BRIGHT - luke patterson (TERMINADA)

23: La vida pasada de él.

MADDI 

Levante mi cabeza del regazo de Carrie, para revisar mi celular nuevamente, nada. Ni un mensaje, ni una llamada, absolutamente nada. Me permití levantar mi cuerpo y comencé a caminar hacia el patio, donde todo estaba hecho un desastre, además de mi, mi ropa y mi maquillaje corrido. No había dormido un solo minuto, Ni Reggie, ni Alex, Ni Sophie, Ni Nick, Ni Luke aparecían. Se habían esfumado de un momento a otro.

Toques desesperados de escucharon de la puerta del lado de afuera, corrí hasta esta y la abrí, sin rodeos y de manera rápida. Era Julie, con los ojos llorosos y aguantando las ganas de soltar las lagrimas.

Sus brazos rodearon mi cuerpo, yo solo me quede helada, temía lo peor.

-¿Donde están?- pregunte con un hilo de voz, mientras subía mis manos a la espalda de la chica, tratando de reconfortarla un poco.

-ÉL, fue él.- 

-¿Quien?¿De que hablas, Jules?- mi corazón comenzó a acelerarse, cerré los ojos y me quede callada. Pero quería gritar. Quería gritar hasta no tener voz. 

-Fue Caleb.-

Me coloque la gorra y comencé a caminar hasta ese famoso edificio del que papá me había hablado varias veces. El "Hollywood Ghost Club", subí las escaleras y todo se veía como un lugar abandonado y sucio, pero sabia que estaban ahí, lo presentía. Baje las escaleras y me adentre a esa enorme pista de baile, gire sobre mis pies y mire el lugar, con falta de color y en penumbras.

-Vaya, vaya. Tenemos a la pequeña superestrella sobre nuestros suelos ¿Qué te hace aparecer por acá?- hablo un señor, en traje, acercándose hacia mi.

-Vengo por mis amigos, y no pienso irme sin ellos.- digo sin una pizca de inseguridad, mientras me acerco mas al señor que me mira con las cejas levantadas.

-Una niña obstinada. ¿Sabes Madeleine? podrás entrar al HGC solo por el pequeño precio de tu alma. No creo que quieras que una parte de ti sea mía tanto tiempo como lo es una eternidad. Asique te recomiendo que te vayas por donde entraste, esos pequeños mocosos me pertenecen.- hablo el señor, yéndose hacia detrás del escenario, pero rápidamente intente agarrarlo, haciendo que mi mano traspase su cuerpo, haciéndome sentir una sensación rara.

-¿Que hay de ella? estoy segura que ella no quiso entrar aquí, por favor déjame verlos.- dijo Madeleine, mirando como Caleb se daba media vuelta con una sonrisa burlona.

-Ella entro aquí por amor. Patético ¿verdad?- Caleb se reía como si le hubieran contado el mejor de los chistes, mientras Maddi no sabia como reaccionar, se mordió el labio y bajo la vista.

-¿Supongo que mi alma será tuya solamente cuando muera, verdad?- ella levanto la vista, tenia prohibido dejarse derrotar.

-Exacto, Wilson.- un tipo de sello apareció en la mano de Caleb, quien estaba serio. -¿Piensas entrar?-

-Si.- dijo Madeleine. Unos segundos después el sello se apretaba a su brazo, sintiendo como quemaba su piel de una manera extraña, cerro los ojos unos segundos y cuando los abrió pudo ver el color que contenía toda la decoración del Hollywood Ghost Club. Su boca se abrió, pero todo comenzó a andar en cámara lenta cuando la vio a ella, con sus zapatitos de ballet en mano y una mirada triste. Quiso comenzar a correr, pero un brazo se lo impidió.

-Ella no te ve, Madeleine. Tu pediste solo verlos. Pero nadie puede verte, aquí eres como un fantasma.- sin embargo Maddi camino hacia ella, subiendo al escenario, nadie la veía, nadie notaba su presencia. Se acerco a Sophie con lagrimas en los ojos y trato de tocar su hombro, pero no podía, trato de agarrar su mano pero una fuerza exterior se lo impedía. Reggie apareció detrás de ella, agarrándole la mano a Soph y animándola. Sophie se sentó en una silla mientras Reg ponía sus zapatillas de ballet en sus pies, notaba como ella estaba débil. Alex se encontraba mirando la brillante pared, mientras gente hablaba a su alrededor. Pero no lo veía a el. 

Maddi comenzó a acercarse nuevamente a Caleb, quien la miraba de manera fija.

-¿Que tengo que hacer para sacarlos de acá?- sus ojos lagrimeaban, mientras trataba de mantener su compostura y no caer al suelo.

-¿Tu? nada. No hay nada que puedas hacer, Madeleine.- Maddi se dio media vuelta, mirando a sus amigos mientras Caleb se posaba detrás de ella.

-Tal vez haya algo...- la chica volvió a girarse, escuchando con atención al señor.

-Siempre quise una compañera.- dijo Caleb, mirando a la chica con una sonrisa malvada.- ¿Me permites?- volvió a hablar el duelo de HGC mientras intentaba agarrar la mano de Madeleine.

Todo a su alrededor comenzó a cambiar cuando Maddi acepto la mano de Caleb, se encontraban en una casa, cerca de Malibu, se notaba que no era el año 2021, las chicas tenían esos vestidos a lunares que se solían ver en las revistas, con el pelo ondulado y treinta kilos de laca para que se vea brillante, mientras que los hombres tenían ese estilo rockero típico de los años cincuenta. A lo lejos se pudo ver como Caleb corría detrás de una niña que bajaba de un auto.

-Mi nombre era Steve, vivía en Malibu, los años cincuenta. Tenia una hija y una esposa maravillosa. Hasta que Caleb las persuadió a ambas al Hollywood Ghost Club, llevándome con el. Nunca elegí ser Caleb, Madeleine, solo tuve la mala suerte de ser un gran amigo suyo. Cuando mi niña cumplió cuatro años, Caleb me conto todo, lo que hacían aquí.- los alrededores ahora eran un club del pasado, mientras Madeleine seguía agarrada a Caleb, con un poco de miedo y mirando a su alrededor, si fueran otras las circunstancias, lo estaría disfrutando.

-En ese entonces, claramente quise sacarlas, pero la única manera de hacer eso es siendo el supremo, dije que haría hasta lo imposible para sacarlas, incluso si eso me llevaba a una muerte segura. Pero fue peor que eso. El espíritu de Caleb tomo mi cuerpo. Steve ya no existe, pero pude salvar a mis niñas.- dijo Caleb mientras volvían al Hollywood Ghost Club del presente, ahora vacío, El se sentó en una silla de la única mesa que había allí.

-¿A que vas con todo esto, Caleb?- pregunto Madeleine, mientras miraba la sonrisa del hombre frente a ella.

-Oh, ingenua Madeleine, no tienes ni idea. Siéntate.-