Capítulo VI – El principio.
...Su respiración era agitada, las voces en su cabeza taladraban con fuerza, el olor metálico de la sangre corría por todo su aparato respiratorio, era alucinante y al mismo tiempo tenebroso. Eran sensaciones que no debía sentir, placeres que no debería disfrutar, pero ahí está él, sintiendo, disfrutando, deleitándose del caos y contemplando su diseño; era un cazador y su presa no era más que un cerdo, él se bañaba con la sangre de ese cerdo y levantando sus manos al cielo, comprobó que la sangre bajo la luna llena era de un color negro...
Will, se despertó de golpe y ahogó un grito de terror, los perros empezaron a gemir cuando vieron a su amo temblar de miedo ante lo que sus sueños mostraban. Se frotó con sus manos su cara y trató de despertar y salir de esas emociones ajenas como Shé le había enseñado, pero el sentimiento era tan fuerte, tan excitante, era como si ese asesino, el destripador de Chesapeake, le llamara, le dijera a su creatura que era bueno para él. Will, soltó una risa ahogada con el solo pensamiento de eso, los perros se acercaron y él les permitió subir a la cama.
En el silencio de esa madrugada, Will, comprendió que no podría dormir más, se sentía demasiado sobre estimulado y la habitación se sentía demasiado grande ahora que solo estaba él. Remus, así como sus maestros, se habían retirado a sus respectivas casas y Lahesem tenía trabajo que hacer en Inglaterra. Con demasiado tiempo solo para él, Will, se concentró en dar clases y en el resto de las horas, practicar con su magia que gradualmente iba en ascenso, lo podía sentir en cada poro de su piel y era magia muy volátil aún, por eso tenía que tener cuidado y preferir mejor entretener su mente en asuntos que no implicará su uso, así que, sin quererlo verdaderamente, esa tarde mientras estaba en el cubículo de Beverly, dio un pequeño vistazo a los archivos de ella sobre el destripador de Chesapeake, después de todo, el rumor sobre cómo el jefe de ciencias de la conducta había intervenido en la desaparición de una cadete en entrenamiento, era la moneda de cambio en esos meses.
El problema de la curiosidad es que llega a matar y en el caso de Will, a sobre estimular con su empatía, pero a pesar de eso y siendo muy sincero consigo mismo, podía decir con lo poco que vio del archivo, que ese ser, porque estaba muy seguro que era de género masculino o de energía dominante, no era un nomaj, ni tampoco un mago, ni una veela o vampiro, era más bien un ser antiguo, más primitivo como su misma creatura, y eso le inquietó, pues no quería toparse con la familia de su madre o la de su padre, solo quería vivir una existencia en paz consigo mismo y con su cachorro, lejos de todo lo que implicaba ser "el hijo de..." él ya tenía a su manada y nada más le importaba que ellos, o al menos hasta ese momento era así y así seguiría siendo hasta que lo que su madre presagió pasara.
Viendo por la ventana, Will, suspiró con melancolía, aún faltaba un mes para que su cachorro volviera para las vacaciones de Yule, y aunque había pasado dos días casi enteros con él para celebrar Mabon en septiembre y Samhain en octubre, aun extrañaba regresar a casa y que su cachorro le diera la bienvenida. Suspirando con resignación, recordó que según lo que decía Harry, sobre su estadía en el colegio y como Severus, le informaba de esta, Harry se estaba divirtiendo ahí, y aun cuando conservaba sus reservas sobre ese colegio, Will, no podía negarle nada a su cachorro, por sobre todo el aprendizaje que era el campo que ambos amaban, si él era feliz en ese colegio, Will no le quitaría esa felicidad.
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Hermione, había seguido el consejo de su profesor Snape, aunque aún le costaba no levantar la mano y responder a las preguntas en las clases, empezó a seguir una rutina de entrenamiento matutino y como Harry se dio cuenta de esto, no dudo en invitarla a formar parte de ella para entrenar las partes que aún le faltaban, ella no pudo negarse a la ayuda extra que le brindaban; su rutina consistía en levantarse una hora antes, correr media hora a cuarenta minutos y meditar lo demás del tiempo de esa hora; descubrió que Harry lo hacía todos los días bajo la supervisión de Severus, el cual en ocasiones creaba pistas de obstáculos para que Harry practicara en ella. Draco los acompañaba de vez en cuando con el ejercicio más no con la meditación asegurando, cuando ella preguntó esa mañana cuando iban rumbo a sus dormitorios para cambiarse de ropa e ir al comedor que "Su fuerte no es eso..." Hermione, también pensaba que la meditación no era para ella, más recordó un libro que una tía le había dado a su madre sobre algo llamado yoga y los beneficios que este traía al cuerpo y a la mente. Definitivamente al volver a casa en las vacaciones de invierno lo leería y se lo enseñaría a Draco, para que probaran con esa alternativa en lugar de la meditación.
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Susurrale al viento.
Fanfiction"La sangre, así como la magia son un vínculo que siempre nos conectarán, sin importar que tan lejos estemos o cuantas personas nos rodeen, siempre ese vínculo nos mantendrá unidos" Will recordó ese fragmento del diario de su padre mientras corría co...