Cartas a mi Madre

11º Carta

Nevada, Base Fallon, 4 de Noviembre de 2015.-

Mariane:

Ya pasaron varios años desde mi ataque y aun no hay avances en la investigación. Tanto Thomas como Harm sospechan que "alguien pesado" esta encubriendo el ataque que sufrí, al punto que se robaron el expediente policial y cuando CAG se enteró no hubo contacto conocido por él, de la Marina o algún otro lado al cual no haya llamado para encontrar al desgraciado que me mando a lastimar. Es más, si mal no recuerdo, hasta me atrevería a decir que llamo a su hermano, alguna vez lo menciono, pero jamas hablo abiertamente de él y menos me lo presento. Realmente deben haberse peleado muy feo esos dos...

De todas formas se volvió más sobre protector desde que se enteró que era la nieta biológica de su amigo Hammer

Hoy papá, no, no tienes idea lo bien que se siente en mi pecho llamar así a Harm, de hecho, suelo llamarlo por el nombre y cuando estoy molesta o enojada le digo Padre. Él hace lo mismo conmigo, pase de ser Harmonie a ser ya enana y cuando discutimos, (sobre todo por las horribles ensaladas que me quiere hacer comer ¿Qué hay de malo con una hamburguesa con doble queso?) me dice Hija. Es divertido. Muchas personas que lo conocen no pueden creer que estemos relacionados, supongo que es por el hecho que no tengo el gen de la altura excesiva como él. Comencé volando con el sobrenombre de Puppy y sigo siendo Puppy, el anterior apodo de papá ya que a él le dieron el del abuelo, así que Hammer y Puppy, siguen volando, pues todo se debió a la "misteriosa" desaparición de mi carta de resignación.

Luego de ser liberada de la investigación, no estoy segura como sigue, pero ya tengo mi nuevo puesto: seré administrativa. Mejor dicho, secretaria (niñera encubierta) de cierto, ahora Almirante, que conocí antes de entrar en la academia.

Junto a Thomas, gracias a mi puesto, conocí Japón y otros países pero voy a ser sincera: es difícil pilotear un avión de combate pero evitar que mi superior en jefe, abuelo adoptivo no se pelee con otros oficiales es más complicado y cansador sobre todo cuando tocan el tema "los drones son más efectivos que los pilotos"

No sé si en realidad son más efectivos o no pero definitivamente no somos lo mismo.

Es muy diferente controlar un "avión" desde un cómodo asiento, en un recinto cerrado, con una pantalla de alta resolución, un mando y un café a tu lado sin el menor riesgo de salir lastimado ante un mínimo error que estar sentada sobre un grupo de misiles con poder suficiente para hacer volar una pequeña ciudad enganchados a un inmenso tanque de combustible volando a gran altura y velocidad y con tan solo fracciones de segundo para tomar decisiones que le pueden costar a vida a cientos de seres inocentes ó a ti.

Todo eso, ya es historia. Thomas se jubiló (no porque quisiera hacerlo) y a los poco de ello, me llego una notificación de nueva designación de puesto: Seria uno de los pilotos estables de un grupo de marines en la base Fallon, Nevada y debía presentarme en una semana.

No tuve mucho tiempo para arreglar algunas de mis cosas pero suficiente para realizar una breve visita a los abuelos.

Ya en Florida, por primera vez en muchos años, fui a ver a Tina y a Bill. A ella le lleve sus flores favoritas (rosas blancas y amarillas con un par de jazmines) y al abuelo le deje una pequeña botella de saque que adquirí en mi última visita a Tokio (me traje algunas otras cosas más pero como no bebo y a él le gustaba probar cosas nuevas creí que sería buena idea). Les pedí que cuiden allá arriba de mi bebé. No quería llorar pero su perdida siempre me va a doler.

Luego de un buen café, me dirigí a la casa de Trish y Frank. Según Patricia (ese es su verdadero nombre) otra vez, estoy demasiado flaca (¿A dónde me flaca así me admiro también?) y así no conseguiré novio para poderle dar bisnietos. Nunca le mencione que tal vez, a raíz de los golpes que me dieron los pueda tener... aunque admito que me tentó la idea de dejarle esa vieja imagen que alguna vez te envié de esos adorables salchichitas en pijamas pero no tenía ganas de despertar su ira vengativa así que sonreír lo más políticamente posible, asentí y me comí el plato de frutas que me puso delante de mí. sigue tratándome como una niña...