Capítulo 22

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Silvia.

Estoy en el mes octavo de mi embarazo, todo transcurrió con antojos y sensibilidad. No voy a decir que fue buena la convivencia porque hubo de todo pero últimamente muchas discusiones porque Gabriel ya no pasa tiempo conmigo. Yo trabajo aún desde la computadora, contraté a una mujer para que me ayude en la casa porque yo no tengo tiempo de hacer los quehaceres.
Ahora estoy esperando a Gabriel. Es 2 am. Estoy en pijama sentada en la sala mientras las luces están apagadas. De pronto escucho las llaves sonar, Gabriel enciende la luz y da un pequeño salto al verme. Su camisa está desarreglada, no lleva corbata y tiene su saco en sus manos.
Silvia- ¿De dónde vienes?
Gabriel- estoy muy cansado Silvia. Mañana hablamos.
Silvia- no. Ahorita me dices de dónde mierda vienes.
Gabriel- se nos fue la hora, pero cerramos ese maldito contrato.
Silvia- ¿Me estás engañando?... Se sincero.
Gabriel- claro que no... Silvia, te amo a ti.
Silvia- veme... Ya no soy como antes y tú... Hay mujeres mucho más bellas que yo.
Gabriel se acerca y acaricia mi mejilla con sus dedos. Besa mi frente y luego acaricia mi vientre.
Gabriel- este bebé representa nuestro amor. Yo con la única que quería tener una familia es contigo y ahora que te tengo no te voy a dejar de ir. Mucho menos voy a dejar de enamorarte día a día.
Silvia- ¿Entonces aún me amas?
Gabriel- claro que sí... Solo que estaba estresado, el cliente quería que utilizará cosas nuevas respecto a sistemas y tuve que aprender. Le presente mi propuesta y le gustó entonces mañana firmamos.
Silvia- 2 am Gabriel.
Gabriel- es que... Debo contarte algo. Es sobre mi madre y yo.
Silvia- ¿Que?
Gabriel- estoy cansado... Juro que mañana te cuento todo.
Silvia- Nos vamos a bañar juntos y luego a descansar.
Gabriel- ¿Estás enojada?
Silvia- tu mirada es sincera... Ven.
Tomo su mano y caminamos hasta el baño. Lentamente lo desnudo y el a mi. Ambos sonreímos y beso sus labios para luego meternos de lleno en la ducha.
Silvia- Eres todo para mí... Eres mi gran amor... Puedes decirme todo, juntos vamos a solucionarlo.
Trato de calmarlo porque sé que está estresado y necesito que no cargue todo el peso en sus hombros porque para algo soy su esposa.
Gabriel- ¿en serio?
Silvia- no lo dudes amor... Ahora solo disfruta de este baño caliente.
Gabriel cierra sus ojos y mientras beso sus labios aferrandome a el más y más. Acaricio su espalda y luego con besos cortos coloco algo de shampoo en su cabello y masajeo mientras dejo más besos en sus labios.
Al terminar nos secamos bien y vamos a recostarnos. Acaricio su pelo hasta que siento que esta dormido, luego lo hago yo.

Al siguiente día, él no despierta entonces decido levantarme. Me visto con una camisa blanca, jeans y botas largas. Dejo mi cabello sobre los hombros y cubro mi cuello ya que hace algo de frío. Voy a desayunar mientras pienso en que puede pasar entre Gabriel y su madre. Luego siento los brazos de el rodeando mi cuerpo y me besa en la mejilla.
Silvia- amor... Ven a desayunar conmigo.
Mientras la mujer sirve el desayuno para Gabriel, notó que está nerviosa y es porque Gabriel viene sin camisa.
Silvia- ve a ponerte algo.
Gabriel- ¿No te gusta?
Silvia- ve... Ahora.
Digo con autoridad, él capta la información y va directo a ponerse la primer camisa que encuentra. Vuelve y desayunamos mientras observo a esa mujer.

Tengo celos.

Gabriel- te voy a contar.
Silvia- tienes que hacer las compras porqué necesito frutas.
La mujer asiente y se va mientras Gabriel sonríe.
Silvia- No me gustó cómo te miró. Y siempre está queriendo escuchar nuestra conversación. Ayer la escuché hablar de nosotros con alguien. ¿Quien querría saber de nosotros?
Gabriel- mi madre... No me deja en paz.
Silvia- me odia... Pensé que al saber que espero un bebé se calmaría.
Gabriel- hace dos años estaba por perder mi dinero, porque resulta que invertí en un negocio donde solo salí perdiendo. Tenía problemas y madre me prestó mucho dinero. Yo desde que soy muy joven empecé a trabajar y estudiar porque mi madre es muy complicada. Es intensa y yo no quiero deberle nada.
Silvia- ¿Tu mamá?... ¿No sé llevaban bien?
Gabriel- ella en realidad no es mi madre. Mi padre se casó con ella cuando yo tenía un año de edad, ya te imaginarás... Me trató con desprecio y me cobró cada cosa que comí. Frente a los demás es buena conmigo pero en realidad no me quiere.
Silvia- ¿Por qué no me dijiste?
Gabriel- ella no quiere que nadie lo sepa... Pero tú eres mi esposa.
Silvia- ¿Que harás?
Gabriel- en 3 meses tendré un muy buen dinero y se lo daré a ella para terminar de pagarle todo.
Silvia- déjame ayudarte, estoy segura que te pedirá más.
Gabriel- está bien... De verdad quiero estar tranquilo y ya falta poco para el nacimiento de nuestro bebé.
Silvia- por eso estabas estresado y hasta distante.
Gabriel- perdóname... No fue fácil. Me costó conseguir mi dinero y así invertirlo. Germán fue buena persona conmigo y gracias a el pude tener lo que tengo y mas.
Silvia- mi amor...
Gabriel- No quiero que ella te lastime, es muy cruel con sus palabras. No quiero que nadie te haga llorar, tú eres preciosa y tan buena persona que mereces personas buenas.
Silvia- te hizo mucho daño ¿Verdad?
Gabriel- mucho... Tantas humillaciones, frente a la "sociedad". Por eso jamás voy a esas fiestas que arma ella. Jamás dejaba que esté con papá, decía que yo siempre iba a estar solo porque nadie me amaría. Todos los días me lo repetía y tuvo razón.
Me levanto y lo abrazo al ver que su rostro está empapado de lágrimas.
Silvia- mi amor... No... No digas eso, jamás vuelvas a decirlo porque aquí estoy yo, mírame...
Ahora sé porque siempre tiene miedo de quedarse solo. Acaricio mi vientre y hago que su mano toque a la vez que el bebé se mueve.
Silvia- estamos juntos los tres y siempre lo estaremos. Yo te amo y te prometo que no estarás solo jamás. ¿Me oyes?
No me gusta prometer porque luego tengo que cumplir si o si, eso siempre lo tuve claro. Pero solo dije lo que siento. Gabriel llora abrazándome más. Juro que siento todo su dolor, debió ser horrible vivir eso todos los días.
Silvia- no te voy a dejar... Tú tampoco ¿Verdad?
Gabriel- no... Jamás te dejaría porque te amo a ti y a mi hijo o hija.
Silvia- No voy a dejar que esa mujer te siga haciendo daño. Mañana mismo le pasó a su cuenta todo lo que le debes, consultaré con un abogado.
Gabriel- Es tu dinero.
Silvia- cuando tú tengas el dinero que te dejará ese proyecto me lo devuelves. ¿Me dejas ayudarte?
Gabriel- está bien... Gracias, que haría yo sin ti amor.
Silvia- esa mujer no se acercara a tí mucho menos a mi bebé.
Gabriel- estoy de acuerdo contigo. Gracias.
Silvia- te amo guapo.
Gabriel- eres una mujer increíble te amo.
Él se levanta y besa mis labios apasionadamente. Luego besa mi cuello y vuelve a mis labios. Cuando estamos por quitarnos la ropa entra esa mujer.
Silvia- ¿No compraste nada?
Gabriel- ¿Quien eres tú y por qué nos miras de ese modo?
La mirada de ella es de celos, me mira con enojo y yo me confundo cada vez más.
¿Está aquí por ella o por la madre de Gabriel? ¿Cómo dió con nosotros?
Gabriel discute con ella pero mi mente está en otro lado, en el dolor que siento cada vez más seguido. Siento miedo.
Silvia- mi amor...
Gabriel voltea y corre hasta llegar a mi.

¿Esto es Amor? (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora