Inocencia [Tamaki Amajiki X Oc]

De dónde salió toda esa seguridad?

~Tamaki... T-Tamaki... Ta... Ah!~

~Apenas te he tocado y ya empiezas a retorcerte como una puta?~ Dijo el mayor levantando el mentón de la peliblanco, él se acercó a su oído y susurro mientras con sus manos las deslizaba por el torso de su novia. ~Es increíble como te pones con simples roces, e irónico que la que tiemble ahora eres tu... Tan desesperada estas porque te toque?~ El peliazul quiso alejar lentamente su mano de la cadera de ella pero la menor las elevó buscando una vez mas esas caricias.

Tamaki que notó esto bajó la vista a las caderas de la menor, estando sobre ella era fácil y, con la mano que no hacia equilibrio para caer sobre ella, empujó con fuerza las caderas de la menor para que una vez mas se peguen a la cama.

~Se una buena puta y quedate quieta. Te tocaré cuando yo quiero~ Arrastró su mano por el torso hasta llegar a su cuello. ~Gemiras cuando yo te lo diga~ Presionó el cuello de la menor con las yemas de sus dedos y ésta solo abrió la boca en un intento de dejar escapar algun gemido. ~Disfrutaras solo si te lo permito ~ Con su mano libre comenzo a jugar en circulos en su zona intima sin dejar de presionar su cuello para que no gimiera. ~Y solo acabarás cuando te lo pida~ Metió el dedo anular y el corazón en su interior, resbalaba bastante por lo mojada que estaba y utilizo los mismos fluidos para frotar con su pulgar el clitoris de la menor; lágrimas escapaban de los ojos de la menor y no solo eran de sorpresa, sino que nunca creyó poder vivir este momento en el que su tímido, ansioso y nervioso novio sea una persona tan demandante y sádica a la hora de tener relaciones.

Dos semanas atrás:

~Mmm.... Kaia...~ Tamaki buscó con sus manos el cuerpo ajeno en la cama pero no encontró nada, se levantó de un sobresalto y notó que realmente Jamia se había ido y en segundos comenzó a abrumarse, a pensar en todo lo que hizo y cuanto es que lo odiaría Kaia por ser tan bruto, ya que un Tamaki totalmente consciente nunca hubiera sido tan brusco para entrar sin pudor alguno en ella sin siquiera considerar que quizas le estaba haciendo daño a la joven que tanto le gusta.

Se sentía mal y su mente no dejaba de torturarlo, llegó a creer que Kaia podría odiarlo tanto que podría denunciarlo por abuso a una menor, él el futuro heroe Suneater era todo lo que nunca quiso ser, un villano y una mala persona. De su pozo de desesperación en el que se hundía lo despertó el ruido de la puerta de su habitación, se levantó de la cama y buscó por todos lados ropa que ponerse, en la silla encontró unos boxers y sobre el escritorio notó una camiseta que suele usar para dormir; Abrió la puerta un poco y notó que era Mirio, por la sorpresa abrió un poco los ojos y bajó su camiseta cubriendo lo mas que pueda, aunque ésta no dejaba ver nada ya que cubria completamente el bóxer, era mas grande de las que suele usar el peliazul.

~Tamaki! Como te sientes! Ayer no te vi en la actuación de la clase 1A y me preocupé, creí que irías por Kaia...~

~Ehh, Mirio es que y-yo... Yo quería descansar un poco...~ Como siempre Mirio pasó a la habitación auto invitandose y se sentó en la silla del escritorio al ser giratoria esta, jugando así yendo de izquierda a derecha con sus pies suavemente sin llegar a dar una vuelta completa.

~Te agotaste demasiado ayer?~ Inconscientemente para Tamaki eso sonó con doble sentido y solo supo responder con movimientos nerviosos y temblando como siempre, balbuceando disculpas por ser una mala persona.
Mirio no entendía absolutamente nada de lo que decía su amigo frente a él y sin razón alguna algo llamó su atención que sobresalía bajo la cama, se levantó sin dar explicaciones y el rubio tomó esa prenda de ropa interior femenina que llamó su atención. Mirio levantó el sostén y notó que las copas eran muy grandes, Tamaki lo vio y sus ojos se agrandaron a tal punto que quedó completamente en silencio con la boca abierta y una expresión de temor en su rostro.