Capítulo 24

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Silvia.

Abrí mis ojos entontrandome con la mirada preocupada de Germán.
Silvia- Hola.
Digo con una voz apenas audible. Trato de levantarme pero sus manos me lo impiden.
Germán- no te levantes... Voy a hablar al doctor.
Silvia- ¿que pasó?
Germán no me contesta solo va en busca de el médico. Observo todo pero un dolor intenso atraviesa mi cabeza. Luego de varios minutos el médico me hace exámenes rápidos y se va sin decirme nada.
Silvia- Germán... Mi marido... ¿Dónde está él?
Germán- ya vendrá...
De pronto acaricio mi vientre y lo siento vacío. No me reciben las pataditas de siempre.
Silvia- ¿Mi bebé?
Germán- está con Gabriel, el fue a traerla para que la veas.
Silvia- ¿"La veas"?
Germán- fue una niña... Silvia, tuviste una hermosa niña.
Silvia- la quiero ver.
Germán- ahora voy por el.
Germán sale mientras espero a Gabriel. Recuerdo que me sentí morir, los dolores eran muy intensos y mi cuerpo ya no lo sentía. De verdad pensé morir y pensé que había roto la promesa que le hice a Gabriel. Mis pensamientos son interrumpidos por mi marido que entra con nuestra hija que se ve muy pequeña entre los brazos enormes de Gabriel.
Gabriel- Hola mi amor... Te presento a nuestra hija.
Silvia- a ver... Dámela.
Gabriel me la entrega mientras lágrimas caen sobre mis mejillas, la niña mueve sus manitas en busca de la mía y la sostengo mientras siento un beso de Gabriel en mi frente. Luego volteo a verlo y en sus ojos veo tristeza.
Silvia- Perdóname amor... De verdad pensé que...
Gabriel- fue horrible aquel momento dónde pensé que te ibas y me dejabas.
Silvia- lo siento... Yo te prometí no dejarte y lo haré. Yo te amo.
Gabriel- yo también te amo. Sin ti mi vida sería un desastre.
Silvia- no digas eso... ¿Me das un beso?
Gabriel se acerca a mi y me da un beso en los labios mientras la niña empieza a llorar.
Silvia- no mi niña... Papá y yo solo estamos demostrándonos amor... No debes sentir celos porque tenemos mucho amor para ti.
Gabriel- yo tengo mucho amor para ustedes. Mi corazón es suyo.
Silvia- ¿Escuchaste?... Somos sus dueñas.
Gabriel sonríe mientras la enfermera entra a vernos. Me dice que debo darle de amamantar a hija así que me siento nerviosa.
Silvia- no se cómo hacerlo.
Gabriel- si quieres yo lo hago contigo y luego lo intentas con la bebé.
Silvia- ¡Gabriel!... No digas eso.
Gabriel- una broma.
Entonces hago todo lo que alguna vez ví hacer a mujeres cuando quieren alimentar a sus bebés. Creo que lo hago bien porque mi hija bebe la leche a gusto.
Silvia- ¿pensaste algún nombre?
Gabriel- Helena... O... Bella.
Silvia- mmm... No sé... Camila.
Gabriel- tenemos tres... Me gusta Camila
Silvia- a mi también me gusta Bella.... ¿Isabella?
Gabriel- no... Bella.
Silvia- ¿Cómo la princesa?
Gabriel- si... Es una princesita ¿Verdad?
Silvia- si... Mira lo que es... Mi amorcito.
Gabriel- ¿Y yo?
Silvia- tú eres mi gran amor... Somos una familia y verás que todo va a estar bien.
✨✨✨

5 años después
Bella viene corriendo hasta llegar a mí, estoy esperándola sentada en un banco de un parque. Su cabello rubio vuela debido al viento, sus ojos claros se hacen más brillosos al mirarme fijamente. Lleva un vestido y un abrigo debido a que hace frio. Tiene una muy bonitas botas.
Bella- ¡Mami!.
Dice al llegar a mis brazos, Gabriel camina todavía lejos de ambas.
Silvia- Feliz cumpleaños mi amor.
Bella- Gracias mami... Ya tengo 5.
Silvia- mi bebé ya está grande.
Bella- pero siempre seré tu bebé. ¿Cierto?
Silvia- claro que sí... Eres mi única bebé y eres el amor de mi vida.
Bella- solo falta que se cumpla mi deseo.
Silvia- ¿Cuál es tu deseo?
Bella- que tú y papá...
Gabriel- Hola Silvia.
Silvia- Hola guapo... ¿Cómo estás?
Gabriel- contento de verte... ¿Cómo estás tú?
Silvia- extrañando a mi bebé.
Gabriel- fue largo el viaje... Pero ya estamos aquí y podemos ir a festejar.
Bella- ¡Si!... Por favor vamos a pasear y comer los tres.
Silvia- vamos.
Bella me toma de la mano y también toma la mano de Gabriel. Ambos nos miramos y sonreímos. Creo que no podemos creer lo grande y hermosa que está nuestra hija. Al buscar un lugar donde comer, nos sentamos Gabriel y yo frente a frente mientras Bella en un costado.
Bella- papá y yo te compramos algo mami.
Silvia- ay que bien... Quiero ver.
Gabriel- No sé puede frente a todos.
Silvia- ya Gabriel... No hagas eso.
Digo reprochando su doble sentido, me gustó pero no es el momento. Pedimos hamburguesas, hace mucho que no como algo así.
Bella- Papá dice que este mes estaré contigo y luego ya nos veremos cómo siempre.
Silvia- si... Yo sé que es difícil para ti.
Bella- no se preocupen... Ya me acostumbré, mientras los vea a los dos soy feliz.
Silvia- Discúlpame mi amor.
Bella- pero... Hay cosas que no entiendo.
Gabriel- ¿Cómo cuáles?
Bella- creo que es mejor que festejemos mi cumpleaños y ya luego hablamos.
Silvia- me parece bien. Tus abuelos te extrañan.
Bella- yo a ellos tres y a mi tío.
Silvia- no sabes el regalo que te espera.
Bella- ¿que es?
Silvia- ya lo verás.
Bella- dime qué nos iremos está noche.
Silvia- si. Papá nos llevará. ¿Cierto?
Gabriel- si claro.
Empezamos a comer mientras mi hija hablaba de lo bien que la paso con su papá. Eso me alegra, Gabriel es un gran padre, de eso no tengo quejas. De pronto recuerdo a Germán, ellos no saben aún la noticia. Pero no sería el momento hoy.
Silvia- Gabriel debemos hablar. Mañana te espero.
Gabriel- está bien.
Bella- ¿Que hay que hablar?
Silvia- tengo que decirles algo.
Bella- ¿Que cosa?
Silvia- mañana... Ahora, vamos a caminar mientras elegimos a dónde ir.
Bella eligió a qué lugares ir mientras Gabriel y yo nos divertimos muchísimo. Al final del día ya estamos en casa de mis padres y la niña fue aún más consentida de lo normal, y eso era mucho. Recibió regalos pero finalmente se quedó dormida.
Envío un mensaje y me recuesto con ella

"Buenas noches, ya nos vamos a dormir... Nos vemos mañana"

A la mañana siguiente nos quedamos hasta la tarde en casa de mis padres. Bella se lleva muy bien con ellos y la verdad al ser la única nieta tiene la atención de todos.
Bella- No quiero verlo.
Silvia- ¿Por qué?
Bella- porque no mamá.
Silvia- bien... Vamos a casa.
Al llegar a casa ya está allí Gabriel, nos saludamos y decido decirle lo que sucedió. Ambos se sientan frente a mi.
Gabriel- ¿Que pasó?
Silvia- Hace una semana que... Germán falleció... Yo aún estoy sufriendo.
Bella- ¿mi abuelito se fue al cielo?
Silvia- si mi amor... Él ahora es un ángel que nos protege de todo mal. Nos protege a ti, a tu papi y a mi.
Bella empieza a llorar, ella y Germán pasaban horas leyendo y cantando las canciones de princesas. Mi hija lo quiso tanto como lo quise yo. Era mucho más que mi jefe. Era como un padre y para que mi papá no se ponga celoso solía llamarlo padrino.
Gabriel- ¿Y tú?
Silvia- me siento muy triste.
Bella- yo no quería que se vaya al cielo. Yo lo quiero aquí.
Silvia- eso no se puede mi amor... Pero podemos recordarlo con mucho amor.
Bella- por eso no vino a mi cumple... Por eso no lo pude ver. Si yo no me iba contigo lo vería.
Dice culpando a su padre de lo sucedido. Ella viene a mi y me abraza.
Silvia- no chiquita... No mi amor... Papá no sabía que esto iba a pasar, el también está triste.
Bella- pero yo no quería ir con el y luego si pero... Yo quería ver a mi abuelito.
Silvia- tu papá también... Él no tiene la culpa, nosotras sabemos que el abuelito ya era muy grande y estaba enfermo.
Bella- el dijo que no se iba a ir.
Silvia- te lo dijo porque el siempre vivirá en tu corazón. Y en el mío también... Además ya está con su esposa. Están felices en el cielo.
Bella- Si... Pero me duele.
Silvia- te entiendo... Llora mi amor... Ven guapo.
Gabriel me abraza y también a la niña. Notó que está también afectado.
Silvia- lamento haber tenido que decirles eso.
Beso la frente de ambos y los escucho llorar. El llanto de Bella es intenso y me parte el corazón. Miro el retrato dónde Germán y ella están vestidos de princesa y principe en el cumpleaños número 4 de mi hija. Ambos bailaron el vals y se tomaron Miles de fotos pero mi favorita era esa que justo está en la sala. Están ellos sonriendo felices, Germán está de rodillas mientras Bella extiende su brazo para que el pueda besar el dorso de su mano.
Silvia- Vamos a la cama mi amor.
Cargo a mi hija y Gabriel nos sigue hasta mi habitación. Luego nos acostamos los tres, ellos continúan mal y yo me siento triste. Me duele verlos así y me duele la partida de Germán.
Luego de minutos se abre la puerta de mi habitación, los ojos azules de Alessandra me miran con enojo y sale rápidamente. Voy detrás viendo que Gabriel y Bella están dormidos.
Alessandra- ¿Que haces?
La adolescente cruza sus brazos y me mira con rabia. Toma su mochila y se acerca a mi.
Silvia- No es lo que tú piensas.
Alessandra- te vi... Estabas con ellos.
Silvia- es mi familia y estamos pasando por un mal momento. Ya te lo había contado.
Alessandra- mira, ese señor no era nada mío por lo tanto me da igual... Pero lo que si me importa es lo que ví.
Silvia- no viste nada.
Alessandra- ¿piensas callarme de algún modo?
Silvia- ¿Por qué haces esto?
Alessandra- por qué llegaste a arruinar todo... Te odio. ¿Me oyes?... T-E O-D-I-O.
Ella me dió la espalda, era una adolescente rebelde, es muy bonita y eso lo utiliza para un mal beneficio. A penas tiene 14 años y parece de más edad.
Alessandra- ahh... Y esto lo sabrá mi papá. A ver si ahora sí te manda al carajo.
Ella sale de la casa y azota la puerta. Luego pienso en cuál fue el momento que todo cambio. Que pasó para que mi vida cambiará de este modo y solo haya discusiones, gritos, llantos y una pasión que ya no disfruto como antes. De todos modos se me hace difícil alejarme.

¿Esto es Amor? (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora