mi corazón ya no aguanta otra cosa más.
Julia- ¿hay más?
Gabriel- Si... Silvia y yo nos vamos a vivir por un año a Brasil.
Julia- ¿Que?
Leandro- ¿osea que no te veremos con tu vientre abultado?
Silvia- No... También...
Julia- ay no... ¿Que?... Me asustas.
Silvia- nos casamos mañana.
Leandro- ¿Por qué esa rapidez?
Silvia- porque nos amamos y nos queremos ir ya casados.
Rodolfo- ¿Estás segura hija?
Habla por fin mi padre. Asiento y sonrió totalmente feliz. La cena pasa entre miles de preguntas de mi familia tanto a mi como a Gabriel.

*
Ya regresamos a casa, decidimos dormir por separado y vernos en el registro civil mañana. Es una locura tremenda pero, Gabriel será mío y de nadie más. Al menos pienso eso.
Duermo apenas me recuesto en la cama porque sé que mañana será un día muy ocupado.

A la mañana siguiente abro mis ojos encontrandome a mi madre, grito del susto.
Julia- perdóname hija... ¿Estás bien?
Silvia- si mamá... ¿Que haces aquí?
Julia- ayudarte... Levántate y bañate mientras dejo todo listo. Gloria va ayudarme.
Silvia- dile que ella está invitada, también las niñas... No les pude avisar antes.
Rápidamente me baño y al salir mamá junto a Gloria me ayudan en exactamente todo. Veo mi reflejo una vez lista. Él vestido es blanco y largo pero nada llamativo. Mamá me peino con la mitad de cabello recogido, y me maquillo natural.  Realmente me gusta mucho lo que veo.
Silvia- ¿Le gustará a Gabriel?
Julia- estoy segura que si.

Pasan minutos que parecen horas, pero por fin ya estoy en espera de Gabriel. Lo cierto es que sé que su madre no va a venir porque no tomó bien la noticia. Pero de todos modos yo amo a su hijo y no voy a dejarlo.
Luego entramos a la sala y Gabriel está perfectamente peinado y vestido de traje gris. Tomo su mano y la ceremonia empieza. Él me mira con ese brillo especial en los ojos y me sonríe.
De pronto siento la tensa mirada, al voltearme es su madre, pero ya no importa porque solo nos falta firmar. Al hacerlo me siento dueña de él, no debería sentirlo de ese modo pero no deseo perderlo por más que...
Alejo todos los pensamientos y beso los labios de mi ahora esposo. Todos aplauden menos ella. Pero estoy feliz. Muy feliz.
Preparamos una comida en mi departamento, comemos todos hasta que de apoco se van los invitados quedando solo la madre de Gabriel y nosotros.
Ella es una mujer muy fina, su vestimenta es perfecta y sus joyas son valiosas. Tiene el cabello corto y rubio y su mirada es siempre soberbia.
Eleonora- Hijo, espero que seas feliz. Yo me tengo que ir.
La mujer no se despidió de mi solo se fue. Por más dinero que tenga lo corriente no se le va nunca.
Silvia- Que grosera tu madre.
Gabriel- lo siento amor.
Silvia- Me odia... Y yo no le hice nada.
Gabriel- lo lamento tanto.
Silvia- ya dejemos ese asunto y ve a mi habitación. Espérame que tengo una sorpresa para ti.
Gabriel- ¿Que es?
Silvia- espérame... Ponte cómodo.
Gabriel se va mientras me meto al baño y veo la caja que me regaló alguien a quien quiero mucho. Abro la caja y veo un conjunto en color negro con una medias de red en el mismo color. Suelto mi cabello y lo alboroto para que quede desprolijo. Los zapatos son de tacón alto también en negro. Cómo mi vientre aún está plano me queda perfecto. Pinto mis labios de rojo y camino lento hasta la habitación.

 Pinto mis labios de rojo y camino lento hasta la habitación

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Silvia- ¿estás listo amor?
Gabriel- muy... ¿Y tú?
Silvia- también.
Camino sensual ante la atenta mirada de Gabriel que me mira de pies a cabeza mientras sonrie. Sé que le gusta lo que ve por su mirada. Me acerco lentamente a el y beso sus labios.

¿Esto es Amor? (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora