Un tiempo después de los acontecimientos que ocurrieron en Arendelle, algunas cosas cambiaron en la vida de Anna y Elsa menos el amor de ellas que sigue fortaleciéndose. Sin embargo, Elsa al enterarse de las condiciones de ser un espíritu elemental...
- Me alegra que hayan disfrutado de su luna de miel. ¡Los extrañare mucho!- exclamó la rubia ayudando a su prima con unas maletas.
- Yo también te extrañare. Me encantaría quedarme un tiempo más, pero debemos volver a Arendelle. - expresó Anna con un tono triste tomando una maleta y entregarla a unos de los tripulantes del barco.
-Entiendo y debes solucionar tu situación con Elsa. Ya verás que todo se resolverá y van a volver a ser más unidas que nunca. - motivó recordando que faltaba algo más. - ¡Ah casi lo olvidó, tu regalo!- corrió donde estaba Eugene junto con Kristoff platicando, arrebatándole dos cuadros envueltos regresando donde la pelirroja. - Listo aquí tienes, espero que te haya gustado. - le dio una sonrisa pequeña.
- Por supuesto que me gusto. Fue muy divertido que nos pintaras, siendo la primera en pintarnos como los nuevos reyes de Arendelle. - comentó Anna. - Cuando regreses a Arendelle lo verás en el castillo. - informó ella.
- Aw gracias, bueno ya es hora. - comunicó triste abrazándola. - Salúdame a Elsa por mi, ¿si? Espero que vuelvan todos, incluyendo a Sven.-
- Si lo haremos. - sonrió secando algunas lágrimas que querían escaparse de sus ojos.
- Ya tenemos que irnos. Rapunzel gracias por recibirnos, su reino es muy hermoso. - agradeció Kristoff abrazando a Anna de lado.
- No hay de que, como le dije antes a Anna pueden volver cuando deseen y con todos los demás. - respondió y ambos reyes asintieron comenzando a subir al barco.
- ¡Hasta pronto, que todo vaya bien en su llegada!- gritaron Rapunzel y Eugene.
- ¡Hasta pronto!- gritaron igual el rubio y la pelirroja observando cómo el barco se alejaba de aquel reino que tanto los cautivó.
- Ya quieres llegar para ver a Sven.- comentó Anna mirando a Kristoff.
- Si lo extraño, ya quiero ver cómo ha estado desde que nos fuimos. - sonrió él con ansias de ver a su amigo.
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- ¿Sven estás aquí? - pregunto Olaf buscando en el establo de los caballos.
- Sven no te puedes esconder todo el día.- aviso la platinada quien traía una correa y detrás de ella algunos de los guardias ayudándola a buscar al reno.
El reno se encontraba en el último establo observando a los guardas, Elsa y su amigo de nieve lo buscaba para darle un baño. Algo que para él no le parecía necesario y solo Kristoff lo hacía, nadie más.
-Sven si te dejas darte un baño, prometo darte las mejores zanahorias de Arendelle. - informó Elsa fingiendo buscarlo en cada establo acercándose más al último.
-Creo que está en el último establo- susurró Olaf a Elsa y ella asintió colocando su dedo en su boca en señal de silencio. Caminaron de puntillas acercándose más al establo donde se encontraba el reno.
