Sueños Extraños

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Narrador omnisciente:

No sabía como llego ni en que momento, pero Kaia se encontraba en su casa en la que vivía con sus padres antes de las residencias estudiantiles; en su habitación de la infancia estaba con Tamaki quien actuaba totalmente lo contrario a lo que acostumbraba.

~Gracias por invitarme Kaia~ Dijo emanando seguridad Tamaki. ~Sucede algo que no dejas de verme?~

El joven estaba comiendo una caja individual de comida ordenada en un restaurant, comía fideos con pulpo y Kaia no quitaba de vista como sujetaba con los palillos un pedazo de pulpo.

~No te gusta que coma pulpo? Se que detestas la carne, pero a mi me encanta~ Dijo esto ultimo comiendo un trozo de pulpo, Kaia solo lo observaba por lo extraña que era la situación; Tamaki nunca hubiera actuado con esa seguridad y menos si estaban solos en su habitación. ~Es delicioso... Y además puedo hacer muchas cosas si lo ingiero...~

Los pensamientos mas morbosos y perturbadores pasaron por la mente de Kaia tornando su rostro rojo como un tomate, no terminaba de entender el comportamiento de Tamaki, nunca se comportaba asi y menos diria cosas en doble sentido. Tamaki rió levemente por las reacciones de Kaia y se paró de forma erguida para acercarse a la silla donde estaba la peliblanco; Kaia no recordaba que Tamaki sea tan alto y la hacía sentir pequeña.

~Quieres que te muestre lo practico que puede ser?~ El de orejas puntiagudas colocó sus brazos en los apoyabrazos de la silla para tener a pocos sentimetros el rostro de Kaia, ella estaba estatica en su lugar de espectadora ante tales acciones del joven.

En un rapido movimiento Tamaki levantó a Kaia como si nada de los muslos para tenerla encima, parado en su lugar sujeto a la joven con una mano y luego habló

~Kaia... Quieres que te muestre lo divertido que puede ser?~

Kaia miró a la mano levantada del mayor y notó como sus dedos se transformaban en tentaculos, Kaia abrió los ojos impactada y en un parpadeo sintió como se levanto agitada de su cama, era un simple sueño.

Recorrio con su vista el cuarto y notó que era su habitación de las residencias, estaba sola y su celular en la mesa junto a la cama marcaba que eran las 4:20 am; froto su rostro un poco y volvio a recostarse para conciliar el sueño.

***

No sabía cuanto tiempo habia pasado pero sentía los primeros rayos del amanecer entrar por su ventana e iluminar su rostro, se removia en las sabanas de la cama intentando descansar un poco más ocultando el rostro en la almohada hasta que su brazo extendido toca algo extraño.

~Ya te despertaste?~

~mmmm...~ Kaia contestó con un quejido al estar un poco dormida.

~No piensas despertarte bonita~ Kaia sentía caricias en su cabello pero no era capaz de despegar su rostro de la almohada. Reconocía esa voz

~Piensas seguir durmiendo para soñar con ese raro de ultimo año?~ Escuchar esas ultimas palabras hizo que en movimientos agiles levante la cabeza y vea que tenia junto a ella? no recordaba cuando había invitado al pelimorado a su cama y cómo es que este sabía de sus sueños que la avergonzaban.

Shinso continuó con las caricias en su rostro cuando conectaron miradas, él la miraba con ternura y con unos ojos encantados que no creia que habia visto alguna vez; la peliblanco iba a hablar y consultar acerca de por qué el estaba ahí pero fue interrumpida antes de hablar por el joven.

~No te preocupes que ya se que me reemplazaste~ Dijo esto con lágrimas en sus ojos y una sonrisa tierna.

Una vez mas Kaia despertó, ya había amanecido y se desvelo minutos antes que suene la alarma y se quedó reflexionando en su lugar lo soñado, específicamente con lo que Shinso le dijo en su sueño; se sentía mal, de alguna forma concordaba en que estaba reemplazandolo sin embargo ese no era el problema, el problema era que solo quería a Tamaki y nunca le sucedió que su atención e interes sea ocupado por una sola persona. Comenzó a analizar cada detalle en tamaki que hacía que capte su atención y era increíble cuanto deseaba al de orejas puntiagudas, su fisico, su ternura, su forma nerviosa de ser, lo inteligente que era, su simpleza y principalmente su inocencia; Tamaki transmitia esa inocencia que la enloquecia y es que era la primera vez que conocía a alguien así.

Se sentía arruinada y es porque, en tan poco tiempo, nunca le había interesado tanto alguien, se asustó y tomó la peor decisión que es evitar a Tamaki hasta que este salga de su vida ya que no se sentía con las fuerzas para rechazarlo de una vez y no verlo más.

Había pasado un poco más de un mes que lo conocía y le avergonzaba que el ocupe sus pensamientos y sus sueños, quería que eso se termine y no sentirse de esa forma que desconocia; tenía que hablarlo con alguien y no sabía con quien ya que Mina era una persona muy intensa que siempre se lleva por el romanticismo, no iba a ser objetiva para pensar en que aconsejarle. Hasta ahora su mejor opción era Kirishima, y además asi tendría tiempo de hablar con el pelirrojo que el fin de semana anterior había caído en un baño de ácido al ver a su amor platónico, el rubio explosivo, regocijarse con la joven de la Academia Shiketsu.

Inocencia [Tamaki Amajiki X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora