un nuevo comienzo

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Dicen que no puedes desear demasiado algo porque si lo haces inevitablemente eso que deseas se hará realidad, como si tus deseos rompieran la barrera que separa la imaginación y los sueños de lo verdadero y posible, debí haber hecho caso, así me habría evitado más de un problema... dicen que cuando los sueños se vuelven reales, no debes confiar en nadie, si, tampoco hice caso a eso, debí escuchar y más que eso obedecer, nunca debí hacerlo... perdón.

Matt cleirke.
Junio 25.

Matt ya te lo dije esa casa no es la mejor ¿Por qué la quieres? - Mario me habla y su voz invade el auto mientras conduzco.

Ye te lo dije-digo en voz alta para que me pueda entender bien-es linda, alejada y perteneció a mis abuelos ¿Qué más podría pedir?

Que no hubieran muerto hay, sin explicación hace 12 años-me grita mi amigo de la infancia, que compartió conmigo aquellos recuerdos.

Ya, pues-digo girando a la derecha en la carretera- sabes que esa casa tiene bellos recuerdos para mí.

Si por "bellos recuerdos" te refieres a tus padres golpeándose el uno al otro, o a tus abuelos corriendo para que sus perros no mataran a alguien- ironiza el, mientras mi mente me recuerda cada uno de ellos como en un flashback de un solo segundo.

No- le digo casi chocándome con otro auto más imprudente que yo "busca tu lado pedazo de inútil" le grito al conductor- por buenos recuerdos la mayoría es entre tú y yo, no a ellos.

Ahh que idiota- me responde con sarcasmo el- no por eso estoy feliz de que te vayas a vivir a esa casa.

¿Por qué más la mandaría a restaurar? -le espeto mientras acelero llegando a las carreteras desiertas que en cuestión de horas me llevaran a ese lugar.

No lo sé- me dice casi a los gritos Mario- jamás te habría ayudado de saber que te mudarías, soy ingeniero no un suicida.

Ja ja ja- me rio por el - sabes que si lo eres mi viejo y no tan cuerdo amigo.
Bueno- dice cayendo en cuenta de que perdió al decir esa palabra- ya no soy suicida.

Oye- le digo calmado- pasado pisado ¿no?

Si - me dice resignado- debo irme, tengo trabajo y Mertes me espera.

Suerte con tu edificio- le digo como despedida.

Suerte con tu casita del horror- me responde colgando.

Casita del horror, así llame a ese lugar al que hoy 10 años después, regreso, allí donde mis padres se mataron el uno al otro mes después de que mis abuelos murieran en un incendio de la cocina y vaya milagro solo fueron accidentes, bueno quiero respuestas, o más bien quiero revivir y ver si recuerdo en mi mente, que evoque esos momentos y me de las respuestas que busco...

JUGUEMOS CORAZON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora