Capitulo 4.

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Las chicas enseguida se separaron, la chica la cual no sabía el nombre se levantó me pidió perdón y se dirigió hacia el baño, supongo yo que a cambiarse.

Mire a Jime con una sonrisa en mi rostro, ella me miro de la misma forma pero con las mejillas totalmente coloradas de la vergüenza, ella sabía que yo quería saber todo.

En el momento que la chica  salió del baño, pidió disculpas nuevamente, miro a Jime como diciendo después hablamos y se marchó.

El momento estaba un poco tenso ninguna parecía querer hablar hasta que dijimos al mismo tiempo.

-Cuéntamelo todo. –Dije en un tono muy travieso-

-No es lo que parece. –Me dijo muy apenada-

Ambas reímos al escuchar lo que habíamos dicho.

Ella empezó a hablar.

-Me da mucha vergüenza, no soy de hablar de estos temas tan deliberadamente….. Pero como creo que eres mi amiga te voy a contar todo- Sonreí ante su respuesta y me senté en la cama, esperando a que me contara.

Se levantó y se vistió rápido, luego se sentó al lado mío y comenzó a contarme.

-Bueno, es una larga historia, después de vivir muchos desamores con los hombres, que me usaran y luego me dejaran comencé a resignarme, fue entonces cuando empecé a fijarme de otra forma en mi amiga, me comenzó a gustar, un día en una fiesta nos besamos, y una cosa llevo a la otra y bueno la cosa es que tuvimos sexo, esa fue mi primera vez con una mujer, luego de ella, me di cuenta de que era lesbiana, comencé a salir con chicas y bueno en realidad las chicas a veces también te rompen el corazón, esa chica que acabas de ver salir, es mi amiga la que te conté al principio, Rebecca se llama, desde aquella vez lo hemos hecho, no somos novias, pero la verdad es que estoy muy enamorada de ella, espero algún día juntar el valor suficiente como para decirle lo que siento, y bueno esa es mi historia. –Suspiro luego de decir todo eso.

-¿Cómo no me lo habías contado antes? –Pregunte un poco confundida, ya que creía que eso sería una de las primeras cosas que una amiga debería de contarle a otra.

-Es que no sé, no tengo muchas amigas, siempre que les cuento se alejan de mí, no sé qué piensan, por ser lesbiana no quiere decir que mire a todas y cada una de las chicas, me molesta que sean así, y bueno de verdad quería llevarme bien contigo y no quería que me tuvieras miedo o algo así.

De verdad se ve que era una persona muy dolida, no entiendo como la gente puede ser tan mala a veces, no importa la orientación sexual ni nada de eso, lo que importa es si es buena por dentro, de que vale ser heterosexual y ser una mierda de persona, eso me lleva a pensar en Victoria, hay dios como la odio.

-Sabes que nunca podría hacerte eso, yo no soy así, yo te quiero por lo que eres, no importa si eres lesbiana, eso en realidad te hace especial, y es lindo ser especial, me encanta que ahora sepamos más de cada una, creo que ahora en verdad vamos a ser muy buenas amigas.- sonreí, estaba feliz de que haya compartido esto conmigo- Ahh y no se te olvide que quiero conocerla, tengo que saber cómo es la futura novia de mi amiga- Me reí y ella rio conmigo.

-Claro que puedes conocerla, ahora creo que va a estar muy avergonzada y no creo que quiera verte, pero cuando pase un poco de todo esto podríamos salir todas juntas.

Asentí y sonreí al escuchar esa respuesta, la verdad es que estaba muy aburrida de estar aquí encerrada, tenía ganas de salir.

Se me vino a la mente el beso que me había dado Franco y una sonrisa se dibujó en mi rostro.

-Y ahora qué te pasa que estas tan risueña - Me dijo, levantando una ceja, lo cual me dio mucha gracias ya que siempre quise poder hacerlo y no podía.

No, no soy la tipica chica. :)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora